Edición 561 - Desde el 23 de enero al 4 de marzo de 2004
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En esta edición
Queremos encontrarnos
con el pueblo chileno
Patriotas... ¡marrr...!
(O la patria como fetiche)
ECUADOR
Gutierrez en la
cuerda floja
Crisis en la región andina
El eslabón más débil
del neoliberalismo
¿Las instituciones funcionan? Las presiones
de Cheyre
CHILE
Construyendo una
alternativa política
Las pestilentes
Aguas Andinas
Consumo no es desarrollo
Para un ardiente verano
El condón salvador
Senador Ruiz-Esquide revela lo que se oculta
Mar de fondo en la reforma de la salud
Al Kubeissi, presidente de la Alianza Patriótica Iraquí
La resistencia crece en Iraq
Visita

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Queremos encontrarnos
con el pueblo chileno

Se ha frustrado una visita a Chile organizada por la Fundación Oceana hace varios meses, por la campaña de odio desatada por sectores que siempre actúan en contra de la amistad entre los pueblos de América Latina.
La reivindicación marítima es una demanda que siempre ha sido sustentada por el pueblo boliviano. Inicialmente, no estaba prevista en el diálogo que iba a realizarse como parte de la invitación que recibí. La actualización de este reclamo se da en el contexto del proceso de integración latinoamericano; éste es la razón por la que los mandatarios de algunas naciones de nuestra región, y otras personalidades internacionales, expresaron no solamente su apoyo a nuestra reivindicación, sino su disposición a participar en la búsqueda de soluciones a un problema que es más que centenario.
Conociendo las susceptibilidades que despierta este tema y con el propósito de aclarar nuestra posición y la justicia de esta reclamación, reiteré mi disposición a visitar Santiago de Chile en la fecha prevista por la invitación que me hicieron Oceana y el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Olca). Sin embargo, unas horas antes de embarcarme, recibí un fax del anfitrión que me solicitaba suspender el viaje, dada la atmósfera que se había creado en esa ciudad.
Debo destacar que, casi simultáneamente, recibí una invitación de Fuerza Social y Democrática, instándome a realizar el viaje bajo la responsabilidad de esa agrupación política. He agradecido el gesto, pero consideré que debía atender, antes que nada, el criterio de quienes me invitaron inicialmente.
Quiero puntualizar, en primer lugar, que era propósito inicial de mi visita afianzar lazos de hermandad con organizaciones sociales de Chile que, desde tiempo atrás, nos han expresado su interés por conocer el proceso que vive Bolivia. Mostrar allí que, como representante de los pueblos originarios, luchamos por decir, hacer y vivir en condiciones de igualdad con todos los seres humanos, poniendo en evidencia la discriminación que sufrimos en todos nuestros actos. Asumo el compromiso de establecer esos contactos en un futuro próximo.
En segundo lugar, me parece importante hacer conocer, ahora, la visión que tenemos aquí con relación a la reivindicación marítima de Bolivia.
El tratado de 1904 fue impuesto a nuestro país en condiciones adversas a cualquier reclamación boliviana. El gobierno de entonces aceptó una compensación monetaria destinada a una construcción ferroviaria, que no podía compensar el daño estructural que se nos había hecho. Basta comparar este tratado con el firmado entre Chile y Perú, en 1922, para ver la magnitud de las imposiciones que nos hizo el gobierno chileno.
Desde entonces, la reclamación de Bolivia ha estado presente en las relaciones entre nuestros países, sin que se haya modificado ni una sola palabra de aquel tratado. Es más: en la década de los 60, las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia quedaron suspendidas, por la falta de disposición de La Moneda a tratar el aprovechamiento de las aguas del río Lauca, en los términos que corresponden a dos países vecinos. Aún hoy, está pendiente otro hecho: el aprovechamiento de las aguas del Silala que, según el derecho internacional, corresponden a la soberanía boliviana.
Nos preguntamos los bolivianos: ¿No hay razones suficientes para reclamar la revisión del tratado de 1904? Es más: Chile trató, por todos los medios, de rectificar un tratado con Argentina en relación al canal Beagle, cuestión que se resolvió con una mediación internacional. Otros grandes problemas limítrofes en todo el mundo han sido revisados, sobre todo cuando los tratados han sido impuestos por la fuerza.
Estamos convencidos que la mediterraneidad de Bolivia, provocada por la invasión que sufrimos en 1879, es un factor de importancia en la situación de empobrecimiento y atraso de Bolivia. Estamos sometidos a la voluntad de otro país en nuestro comercio internacional. No tenemos ninguna posibilidad de crear condiciones de mejoramiento en las relaciones económicas con el resto del mundo.
En el proceso de integración, que estamos transitando con muchas dificultades los países de Sudamérica, la persistencia de esa injusticia se agrega a otros obstáculos que la dificultan. El comercio de Bolivia es factor dinamizador de la economía del norte chileno, la que estará siempre restringida por las malas relaciones entre nuestros países. Debemos destrabar estos obstáculos para avanzar hacia el objetivo de la integración.
Compañeros y amigos: reitero mi disposición a visitarlos en un futuro próximo. Fuerza Social y Democrática me ha reiterado su invitación, con el apoyo de nuestros amigos de la Corporación Representa. En el MAS estamos considerando esta posibilidad y les haremos conocer nuestra decisión en el menor tiempo posible.
Un abrazo de hermano latinoamericano,

Evo Morales Ayma

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