Edición 561 - Desde el 23 de enero al 4 de marzo de 2004
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La resistencia crece en Iraq
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Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica Iraquí

La resistencia crece en Iraq

Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica Iraquí (izq.), con el corresponsal de PF en París, Paco Peña.

De paso por París, Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica Iraquí, se entrevistó con dirigentes de organizaciones políticas y sociales francesas, ONGs, parlamentarios y comités contra la guerra. El dirigente vive en la clandestinidad en Iraq y pudo salir, en diciembre último, para realizar una extensa gira de contactos políticos. Alto, delgado, hablando árabe, Al Kubeissi respondió las preguntas de PF, traducidas al francés por el presidente del Comité Contra la Guerra en Iraq, Subi Toma.
Agradeció en primer lugar a todos los que se movilizaron contra la guerra. “Aunque no hayan logrado impedirla -expresó- su noble acción tiene un valor histórico y quedará para siempre en nuestra memoria. A pesar de todos los argumentos falsos esgrimidos por la administración norteamericana para justificar esta guerra, la agresión quedará como una acción criminal contra el derecho internacional”. El pueblo iraquí -como lo habría hecho todo pueblo con dignidad- ha reaccionado contra la agresión resistiendo y oponiéndose a la ocupación de su país.
Al Kubeissi ha vivido estos últimos meses en Bagdad, Faluya, Ramadi, Abugreb, Madain, Kuba y Kirkuk.
Ante el aumento de las operaciones de resistencia, los soldados norteamericanos se esconden detrás de muros de cemento, con fosos de agua circundando sus cuarteles para evitar ser alcanzados. De esta manera, se convierten ellos mismos en prisioneros al interior de sus fortalezas.
“No verá usted nunca a un soldado norteamericano circular por la calle. Y la pregunta es: ¿Quién ha hecho prisionero a quién? La divisa de las tropas de ocupación es: mata antes que te maten. Por esta razón ha habido tantas matanzas en las casas y barrios que han sido allanados, particularmente durante la noche. Asistí a un incidente ocurrido en un apartamento del barrio Al Amiria, en Bagdad. Soy preciso en cuanto a la cantidad de tropa que intervino en esta operación: 80 tanques, 120 vehículos blindados, 150 camiones que transportaban tropas y unos 30 helicópteros Apache, sobrevolando. Todo esto por un solo apartamento. Desde la 1 am. hasta las 5 am., acordonaron el barrio aterrorizando a sus habitantes”.
Pero a pesar del terror desencadenado por las tropas norteamericanas, son ellas las que tienen miedo, afirma Al Kubeissi. “Están histéricos: 56 soldados se habrían suicidado desde el inicio de la intervención. Más de 1.700 han tenido problemas de estrés y depresión y han sido reembarcados a Estados Unidos. Cerca de 3.150 soldados han desertado, tratando de alcanzar la frontera siria, turca o jordana. Muchos acuden a lugares donde encuentran hachís u otras drogas. La policía militar los atrapa a menudo en los barrios de Karrada y Al Mansur, en Bagdad. La consecuencia de este estado de histeria es el asesinato de familias enteras en sus propios domicilios, durante los allanamientos”.
El 28 de noviembre, dice el presidente de la Alianza Patriótica Iraquí, un soldado enloqueció y mató a siete prisioneros, hiriendo a otros veintidós.
Pero los ocupantes no atacan únicamente al pueblo iraquí. Varios miles de dunums (unidad de medida árabe utilizada en la agricultura) han sido arrasados: palmeras, manzanos y otros árboles frutales, porque -dicen los invasores- los combatientes los utilizan como refugios. En la ruta de Bagdad al aeropuerto ya no hay un solo árbol. En otras regiones -Abugreb, Raichdía- los árboles fueron arrancados. Casas y habitaciones -1.120- han sido dinamitadas o bombardeadas en Hillah, Faluya, Tikrit, Bagdad, Ramadi y otras ciudades.
En Kirkuk, Mosul, Nayaf e Hillah, 120 casas fueron incendiadas por milicias kurdas de Talabani y Barzani, aliados de los norteamericanos.
