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Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica
Iraquí
La resistencia crece en Iraq
Al
Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica Iraquí (izq.), con el corresponsal
de PF en París, Paco Peña.
De paso por París, Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica
Iraquí, se entrevistó con dirigentes de organizaciones políticas
y sociales francesas, ONGs, parlamentarios y comités contra la
guerra. El dirigente vive en la clandestinidad en Iraq y pudo salir, en
diciembre último, para realizar una extensa gira de contactos políticos.
Alto, delgado, hablando árabe, Al Kubeissi respondió las
preguntas de PF, traducidas al francés por el presidente del Comité
Contra la Guerra en Iraq, Subi Toma.
Agradeció en primer lugar a todos los que se movilizaron contra
la guerra. Aunque no hayan logrado impedirla -expresó- su
noble acción tiene un valor histórico y quedará para
siempre en nuestra memoria. A pesar de todos los argumentos falsos esgrimidos
por la administración norteamericana para justificar esta guerra,
la agresión quedará como una acción criminal contra
el derecho internacional. El pueblo iraquí -como lo habría
hecho todo pueblo con dignidad- ha reaccionado contra la agresión
resistiendo y oponiéndose a la ocupación de su país.
Al Kubeissi ha vivido estos últimos meses en Bagdad, Faluya, Ramadi,
Abugreb, Madain, Kuba y Kirkuk.
Ante el aumento de las operaciones de resistencia, los soldados norteamericanos
se esconden detrás de muros de cemento, con fosos de agua circundando
sus cuarteles para evitar ser alcanzados. De esta manera, se convierten
ellos mismos en prisioneros al interior de sus fortalezas.
No verá usted nunca a un soldado norteamericano circular
por la calle. Y la pregunta es: ¿Quién ha hecho prisionero
a quién? La divisa de las tropas de ocupación es: mata antes
que te maten. Por esta razón ha habido tantas matanzas en las casas
y barrios que han sido allanados, particularmente durante la noche. Asistí
a un incidente ocurrido en un apartamento del barrio Al Amiria, en Bagdad.
Soy preciso en cuanto a la cantidad de tropa que intervino en esta operación:
80 tanques, 120 vehículos blindados, 150 camiones que transportaban
tropas y unos 30 helicópteros Apache, sobrevolando. Todo esto por
un solo apartamento. Desde la 1 am. hasta las 5 am., acordonaron el barrio
aterrorizando a sus habitantes.
Pero a pesar del terror desencadenado por las tropas norteamericanas,
son ellas las que tienen miedo, afirma Al Kubeissi. Están
histéricos: 56 soldados se habrían suicidado desde el inicio
de la intervención. Más de 1.700 han tenido problemas de
estrés y depresión y han sido reembarcados a Estados Unidos.
Cerca de 3.150 soldados han desertado, tratando de alcanzar la frontera
siria, turca o jordana. Muchos acuden a lugares donde encuentran hachís
u otras drogas. La policía militar los atrapa a menudo en los barrios
de Karrada y Al Mansur, en Bagdad. La consecuencia de este estado de histeria
es el asesinato de familias enteras en sus propios domicilios, durante
los allanamientos.
El 28 de noviembre, dice el presidente de la Alianza Patriótica
Iraquí, un soldado enloqueció y mató a siete prisioneros,
hiriendo a otros veintidós.
Pero los ocupantes no atacan únicamente al pueblo iraquí.
Varios miles de dunums (unidad de medida árabe utilizada en la
agricultura) han sido arrasados: palmeras, manzanos y otros árboles
frutales, porque -dicen los invasores- los combatientes los utilizan como
refugios. En la ruta de Bagdad al aeropuerto ya no hay un solo árbol.
En otras regiones -Abugreb, Raichdía- los árboles fueron
arrancados. Casas y habitaciones -1.120- han sido dinamitadas o bombardeadas
en Hillah, Faluya, Tikrit, Bagdad, Ramadi y otras ciudades.
En Kirkuk, Mosul, Nayaf e Hillah, 120 casas fueron incendiadas por milicias
kurdas de Talabani y Barzani, aliados de los norteamericanos.
