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Chile
El reino de la
desigualdad
EL
ex ministro Roberto Pizarro abrió los fuegos en el foro sobre la
desigualdad en Chile. A su lado Alfonso Guerra y Rubén Andino Maldonado,
miembros del comité central del PS
Cada vez son menos los que creen el cuento de que un crecimiento de la
economía por sobre el 6%, es bueno para todos los chilenos. La
vida ha demostrado brutalmente que el crecimiento va por un lado y el
desarrollo del país, por otro. Mientras unos pocos ven crecer sus
haberes en 100% o más, muchos otros no tienen ningún haber
que se pueda incrementar. Verdades de este estilo se escucharon en el
foro “Construyendo igualdad: ¿Continuidad o ruptura?”.
Esas verdades, por ser pan de cada día para la mayoría del
país, están lejos de ser revelaciones, pero no es común
oírlas públicamente en boca de dirigentes de la propia Concertación.
Esa fue una de las novedades del foro organizado en el Hotel Tupahue por
una nueva corriente de opinión que surge en el seno del Partido
Socialista (PS), denominada precisamente Opción Socialista (ver
recuadro). Esta corriente -como lo plantearon en la presentación
del encuentro Alfonso Guerra y Rubén Andino, miembros del comité
central del PS-, se plantea retomar los objetivos y valores históricos
que dieron vida a ese partido, en versión siglo XXI, y sumarse
a la búsqueda de alternativas al modelo económico neoliberal.
Otra novedad es que en vez de seguir mirando hacia la socialdemocracia,
al centro e, incluso, a la derecha política, propone un franco
giro hacia la Izquierda.
La jornada reunió distintas miradas para escudriñar a fondo
las razones y expresiones de la desigualdad que se ha profundizado en
Chile bajo los gobiernos de la Concertación. Se encargó
de ilustrar esta realidad con cifras, evidencias, conclusiones y atisbos
de propuestas el economista Roberto Pizarro, ex ministro de Mideplan,
quien tuvo a su cargo la exposición central. Luego, plantearon
sus visiones sobre las muy diversas aristas de la desigualdad Luis Riveros,
rector de la Universidad de Chile; Raúl de la Puente, presidente
de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef); Jorge Arrate,
ex presidente del PS; Carlos Ruiz, coordinador de La SurDA y Carlos Altamirano,
ex secretario general del PS. En el foro estuvo presente el secretario
general del PS, Arturo Barrios, y se excusó el presidente del partido,
Gonzalo Martner.
EL COMPROMISO
DE CURANILAHUE
“Durante los gobiernos de la Concertación no se ha avanzado
en absoluto hacia una mayor igualdad”, afirmó Roberto Pizarro,
recordando, de paso, que esa fue una de las promesas olvidadas de la campaña
presidencial de Ricardo Lagos. Incluso citó palabras pronunciadas
por “el candidato Lagos” en Curanilahue: “Mejoraremos
la distribución del ingreso fortaleciendo las oportunidades de
los que han quedado rezagados. Apoyaremos las Pymes, la capacitación
de los trabajadores, el desarrollo de las zonas atrasadas y el mejoramiento
del poder de negociación de los más débiles. El reto
que asumimos ahora es la lucha contra las desigualdades”.
El reto le quedó grande a la Concertación. Si bien Pizarro
reconoció que la desigual distribución de los ingresos se
arrastra por décadas, agregó que ésta se profundizó
a partir de 1974 con la implementación del modelo neoliberal. “Y
entre 1990 y 2000 incluso empeoró”, dijo. Las cifras son
claras: en 1990 los ingresos autónomos del decil más pobre
correspondían a 1,4% y los del decil más rico, a 42,2%,
y en el 2000 eran de 1,1% y 42,3%, respectivamente. El expositor recordó,
además, que Chile figura entre los doce países del mundo
con peor distribución de ingresos, según el Informe de Desarrollo
Humano del PNUD (2003) y el Banco Mundial, “lo que contrasta con
ser un país de gran libertad económica y bajísimo
riesgo país”. Comentó lo preocupante de esta situación,
sobre todo porque la igualdad está estrechamente ligada al ejercicio
de derechos humanos y sociales fundamentales, y a la libertad para elegir
entre diversas opciones. “Los males sociales, como la delincuencia,
la drogadicción y el narcotráfico, tienen alta correlación
con la diferencia de oportunidades en la vida entre una persona que vive
en La Dehesa y otra que vive en La Pintana”, señaló.