¿Disponen de un balance de los estragos cometidos por las fuerzas de ocupación?
“Después de la guerra, 182 mil personas han sido detenidas. Los que ahora son detenidos se encuentran en cuatro lugares. Hay otros lugares de detención cuya ubicación no conocemos.
517 personas han sido ejecutadas sin proceso ni juicio. 920 prisioneros sometidos a torturas quedaron discapacitados. Alrededor de dos mil mujeres han sido violadas por soldados norteamericanos, ingleses, italianos y polacos. Otras fueron violadas por las milicias de Talabani y Barzani. 550 niños que habían buscado refugio en orfelinatos fueron secuestrados y se han cometido abusos sexuales contra ellos.
En lo relativo a robos, se han perdido cinco mil millones de dinars por concepto de robo en los domicilios de iraquíes y cerca de diecisiete mil piezas de oro. El saqueo de bienes del Estado se estima en 22 mil millones de dólares. Las fuerzas de ocupación han tomado el control de bienes, empresas y servicios cuyo valor alcanza 35 mil millones de dólares. 1.350 piezas antiguas fueron robadas por los norteamericanos en el museo de Bagdad. Ocho mil otros objetos de arte desaparecieron en diversas regiones de Iraq. Han tratado de destruir el sistema escolar y de salud. Han instalado a sus tropas en hospitales y otras instituciones. En Suwayrah -donde existía una industria farmacéutica- ésta ha sido transformada en base militar. En Abugreb había una institución -Al Kindi- que producía vacunas para animales. Los norteamericanos fueron a instalarse deliberadamente en esa fábrica. En la calle Rachid de Bagdad, hay un lugar que se llama “la casa del laúd”, una tienda especializada en música. Las fuerzas de ocupación decidieron instalarse en esa tienda.
Por otra parte, 75% por ciento de los iraquíes vive en estado de cesantía permanente. El litro de gasolina, que costaba 20 dinars, está hoy a 750. El combustible para calefacción o aire acondicionado, que estaba a 5.000 dinars, ha pasado a 56.000. Este es el nuevo Iraq de los ocupantes norteamericanos”.
Con respecto a la resistencia, ¿qué puede decirnos?
“El número de operaciones contra el enemigo es de 45 a 60 por día. La resistencia ha llegado a ser en estos meses una suerte de ‘cultura popular’ que sigue en ascenso. Una proporción importante de la juventud apoya a la resistencia. Será muy difícil para EE.UU. aplastar esta resistencia multitudinaria. El humilde vendedor de tomates se transforma en la noche en resistente. Las estimaciones sobre el número de combatientes que toman parte en acciones armadas van de 60 mil a 100 mil. El enemigo no lo dice, pero hay verdaderas batallas que duran más de cinco horas. Por eso las operaciones de guerra han reaparecido: los estadounidenses comenzaron a utilizar aviones F-16, misiles de largo alcance, tanques y artillería. Algunos ejemplos, de los cuales no habla la prensa sometida a Washington: en la región cercana a Faluya se produjo una batalla entre fuerzas de ocupación y la resistencia: once blindados fueron destruidos y 17 soldados resultaron muertos.
Otra batalla se produjo cerca de esta misma ciudad y duró diez horas. Habían muertos en las calles y diecisiete vehículos incendiados. En Faluya todos los días hay dos o tres acciones armadas de la resistencia.
La resistencia dispone de muchas armas, de muchos hombres. Por eso cuando hablan de infiltración, de combatientes que no serían de nacionalidad iraquí, es una mentira flagrante. Puedo asegurar que en Faluya no existe un solo combatiente extranjero. Pero, si amigos de otros países vinieran a Iraq para combatir al invasor, serían bienvenidos”.
¿Cuál es la situación de la resistencia en otros lugares, en Kurdistán y en el sur chiíta, por ejemplo?
