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Para un ardiente verano
El condón salvador
Jaime
Lorca está comprometido en la lucha contra el VIH-sida, divulgando
los riesgos de la enfermedad, enseñando a prevenirla, apoyando
a quienes viven el duelo tras la muerte de un familiar. Cada día
de Jaime está completamente ocupado. Da charlas en Santiago, en
Valparaíso, va donde lo llamen y por las tardes, trabaja en el
centro de documentación de la Corporación Sida Acción:
allí ayuda a los estudiantes, desde básicos a universitarios,
a encontrar información para sus tareas, investigaciones o tesis
sobre el VIH.
Jaime, además, lleva en su sangre el virus del sida. Nadie lo pensaría
al ver a este hombre saludable, como tantos otros que recorren las calles
de Santiago cumpliendo con el trabajo cotidiano. Por eso, el luchador
que es Jaime Lorca ha dedicado el tiempo que le quede de vida a prevenir,
desinteresadamente, a los demás, para que no sufran lo que a él
le ha tocado vivir.
Mientras tanto, en otro plano del mismo tema, tres canales de televisión
decidieron no transmitir los spots de la Sexta Campaña Nacional
de Prevención del Sida, iniciada el Día Mundial del Sida
por el Ministerio de Salud. Los medios censores fueron el Canal 13 de
la Pontificia Universidad Católica de Santiago, UCV-TV de la Universidad
Católica de Valparaíso y Megavisión, del ultraconservador
empresario Ricardo Claro.
En una acción paralela, la iglesia católica desató
una crítica dura y fustigante contra la inmoralidad de la
campaña y la ineficiencia del condón. El gobierno,
por su lado salió a defender enérgicamente los spots censurados.
Similares reacciones se registraban en diversas organizaciones sociales
sensibles a los avance del VIH-sida.
Frente a los argumentos del clero sobre la inseguridad en el uso del condón,
el ministro de Salud, Pedro García, señaló que los
estudios científicos que están a la vista a nivel universal
demuestran que el preservativo tiene efectividad. Además,
en la página web de la cartera se incluyeron numerosos estudios
que avalan esa afirmación. El secretario de Estado añadió
esto no quita que el que no quiera usar condón se cuide teniendo
pareja única.
García subrayó que la labor del Ministerio no es dictar
pautas morales a la ciudadanía sobre cómo debe ser su vida
sexual, sino evitar la propagación del VIH. Respecto de las críticas
clericales puntualizó que no todos los chilenos son católicos
o no todos los católicos, necesariamente, se ajustan a los criterios
de la Iglesia.
En torno al aumento de la cifra de contagios precisó que aunque
se ha registrado un crecimiento, ha sido menor al que se preveía
y en ello han influido las campañas anteriores. Lo importante es
lograr que esta patología quede estacionaria. Advirtió,
además, que se trata de una enfermedad que tiene mucho que ver
con los hábitos de las personas.
Al respecto, el ministro subrayó que la gente sabe lo que
es el sida, cómo se contagia y cómo se previene. Sin embargo,
mucha gente no cambia su manera de proceder y por eso, se llama a una
introspección, a ver cómo está procediendo.
Rechazó las cifras manejadas por la iglesia que establecen un 80%
de seguridad al usar el condón, señalando, en cambio, que
la protección está entre 95 y cien por ciento.
Desde otra faceta de la polémica, el presidente del Partido Socialista,
Gonzalo Martner, puntualizó que es increíble que algunos
canales, por conseguir rating vendan sexo y, sin embargo, se opongan a
una campaña para evitar que jóvenes, mujeres, niños
y cualquier ciudadano pueda morir.
Ceguera eclesiastica
La arremetida de la Iglesia se dirigió en forma certera al condón,
al que presagió las penas del infierno. Estigmatizó al humilde
adminículo como si fuera un modernizado hijo de Lucifer, mezcla
de herético, brujo e impío. Más de algún cura
quisiera verlo en manos del Santo Oficio para luego lanzarlo a la hoguera.
De hecho, técnicamente ya lo hicieron.
