Prioridades del Parlamento
Leyes “express” y
leyes “tortuga”
Autor: Cristián Cabalin
Según un estudio de Corporación Representa,
las leyes que promueven la actividad económica tardan
sólo tres meses en salir del Congreso, mientras las
leyes sociales demoran en promedio 47 meses. Es la lógica
reinante en el Poder Legislativo: prioridad a la liberalización
de la economía, al crecimiento y a la modernización,
despreciando la justicia social.
Uno de los puntos claves para analizar el trabajo del Parlamento
es la tardanza en la tramitación de las leyes. La burocracia,
la demora intolerable y la falta de reacción serían
sus características. Sin embargo, no todos los proyectos
que se discuten en el Congreso son tratados bajo ese esquema.
Es más, en algunos casos existe una premura sorprendente.
Estos episodios de diligencia extrema tienen una cualidad
especial: se trata de la aprobación de leyes económicas,
que tardan, asombrosamente, tres meses en promedio en ser
despachadas.
Así lo demuestra “Agenda legislativa: leyes de
primera y segunda categoría”, estudio de la Corporación
Representa. Este análisis consideró 29 proyectos
de ley y comparó el tiempo de tramitación de
las iniciativas pro mercado y las que aumentan la protección
social. “Los proyectos que liberalizan aún más
la economía demoran en promedio tres meses en ser aprobados,
mientras los de un cariz social tardan 47 meses. De este modo
brutal, emergen las prioridades que ha tenido la agenda política
en Chile en los últimos años”, explica
Patricio López, director ejecutivo de Representa.
Las prioridades de la discusión legislativa manifiestan,
además, la constante tensión que existe entre
modernidad y modernización en América Latina
y, particularmente, en nuestro país. “La modernidad
debe ser entendida como una racionalidad normativa, vale decir,
como todas aquellas pautas sociales y culturales que dan contenido
a las instituciones, asegurando un desarrollo sustentable,
equitativo y a escala humana. Estos valores deberían
subordinar y dar dirección a los procesos de modernización,
que es el desarrollo de la racionalidad instrumental, que
da cuenta de los requerimientos de eficiencia, productividad,
competitividad y el cálculo medio-fin que permite controlar
los procesos sociales y naturales en un territorio determinado”,
dice el estudio.
A juicio del presidente del directorio de Representa, Marcel
Claude, la superposición del proceso de modernización
deja en evidencia el estado de la democracia en Chile y el
proyecto de país que se genera. “En nuestra legislación,
la liberalización económica es la única
prioridad. De esta forma, los proyectos sociales son desplazados,
aumentando la desesperanza de la ciudadanía y la desconfianza
en la democracia”.
Una comparación notable del estudio es que mientras
el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos tardó
apenas dos meses en salir del Parlamento, el proyecto para
regular la subcontratación laboral fue despachado después
de 27 meses. “Estos resultados -homologables a toda
la agenda legislativa (ver cuadro)- demuestran que en Chile
(...)
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