¿Cómo atacar el problema? Roberto Pizarro cuestionó
la visión predominante en la derecha, el centro y parte de la Izquierda,
en el sentido que más y mejor educación es la palanca para
que las personas salgan del círculo de la pobreza y superen por
sí solas las inequidades. Demostró, con números,
las cada vez más abismantes diferencias de recursos y resultados
entre las escuelas municipalizadas y las privadas. Por ejemplo, la prueba
Simce 2003, aplicada a los segundos años de enseñanza media,
ratificó que se mantiene intacta la brecha que separa a unos de
otros: nada menos que 65 puntos de diferencia en castellano y 87 puntos
en matemáticas. Sólo cinco colegios municipalizados se encuentran
entre los 200 establecimientos con mejores puntajes en la prueba de admisión
universitaria (PSU). “O sea, la calidad educacional es mala, pero
no para el 8,5% de los niños ricos que estudian en los colegios
privados. ¿Y cuál es la gran diferencia? En esos colegios
el gasto por alumno es de 2.772 dólares al año, mientras
el gasto público es apenas de 600 dólares anuales por estudiante.
Es decir, cinco veces menor. Por lo tanto, los mejores profesores, la
mejor infraestructura y los mejores materiales están en los colegios
privados”, concluyó.
También se refirió a la forma en que se expresan las desigualdades
en todas las esferas de la sociedad (ver recuadro): salud, previsión,
cultura, medios de comunicación -comenzando por la TV-, y a la
situación debilitada del movimiento sindical y su desmedrada capacidad
de negociación. Al mismo tiempo, mencionó otros factores
de desigualdad que deberían ser revisados, como la institucionalidad
económica y social, que puso fin a la aspiración de igualdad
-vía sistemas solidarios- en salud, educación y previsión
al cambiar las políticas sociales universales por políticas
focalizadas. A eso se agrega la apertura indiscriminada de la economía,
que se ha traducido en una enorme concentración de la riqueza,
por un lado, y en el descalabro de la micro, pequeña y mediana
empresa, por otro. Este proceso, favorecido por la falta de regulaciones,
también incide en lo político debido a los muchos lazos
que se tejen entre el sector empresarial y funcionarios del Estado.
En su opinión, la única manera de equilibrar realmente la
balanza es traspasar recursos de los más ricos a los más
pobres, mediante una reforma tributaria progresiva que permita al Estado
recibir mayores aportes de las empresas. Y, además, volver a la
universalidad en las políticas públicas; fortalecer los
sindicatos y otras organizaciones del mundo social, incluso entregando
aportes del Estado con ese propósito; apoyar a las Pymes a través
del Banco “del” Estado (es decir, retomando su antiguo nombre
y función, etc). “La profunda desigualdad no resiste más
en Chile”, concluyó Pizarro.
TEMA POLITICO
Los comentarios fueron diversos, pero no contradictorios. El rector de
la Universidad de Chile, Luis Riveros, se refirió al contrasentido
del modelo económico chileno que presenta buenos niveles de crecimiento,
pero fracasa en disminuir la brecha social. Precisó que la desigualdad
actúa como un techo para el crecimiento. Mencionó, junto
a las grandes inequidades salariales, la desigualdad entre las regiones
y entre hombres y mujeres. Y recalcó que “este no es un tema
económico, es político”.
Raúl de la Puente se planteó por el cambio del modelo neoliberal,
que ha acentuado la desigualdad a nivel mundial. Afirmó que la
educación perpetúa la mala distribución del ingreso,
y responsabilizó a la legislación laboral de haber debilitado
y destruido la capacidad de negociación del movimiento sindical.
Señaló que el camino para un nuevo sindicalismo y un nuevo
movimiento social es cuestionar y actuar contra los centros de poder.
“Hay que ir más allá de las reivindicaciones corporativas
para pronunciarse sobre los grandes problemas nacionales y del mundo”,
dijo. En ese sentido, rescató los últimos planteamientos
de la CUT, Anef y del Foro Social Mundial.