Son más importantes para la institución religiosa sus valores
éticos y morales que el padecimiento de quienes día a día
sufren la discriminación, el abandono, el desprecio de sus semejantes.
En entrevista a un periódico de la VIII Región, Antonio
Moreno, el arzobispo Opus Dei de Concepción, cual cruzado e inquisidor,
considera la campaña del sida como una amenaza al bien del hombre
y no duda en calificar los spots de inmorales y atentatorios contra los
valores éticos.
Según el arzobispo el enfoque de los spots es una campaña
desmoralizadora, porque presenta como equiparables situaciones que carecen
de moral y, además, los métodos de prevención que
promueven son inmorales.
Añade que aunque fuese seguro en un 100%, el preservativo
es inmoral, y entrar en un terreno reñido con la moral significa
que se van a generar nuevos problemas. Eso es lo que vemos hoy en la sociedad,
esta campaña desmoralizadora ha producido violencia en la juventud
y una corrupción generalizada. Esto se debe a que se abandonan
los principios morales.
A detener el sida
La descalificación del condón que hizo a su vez la Comisión
de Bioética de la Conferencia Episcopal, al señalar que
tiene una efectividad del 80%, fue desmentida rápidamente. Los
expertos destacaron que a nivel internacional existen más de 400
estudios que lo respaldan.
Nuestra posición es sanitaria, no valórica,
afirmó un grupo de especialistas de la salud que quiso aclarar
versiones incorrectas y peligrosas difundidas por el Episcopado
sobre el condón. Existe amplia evidencia de que es efectivo
en un 90%.
La doctora Cecilia Sepúlveda, inmunóloga de dilatada experiencia
en el trabajo con pacientes con VIH, señaló: Nosotros
no estamos por defender el condón, sino por impedir que la epidemia
del VIH-sida continúe avanzando, y dentro de las medidas que deben
considerarse está el uso del condón para la población
que tiene una vida sexual activa.
Junto a la doctora Sepúlveda estaban el decano de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Chile, Jorge Las Heras; el director de la
Escuela de Salud Pública, Giorgio Solimano; el presidente de la
Sociedad Chilena de Salubridad, Manuel Ipinza, y el representante en Chile
de la OPS/OMS, Henry Jouval.
Los especialistas puntualizaron que existe amplia evidencia científica
de que el condón impide el paso de agentes infecciosos como el
VIH, cuando es usado correctamente, y que las investigaciones más
recientes muestran que es efectivo en un 90%. Coincidieron, además,
en la necesidad de elaborar programas intensivos de prevención
de sida que se mantengan en el tiempo, con campañas de comunicación
y actividades continuas en todo el país. Destacaron que no es posible
pretender que la gente elimine de su vida la sexualidad, porque es parte
de su salud, lo que hay que hacer es decirle cómo hacerlo
mejor.
En cuanto al uso del condón, el representante de la OPS/OMS precisó
que sigue siendo uno de los elementos esenciales y fundamentales
en la prevención.
Jorge Las Heras, por su parte, criticó al Ministerio de Salud por
permitir que grupos valóricos o económicos tomen decisiones
sanitarias. En Chile, la gente debe informarse por sobre todas las
cosas y es nuestra responsabilidad darle a la juventud la mayor cantidad
de información (...) Si no, se crea la falsa sensación de
que el sida está curado, pero sabemos que eso no es cierto,
subrayó. Junto con destacar la validez del condón como medida
preventiva, lamentó que el debate se haya centrado en éste,
en circunstancias que el tema realmente significativo lo constituyen los
miles de personas infectadas en nuestro país, los miles que han
muerto y los jóvenes que pueden infectarse y morir.
Según Henry Jouval, la discusión sobre el uso del condón
y la negativa de algunos medios a transmitir la campaña antisida
es un tema antiguo y repetido en muchos otros países. Por eso,
como OMS nuestra posición está dentro de un marco
sanitario epidemiológico y no valórico, apuntó.