¿Disponen de un balance de los estragos cometidos por las fuerzas
de ocupación?
Después de la guerra, 182 mil personas han sido detenidas.
Los que ahora son detenidos se encuentran en cuatro lugares. Hay otros
lugares de detención cuya ubicación no conocemos.
517 personas han sido ejecutadas sin proceso ni juicio. 920 prisioneros
sometidos a torturas quedaron discapacitados. Alrededor de dos mil mujeres
han sido violadas por soldados norteamericanos, ingleses, italianos y
polacos. Otras fueron violadas por las milicias de Talabani y Barzani.
550 niños que habían buscado refugio en orfelinatos fueron
secuestrados y se han cometido abusos sexuales contra ellos.
En lo relativo a robos, se han perdido cinco mil millones de dinars por
concepto de robo en los domicilios de iraquíes y cerca de diecisiete
mil piezas de oro. El saqueo de bienes del Estado se estima en 22 mil
millones de dólares. Las fuerzas de ocupación han tomado
el control de bienes, empresas y servicios cuyo valor alcanza 35 mil millones
de dólares. 1.350 piezas antiguas fueron robadas por los norteamericanos
en el museo de Bagdad. Ocho mil otros objetos de arte desaparecieron en
diversas regiones de Iraq. Han tratado de destruir el sistema escolar
y de salud. Han instalado a sus tropas en hospitales y otras instituciones.
En Suwayrah -donde existía una industria farmacéutica- ésta
ha sido transformada en base militar. En Abugreb había una institución
-Al Kindi- que producía vacunas para animales. Los norteamericanos
fueron a instalarse deliberadamente en esa fábrica. En la calle
Rachid de Bagdad, hay un lugar que se llama la casa del laúd,
una tienda especializada en música. Las fuerzas de ocupación
decidieron instalarse en esa tienda.
Por otra parte, 75% por ciento de los iraquíes vive en estado de
cesantía permanente. El litro de gasolina, que costaba 20 dinars,
está hoy a 750. El combustible para calefacción o aire acondicionado,
que estaba a 5.000 dinars, ha pasado a 56.000. Este es el nuevo Iraq de
los ocupantes norteamericanos.
Con respecto a la resistencia, ¿qué puede decirnos?
El número de operaciones contra el enemigo es de 45 a 60
por día. La resistencia ha llegado a ser en estos meses una suerte
de cultura popular que sigue en ascenso. Una proporción
importante de la juventud apoya a la resistencia. Será muy difícil
para EE.UU. aplastar esta resistencia multitudinaria. El humilde vendedor
de tomates se transforma en la noche en resistente. Las estimaciones sobre
el número de combatientes que toman parte en acciones armadas van
de 60 mil a 100 mil. El enemigo no lo dice, pero hay verdaderas batallas
que duran más de cinco horas. Por eso las operaciones de guerra
han reaparecido: los estadounidenses comenzaron a utilizar aviones F-16,
misiles de largo alcance, tanques y artillería. Algunos ejemplos,
de los cuales no habla la prensa sometida a Washington: en la región
cercana a Faluya se produjo una batalla entre fuerzas de ocupación
y la resistencia: once blindados fueron destruidos y 17 soldados resultaron
muertos.
Otra batalla se produjo cerca de esta misma ciudad y duró diez
horas. Habían muertos en las calles y diecisiete vehículos
incendiados. En Faluya todos los días hay dos o tres acciones armadas
de la resistencia.
La resistencia dispone de muchas armas, de muchos hombres. Por eso cuando
hablan de infiltración, de combatientes que no serían de
nacionalidad iraquí, es una mentira flagrante. Puedo asegurar que
en Faluya no existe un solo combatiente extranjero. Pero, si amigos de
otros países vinieran a Iraq para combatir al invasor, serían
bienvenidos.
¿Cuál es la situación de la resistencia en otros
lugares, en Kurdistán y en el sur chiíta, por ejemplo?