Para Jorge Arrate, “la inequidad es un tema económico-social,
político y cultural que requiere un conjunto masivo de medidas”,
lo cual demanda un esfuerzo colectivo. En ese sentido, propuso formar
“un gran pacto nacional por la igualdad” que vaya más
allá de los partidos.
“¿Para quién ha gobernado la Concertación durante
todos estos años, a la luz de los registros mencionados aquí,
que tienen que ver con la distribución del ingreso y los niveles
de equidad? ¿Cuál es el sentido de proyectar la Concertación
tal cual la conocemos hoy?”, preguntó Carlos Ruiz, de La
SurDA, luego de analizar las transformaciones gestadas por la dictadura
y profundizadas por la coalición gobiernista. “La Concertación
fracasó en devolverle a esta sociedad la humanidad perdida en las
últimas décadas, a partir de la experiencia autoritaria”,
afirmó. Y añadió que el desafío inmediato
es la constitución de una nueva fuerza social y política,
para volver a pensar en otro modelo de sociedad. Se precisa un esfuerzo
de articulación en una alianza amplia, no sólo contra el
neoliberalismo, sino también contra el ordenamiento político
actual, en particular el binominalismo. “De lo contrario, poco vamos
a avanzar más allá de la crítica en la tarea de la
equidad, la democracia y otras cruzadas que tenemos por delante”,
sostuvo.
Carlos Altamirano destacó el enorme desarrollo que ha tenido la
derecha en todo el mundo -a nivel de partidos, instituciones, Iglesia
Católica, etc.-; el atraso cultural de Chile que se refleja, especialmente,
en el conservadurismo con que se abordan temas como la eutanasia, el aborto
y la anticoncepción, y la desigualdad constitucional mediante la
cual “los militares eligen cuatro senadores, la misma cantidad que
eligen en Santiago cinco millones de ciudadanos”. También
insistió en la necesidad de crear fuerza política con capacidad
para hacer la “gran reforma intelectual y moral de este país.
Mientras no exista fuerza política, toda apelación a darle
más cabida a las Pymes, etc., no tendrá mayor asidero -dijo-.
El gobierno de la Concertación asumió íntegramente
el proyecto neoliberal; dudo que exista un país que aplique una
política neoliberal más extrema que Chile (...) Por eso,
lo fundamental es crear esa fuerza política, incluso de orden testimonial,
aunque no se alcance el poder (...), una fuerza que pueda ir abriendo
en el país una perspectiva distinta a los chilenos”. Y agregó:
“Como Concertación, somos retaguardia de la historia”.
También criticó a quienes eran de Izquierda y hoy aceptan
totalmente el modelo neoliberal. En su opinión, “la real
vanguardia del pensamiento político no está en los partidos,
sino en los grandes movimientos sociales mundiales, feministas, ecologistas,
de derechos humanos...” a partir de los cuales se puede ir configurando
una nueva perspectiva histórica...
Y así. Todo partió con la desigualdad que consume al país,
y que no tiene nada de casual. Queda claro que tampoco se llegará
a la igualdad por mera casualidad
PATRICIA BRAVO
Desafío al orden neoliberal
Los convocantes al foro “Construyendo igualdad: ¿Continuidad
o ruptura?” son los once integrantes del comité central del
PS que lideraban las corrientes identificadas, en la pasada elección
de ese partido, como Movimiento de Identidad Socialista, Recuperación
y Renovación Socialista y Con Allende en la Memoria. Hoy están
agrupados en Opción Socialista. Ellos son Sergio Aguiló,
Francisco Fernández, Roberto Iribarra, Fernando Morales, Ernesto
Pérez, Roberto Pizarro, Alfonso Guerra, Rubén Andino, Sergio
Retamal, Patricia Troncoso, Juan Ulloa y Hernán Vodanovic.
Según señalan en el documento Un partido para desafiar el
orden neoliberal, se plantean “un nuevo estilo para hacer política,
privilegiando los objetivos de bien público por sobre los intereses
personales o corporativos en la búsqueda y la administración
del poder”. Están por la vuelta al mundo social, por iniciar
un proceso de articulación hacia la Izquierda, por continuar desarrollando
instancias abiertas de debate “para conformar una nueva masa crítica
pensante que permita avanzar hacia nuevos modelos de desarrollo”
y “colocar los valores del socialismo en tiempo presente y tiempo
futuro”, como señaló Alfonso Guerra durante el foro.
