Gran
negociado inmobiliario
Zarpazo al suelo de Chile
Autor: Patricia Bravo
Algunos hablan de un impacto similar al de la reforma agraria;
otros, de una “revolución” inmobiliaria.
Lo cierto es que el superministro de Vivienda, Urbanismo y
Bienes Nacionales, Jaime Ravinet, intenta materializar lo
que los Chicago boys no llegaron a completar a comienzos de
los años 80. Porque el proyecto de ley que modifica
la Ley General de Urbanismo y Construcciones (mensaje N°
524-350) intenta “liberar” el suelo, como ya se
hizo con el agua, los recursos energéticos y la mayor
parte de las riquezas naturales. Lo que alguna vez fue un
bien público, hoy se reduce a simple mercancía.
La propuesta no es muy novedosa. Tiene precedentes en la determinación
de permitir el crecimiento o extensión urbana de Santiago
a toda la provincia de Chacabuco (Colina, Lampa y Til Til),
mediante la introducción del concepto de Zona de Desarrollo
Urbano Condicionado (Zoduc), medida adoptada en 1997, sólo
tres años después que el gobierno decidiera
congelar los límites de la capital. Y más recientemente,
se modificó el Plano Regulador de la Región
Metropolitana para autorizar el avance de la ciudad en once
comunas donde aún existían áreas con
suelos de uso exclusivamente agrícola. Así,
a las 42 mil hectáreas que ocupa la ciudad de Santiago,
se agregaron 90 mil con las mejores tierras agrícolas
del país donde ahora se podrá edificar.
¿Dónde quedaron los discursos del candidato
Ricardo Lagos, prometiendo avanzar a paso decidido hacia la
descentralización del país y el crecimiento
planificado de las ciudades? ¿Qué se hizo la
promesa de congelar el crecimiento de un Santiago superpoblado
y saturado de contaminación? Fue lo que preguntaron
quienes se opusieron hasta último momento a ese cambio
del plano regulador, tanto en distintos sectores de la sociedad
como en el propio Parlamento.
Pero antes que la población llegue a experimentar las
consecuencias de estas decisiones en la Región Metropolitana,
el Ejecutivo envió sigilosamente a la Comisión
de Vivienda del Senado el proyecto para “modernizar”
la Ley General de Urbanismo y Construcciones, mediante el
cual pretende extender a todo el país el mismo modelo.
Dirige esa comisión el senador DC Hosaín Sabag.
Nuevamente, la base de la propuesta es la transformación
de suelos agrícolas y rurales en tierras edificables,
y la creación de Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado
(o variantes de éstas), según sea el interés
del sector privado. En estas zonas se contempla desarrollar
complejos inmobiliarios bajo ciertas condiciones que se establecerán
caso a caso, en un acuerdo o compromiso pactado con la autoridad
del Minvu que corresponda. En todo caso, deben ser grandes
proyectos (en Santiago, en un área mínima de
300 hectáreas y en el resto del país en no menos
de 100) del tipo ciudades satélite, con áreas
“productivas” (oficinas, locales comerciales),
colegios y sedes universitarias, centros de atención
médica (en ambos casos, sin especificar si deben ser
públicos o privados), otros servicios (bomberos, retenes
policiales, seguridad privada), áreas verdes, etc.
En la parte inmobiliaria, se exige que el 20% de la Zoduc
corresponda a viviendas económicas. Las condiciones
específicas se definen en cada caso, de acuerdo con
las peculiaridades del proyecto y con los criterios del representante
del Minvu. Esta “negociación” bilateral,
a juicio de Katia Cotoras, miembro de la Comisión de
Leyes y Ordenanzas del Colegio de Arquitectos, no es aconsejable,
porque puede prestarse para actos de corrupción.
Lo que salta a la vista es que quienes se beneficiarán
directamente, si el proyecto se convierte en ley, son los
especuladores inmobiliarios. El negocio reside en la compra
de tierras de uso agrícola a bajo precio, porque su
valor en el mercado se multiplicará ante la sola posibilidad
de que se permita construir en ellas. Se estima que el valor
del metro cuadrado podrá aumentar, al menos, diez veces
(de 0,3 UF por metro cuadrado a 3 UF). Y obviamente, también
ganan las empresas con capacidad para instalar megaproyectos
(ver recuadro), industrias y complejos turísticos en
las nuevas tierras que se incorporan al negocio inmobiliario.
AUTORITARISMO
EN VIVIENDA
Este modelo que, según los entendidos, imita el esquema
“californiano” (made in USA), se gestó
en el Ministerio de Vivienda bajo la tutela de Jaime Ravinet
y del jefe de Desarrollo (….)
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