“Es verdad que la región de Faluya es un símbolo, es la ciudad donde la resistencia está mejor organizada. Pero hay regiones como Abugreb, Hawijah -cerca de Kirkuk- y otras, donde la resistencia es tan fuerte como en Faluya, incluso el número de operaciones es mayor. El último día de Ramadán, una batalla duró dos días en Hawijah. Los norteamericanos asesinaron a 83 personas, dinamitaron 27 casas y arrestaron a más de tres mil habitantes. En Kirkuk todos los días hay entre dos y siete acciones armadas de la resistencia, que tiene en su poder centenares de uniformes y subametralladoras del ejército norteamericano y armas que se compran a los desertores.
En el sur, las acciones armadas son menos numerosas. Sin embargo, cada día hay una acción armada en Suyukh, Al Kaba, cerca de Nasiriya e Hillah. Pero el enemigo omite dar informaciones, con el fin de hacer creer que la resistencia es activa sólo en una región del país. El problema es la represión que ejercen 20.000 milicianos iraníes acarreados por EE.UU. y 3.000 agentes kuwaitíes, que han creado una atmósfera de terror. Miles de personas que se oponen a la ocupación han huido del sur por miedo a esas milicias al servicio de los invasores”.
¿Los kurdos quedarían fuera de la alianza que ustedes propician?
“Los partidos kurdos de Talabani y Barzani están comprometidos con el proyecto de dominación norteamericano. Pero en el norte existe un movimiento político clandestino, calificado por los occidentales como ‘islamita extremista’. Para nosotros eso es secundario: ‘extremistas’ o no, son bienvenidos pues combaten a los norteamericanos. Lo que queremos es expulsar a los invasores”.
¿La Alianza incluye a militantes y cuadros del partido Baas?
“Por cierto. El partido Baas es el elemento fundador y pilar de la resistencia, es su fuerza principal. Pero en el futuro habrá muchas corrientes en la Alianza. La gente proviene de diversos grupos y tendencias: nacionalistas, nasseristas, democráticos, islamitas, panarabistas. Los islamitas que combaten al invasor son religiosos que no pertenecen a partidos u organizaciones islámicas. Se ha creado una ‘cultura de resistencia popular’. Por eso es muy difícil para EE.UU. controlar la situación”.
¿La detención de Saddam Hussein afectó la moral de la resistencia?
“La detención de Saddam Hussein provocó amargura porque regocijaba a los norteamericanos. Para los iraquíes fue otra afrenta. Todo aquello que los regocije nos amarga. Creo que los norteamericanos van a lamentar haberlo arrestado: los militantes y cuadros del Baas se acercarán más a la resistencia, tendrán una actitud más unitaria, puesto que el poder central simbólico ya no existe. Y aquellos que no son del Baas estarán liberados de toda duda o malentendido. Los islamitas se acercarán a los baasitas, a los demócratas y nacionalistas. Esa detención tendrá como consecuencia la unificación de la resistencia. Lo más importante, por el momento, es la unión de las fuerzas de la resistencia en el marco de un frente político contra la ocupación. Antes había en Iraq un partido único que excluía a los demás y hemos tenido que esperar para crear un frente único. La resistencia tiene un programa:
1° Expulsar al invasor;
2° Constitución de un gobierno formado por todas las fuerzas representativas del pueblo iraquí, elecciones democráticas, elaborar nuevas normas constitucionales que garanticen el pluralismo; y
3° Restauración de la soberanía del país”.
¿Qué posición tienen las diferentes fracciones del partido Comunista iraquí?
“El partido Comunista oficial es una banda de traidores. Hay tres corrientes. El partido oficial, la mayoría del comité central que colabora con EE.UU.; una escisión llamada ‘Dirección General’ que se opone a la ocupación y apoya a la resistencia, además de una corriente que se fue del PCI hace años: los ‘cuadros’, que también participan en la resistencia, aun cuando no tienen una organización partidaria estructurada. La ‘Dirección General’ podría formar parte de la alianza que hemos creado sobre la base de la unidad de islamitas, nacionalistas, laicos, baasitas, nasseristas, panarabistas, comunistas. Sólo tendremos éxito si logramos conformar un amplio frente con todas las fuerzas que se oponen a la ocupación”


PACO PEÑA
En París

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