Recursos de Proteccion
La Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del
Pueblo, Codepu, presentó un recurso de protección en favor
de la ciudadanía y contra los canales de televisión que
se negaron a transmitir los spots de la campaña de prevención
contra el VIH-sida.
Señaló la abogada del Codepu, Alejandra Arriaza, nuestro
objetivo es que se respete el derecho a la protección de la salud
y a la información. Son derechos humanos garantizados en la Constitución
de la República y en tratados internacionales. Apunta que
por desgracia las cifras de contagiados con sida crecen día a día
porque el tema no se conversa, ni se discute y existe desconocimiento
de las cifras reales en el avance de la enfermedad. Igualmente notoria
es la falta de información en cuanto a la importancia de prevenirla.
El recurso -señala- lo presentamos basándonos en tres
garantías constitucionales: protección a la salud, derecho
a la información e igualdad ante la ley, garantías consagradas
en el artículo 19 de la Constitución. Pensamos que más
allá de la línea editorial o política de cada canal,
existe un interés superior, que es dar información con el
objeto de proteger a la población.
Puntualiza que éste se encuentra por encima de intereses particulares,
puesto que atañe a toda la comunidad. Además, en una sociedad
democrática es fundamental que no sólo exista libertad de
expresión, sino que los ciudadanos puedan acceder a toda la información
que circula, no sólo a la información parcializada que quieren
entregar algunos medios. El recurso fue presentado en la Corte de Apelaciones
capitalina y ha sido acogido a tramitación.
Según la abogada del Codepu, en definitiva el tribunal podría
instruir a los canales que transmitan los spots. Los tribunales,
al aplicar la ley, tienen que velar porque exista efectivamente justicia
y no una ley mecánica, que haya un efectivo avance hacia una sociedad
más democrática.
Estos spots no agreden, sino que hacen reflexionar, ayudan a la población
a tener una sexualidad mucho más madura, más responsable
y evitan poner en riesgo la salud de las personas, observa la profesional,
quien considera grave que prácticamente la mitad de los canales
de TV se esté restando a una campaña de difusión
de protección a la salud.
A su juicio las campañas deberían ser continuas, prolongadas,
diversas. No solamente por televisión, también a través
del debate, de la conversación, en las universidades, en el lugar
de trabajo.
Es indispensable tomar conciencia de que en el país existen 5.362
enfermos con sida y son 5.900 los que viven con VIH asintomático.
A ellos hay que añadir una cifra negra, que se estima
en cerca de 30 mil chilenos contagiados. Los principales afectados son
personas de 15 a 49 años. Entre ellos se ha producido un inquietante
aumento de casos en mujeres
Sonia Cano
Jaime Lorca
La fidelidad se rompe
más fácil que un condón
Habla Jaime
Lorca de la Corporación Sida Acción:
¿Cómo se contagió con el VIH?
Lo adquirí por relaciones sexuales desprotegidas. Creía
que el VIH era una enfermedad de un grupo de gente promiscua, y yo no
me sentía con conducta de riesgo. Tenía una vida muy ordenada,
con pareja única por más de 20 años. Ni siquiera
pensé que me podría pasar. Debo haberlo adquirido entre
el 86-88. En ese intertanto no estuvimos juntos y tuve relaciones con
otra persona. Cuando me notificaron en el 96, busqué a esa persona.
Ya había fallecido de sida.
Se ve que ya lo asumió, ¿cómo fue su proceso?
Ahora estoy bien, pero en esa época el sida para mí
era una cuestión muy ajena. Por lo tanto, no me preocupaba lo que
pasaba con él, ni con los que lo pudieran tener. En el 96, cuando
me notifican, había campañas pero yo, instintivamente, cambiaba
el canal de TV cuando aparecían. No las miraba y no leía.
Ese proceso fue muy angustiante, muy doloroso, fue una condena a muerte,
una muerte inminente. Estuve tratando de preparar un funeral, viendo cómo
dejaba a mi familia tranquila y les inventé que tenía un
cáncer grave. Con eso me manejé durante mucho tiempo con
mi familia. Luego de ese proceso de dolor, de angustia, del Hospital Salvador
me mandaron a la Corporación Chilena de Prevención del Sida.