Es verdad que la región de Faluya es un símbolo, es
la ciudad donde la resistencia está mejor organizada. Pero hay
regiones como Abugreb, Hawijah -cerca de Kirkuk- y otras, donde la resistencia
es tan fuerte como en Faluya, incluso el número de operaciones
es mayor. El último día de Ramadán, una batalla duró
dos días en Hawijah. Los norteamericanos asesinaron a 83 personas,
dinamitaron 27 casas y arrestaron a más de tres mil habitantes.
En Kirkuk todos los días hay entre dos y siete acciones armadas
de la resistencia, que tiene en su poder centenares de uniformes y subametralladoras
del ejército norteamericano y armas que se compran a los desertores.
En el sur, las acciones armadas son menos numerosas. Sin embargo, cada
día hay una acción armada en Suyukh, Al Kaba, cerca de Nasiriya
e Hillah. Pero el enemigo omite dar informaciones, con el fin de hacer
creer que la resistencia es activa sólo en una región del
país. El problema es la represión que ejercen 20.000 milicianos
iraníes acarreados por EE.UU. y 3.000 agentes kuwaitíes,
que han creado una atmósfera de terror. Miles de personas que se
oponen a la ocupación han huido del sur por miedo a esas milicias
al servicio de los invasores.
¿Los kurdos quedarían fuera de la alianza que ustedes propician?
Los partidos kurdos de Talabani y Barzani están comprometidos
con el proyecto de dominación norteamericano. Pero en el norte
existe un movimiento político clandestino, calificado por los occidentales
como islamita extremista. Para nosotros eso es secundario:
extremistas o no, son bienvenidos pues combaten a los norteamericanos.
Lo que queremos es expulsar a los invasores.
¿La Alianza incluye a militantes y cuadros del partido Baas?
Por cierto. El partido Baas es el elemento fundador y pilar de la
resistencia, es su fuerza principal. Pero en el futuro habrá muchas
corrientes en la Alianza. La gente proviene de diversos grupos y tendencias:
nacionalistas, nasseristas, democráticos, islamitas, panarabistas.
Los islamitas que combaten al invasor son religiosos que no pertenecen
a partidos u organizaciones islámicas. Se ha creado una cultura
de resistencia popular. Por eso es muy difícil para EE.UU.
controlar la situación.
¿La detención de Saddam Hussein afectó la moral de
la resistencia?
La detención de Saddam Hussein provocó amargura porque
regocijaba a los norteamericanos. Para los iraquíes fue otra afrenta.
Todo aquello que los regocije nos amarga. Creo que los norteamericanos
van a lamentar haberlo arrestado: los militantes y cuadros del Baas se
acercarán más a la resistencia, tendrán una actitud
más unitaria, puesto que el poder central simbólico ya no
existe. Y aquellos que no son del Baas estarán liberados de toda
duda o malentendido. Los islamitas se acercarán a los baasitas,
a los demócratas y nacionalistas. Esa detención tendrá
como consecuencia la unificación de la resistencia. Lo más
importante, por el momento, es la unión de las fuerzas de la resistencia
en el marco de un frente político contra la ocupación. Antes
había en Iraq un partido único que excluía a los
demás y hemos tenido que esperar para crear un frente único.
La resistencia tiene un programa:
1° Expulsar al invasor;
2° Constitución de un gobierno formado por todas las fuerzas
representativas del pueblo iraquí, elecciones democráticas,
elaborar nuevas normas constitucionales que garanticen el pluralismo;
y
3° Restauración de la soberanía del país.
¿Qué posición tienen las diferentes fracciones del
partido Comunista iraquí?
El partido Comunista oficial es una banda de traidores. Hay tres
corrientes. El partido oficial, la mayoría del comité central
que colabora con EE.UU.; una escisión llamada Dirección
General que se opone a la ocupación y apoya a la resistencia,
además de una corriente que se fue del PCI hace años: los
cuadros, que también participan en la resistencia,
aun cuando no tienen una organización partidaria estructurada.
La Dirección General podría formar parte de
la alianza que hemos creado sobre la base de la unidad de islamitas, nacionalistas,
laicos, baasitas, nasseristas, panarabistas, comunistas. Sólo tendremos
éxito si logramos conformar un amplio frente con todas las fuerzas
que se oponen a la ocupación
PACO PEÑA
En París
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