Edición 576 - Desde el 16 al 30 de Septiembre de 2004
Inicio |   Favoritos | Recomendar Página | Cartas al Director |
Buscar
Buscar con Google

Libro de Visitas
Firma el libro de visitas Firmar el Libro
Este es el punto donde dejan su firma quienes visitan este sitio.
Ediciones Anteriores
En Quioscos
En esta edición

DULCE PATRIA
¿para quienes?

“Punto Final” cumple 39 años
UN TRIUNFO
DE VIDA

La derecha y los fondos de Pinochet
TRAICIONES FAMILIARES

Sangrienta represalia de la CNI contra el MIR
La “Noche de los
CUCHILLOS LARGOS”

Premio Nacional de Literatura
Amor y Muerte
en Armando Uribe

En edición impresa
 LAS OLIMPIADAS
de la desigualdad

Las cuentas alegres
DE LA BANCA

El general no tiene
QUIEN LO DEFIENDA

Origen del celibato
¿Por qué los curas
SON SOLTEROS?

DE PASEO
por los talleres literarios
CARTA ABIERTA AL GOBIERNO

 

El general no tiene
QUIEN LO DEFIENDA

Autor: Walter Garib

En la soledad de su pieza, mientras aguarda que el valet lo venga a vestir después del desayuno, el general medita sobre su pasado. Desde hace meses, por no decir años, un esplín como el de Garrick, el actor inglés, le impide dormir. Sus sueños otrora plácidos, cuando ninguna hoja de la república encarcelada se movía sin él saberlo, se han transformado en una sucesión de desventuras. Observa, con la angustia de quien se siente traicionado, cómo la oligarquía que lo encumbró en el poder y le hizo el camino fácil para cometer tropelías, le da la espalda. “¿Acaso no fui un buen capataz, leal a los principios de los patrones?” se pregunta y bebe un sorbo de café con cardamomo, aunque se lo han prohibido.
Algo recuerda de cuando leía, porque se lo recomendaban sus amanuenses que preparaban desde ya sus memorias de prócer. Y como la memoria aún lo acompaña, desmintiendo a quienes lo quieren acusar de haber alcanzado la condición de gagá, rememora el monólogo de Segismundo: “¡Ay! mísero de mí. ¡Ay! infelice… Ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros, naciendo”. Acaso lucubra, en sus exaltados instantes de lucidez, que ojalá el monólogo de Segismundo no sea el del acabo de mundo…
¿Dónde están aquellos que sumisos se prosternaban a su paso y alababan su intelecto, su condición de gobernante, estadista y de guerrero aún no demostrado en contienda alguna? ¿Dónde están aquellos que le pedían favores, embajadas, ministerios, granjerías? De a poco emprendieron el vuelo, cuando dejó de ser quien era. Se hicieron humo, sir, porque son unos mal agradecidos. Ahora, andan muy concertacionistas, hablando maravillas del régimen.
“¿Merezco este trato?” se pregunta compungido (…)

(Lea este artículo completo en la edición impresa de "Punto Final".
Compre PF, suscríbase a PF)

 

 

Quincenalmente, los viernes, encontrara la nueva edicion de PF en su quiosco, $800 el ejemplar


 

Volver | Imprimir | Enviar por email

 

[ Chile - Santiago ] Punto Final S.A. San Diego 31, of. 606   |    E-mails: Dirección | Webmaster