Ante el dilema de continuar por el mismo camino seguido hasta ahora por
la Concertación, o la ruptura, ellos optan por lo segundo.
Sostienen que “es inevitable reemplazar el orden de impronta neoliberal
vigente, por un Estado social de derecho profundamente democrático
y pluricultural, al que le sea consustancial la instalación de
un proyecto de desarrollo vinculado a una mayor igualdad, justicia social,
participación y diversidad”.
Con ese propósito, enfatizan la necesidad de avanzar en la elaboración
de un programa político electoral que se proponga fortalecer el
rol del Estado: en la economía y en una política de apoyo
a las Pymes; en políticas de redistribución del ingreso;
en replantear el papel del Estado en educación y salud, para volver
a poner como ejes centrales los sistemas públicos; en desarrollar
una política de generación de empleo y fortalecer los derechos
laborales y sindicales; en una reforma judicial profunda e integral; en
la reforma constitucional centrada en los derechos humanos y en el reemplazo
del sistema binominal, etc.
En el plano de las alianzas sociales y políticas, proponen la construcción
de “una amplia mayoría por los cambios”. Sin nombrar
a la actual ministra de Defensa, Michelle Bachelet, esos dirigentes del
PS señalan que “nuestra candidata” debería ser
la alternativa presidencial del nuevo acuerdo político. Este contempla
a “sectores progresistas de la Concertación, el resto de
la Izquierda, ambientalistas y organizaciones sociales y ciudadanas”
Inequidades por mil
CONCENTRACION PATRIMONIAL
(favorecida por la escasa regulación y la debilidad de las políticas
hacia las Pymes):
- Entre las mayores fortunas del mundo (Revista Forbes) aparece Chile
con tres representantes: Andrónico Luksic (subió del N°
256, en 2002, al N° 140, en 2003), Eliodoro Matte (N° 176) y Anacleto
Angelini (N° 205).
- Sólo 16 grupos económicos explican el 80% del PIB.
MAS CONCENTRACIONES...
- Cuatro bancos dominan el sector financiero: Colocaciones Banco Chile
(18%), Santander (24%), Crédito e Inversiones (11%) e Hipotecario
(7%).
- Siete AFP (de 20, en 1993) manejan los 45.000 millones de dólares
que capta el sistema privado de previsión.
- Tres grandes tiendas (Almacenes París, Falabella y Ripley) dominan
el mercado.
Y MAS DESIGUALDAD...
- Las Pymes representan el 80% del empleo, pero no hay políticas
que las sustenten realmente.
- La participación de las ventas de las micro, pequeñas
y medianas empresas disminuyó de 27%, en 1994, a 22%, en 2001.
- La banca les cobra altas tasas de interés, y no se benefician
ni con la baja de las tasas del Banco Central ni con el “bajo riesgo
país”.
- Las tres grandes tiendas, junto con los supermercados, ahogan a las
Pymes proveedoras mediante cobro de publicidad, traspaso de riesgos y
costos... Reproducen la desigualdad cobrando varias veces más a
la gente de menos recursos mediante tarjetas de crédito con altos
intereses (65% en promedio). Así, Falabella se convirtió
en banco. Y Sernac reclama infructuosamente...
SALUD PARA RICOS Y PARA POBRES
- La mortalidad infantil en Puerto Saavedra es 14 veces más alta
que en Vitacura. Y en la comuna de Independencia, es 7 veces más
alta que en Vitacura.
- Las expectativas de vida son entre 10 y 20 años menores en las
comunas pobres, en relación con las ricas.
- Dos tercios de las horas médicas se invierten en el sistema privado,
que da cobertura a menos de un tercio de la población.
- Fonasa tiene varias veces menos recursos que las isapres y da cobertura
al 80% de la población.
- Los gastos de administración en el sector privado son varias
veces más altos que en el sistema público. Y no cubren a
los pobres, a los ancianos ni a las personas con enfermedades catastróficas.
Para peor, a las mujeres les ponen trabas escandalosas (“planes
sin útero”)
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