Allí un grupo de personas con VIH se juntaba a conversar. Llegué
a la Corporación y subí la escala a la rastra y bajé
por mis propios pies, porque cuando salí de ahí sabía
que no me iba a morir.
Les creí a esas siete personas que estaban bien, que hacía
tiempo que sabían que tenían VIH, que conversaban el tema
con una naturalidad tremenda. Lloré mientras me hacían preguntas
y daban respuestas a mis inquietudes, a mi dolor. Luego empecé
a asistir semanalmente a un grupo de conversación y fui aprendiendo
sobre el VIH. Ahora trabajo en varios programas en instituciones, entregando
información y acompañamiento a personas en crisis de salud.
Ahí me toca estar con las familias de personas que podrían
morir. En ese evento ayudo a las familias, las preparo para aceptar el
duelo.
¿Cómo percibe la población al VIH?
Todavía muy ajeno. Se acercan cuando a un amigo o pariente
le toca. De lo contrario, ni siquiera quieren tener información.
Sin embargo, los estudiantes escogen el tema aunque no está en
el currículo de universidades ni institutos. En la educación
media a los alumnos también les interesa el VIH. Me sorprende que
sean los cabros los que quieren saber, no sus educadores.
Desde el punto de vista de la homosexualidad, creo que le debemos mucho
al VIH. Nos ha permitido finalmente hablar de sexualidad. Si se educara
desde la escuela básica no sólo sobre sexualidad reproductiva,
los que trabajamos en prevención llegaríamos con más
facilidad a la gente. Aquí hay una deuda, el Ministerio de Educación
debería hacerse cargo de educar a la gente en prevención.
¿Ha vivido la discriminación?
Al comienzo había más discriminación en los
hospitales. La enfermera se ponía tres guantes y finalmente ni
siquiera lo tocaba a uno. Si tenían que tomar una muestra de sangre,
había una pelea entre quienes debían tomarla.
Todavía la gente y las familias lo pasan muy mal, porque está
lleno de mitos, de falta de información. Lavar la loza con cloro,
estar pendientes de desinfectar el baño... que son trabajos inútiles.
Además está la discriminación afectiva. A uno, desde
que tiene VIH, le cuesta mucho tener pareja, enganchar con alguien, empezar
una relación. Uno tiene que poner el VIH y decirlo, y cuando lo
digo me dicen: ¡Qué pena que te pase a ti, pero déjame
darte un abrazo! Yo a partir de hoy voy a ser tu mejor amigo, y
por supuesto desaparecen para siempre. Esa discriminación es terrible.
¿Cómo enfrenta el VIH?
Uno tiene que estar en actividad plena, tiene que estar ocupado.
El VIH no sólo es un virus que navega por mi sangre y que se quedó
a vivir conmigo, también se aprovecha de mis estados de desánimo
para hacer de las suyas y aniquilar mis defensas. Hay que tratar de vivir
lo más feliz que se pueda. Después de haber sido notificado
del VIH y vivir ese período de duelo que fue muy doloroso, creo
que he aprendido a disfrutar de cualquier cosa, de las primeras lluvias
de abril, del calorcito de la primavera.
¿Cómo prevenir mejor?
Necesitamos que se hable mucho más en la prensa. Que aparezca
de manera entretenida, de una manera que a la gente le interese leerlo.
El preservativo es la herramienta más eficaz de prevención.
Hay que luchar por este preservativo, porque hoy no es solamente un método
anticonceptivo. Es un método de prevención de las enfermedades
de transmisión sexual. Tenemos que aprender a cuidar nuestra salud,
a mejorar nuestra calidad de vida.
Hago un llamado a los homosexuales a cuidarse y usar el preservativo.
La pareja única es super importante. Pero pareja única es
una cosa, pareja exclusiva es otra y eso es lo difícil. Se rompe
más fácil la fidelidad que un condón. O sea, usa
condón, es más difícil que se rompa
S.C.
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