La hora de la verdad
para los partidos
Autor: MANUEL SALAZAR SALVO
LA presidenta de la República, Michelle Bachelet, se reunió en La Moneda con todos los jefes de partidos –desde la UDI hasta el PC- para tratar la crisis del capitalismo. Sólo fue excluido –por un “error”- el Partido regionalista de los Independientes (PRI), de los ex democratacristianos. Tampoco fue invitado el Partido Humanista, sin que se dieran explicaciones.
Todos los pronósticos indican que la Concertación volverá a vencer 4 por 0 en las elecciones municipales del domingo 26 de octubre. Esto significa que obtendrá un mayor número de alcaldes, más votación para alcaldes, mayor número de concejales y más votación para concejales. Una de las interrogantes, sin embargo, es si el oficialismo ampliará su ventaja sobre la oposición o si esta última conseguirá acortar la diferencia y situarse en una posición expectante de cara a los comicios presidenciales y parlamentarios del próximo año.
En las elecciones de alcaldes de 2004 la Concertación obtuvo 2.827.514 votos (44,81%) contra 2.443.381 votos (38,72%) de la Alianza por Chile. La diferencia fue mayor en la elección de concejales. El oficialismo consiguió 2.932.350 votos (47,89%), contra 2.307.046 votos (37,68%) de la oposición. La sorpresa en esa oportunidad la proporcionó el pacto Juntos Podemos, que consiguió 561.687 votos (9,17%) en concejales.
El primer dato a observar ahora, entonces, será si aumenta o disminuye la brecha entre los dos principales conglomerados políticos. Una segunda clave será la votación que obtenga en las elecciones de concejales -que mide la fuerza real de los partidos- la Democracia Cristiana. El año 2004 logró 20,26% de los sufragios. Analistas de la directiva del PDC estiman que la marginación de los “colorines” de Adolfo Zaldívar le significará una pérdida de votos no mayor al 3%. Por lo tanto, esperan conseguir entre 17% y 18% de la votación nacional. De caer bajo el 16% se verá seriamente cuestionada la senadora Soledad Alvear y muy amenazada su aspiración de ser candidata presidencial de la Concertación.
En tercer lugar habrá que examinar la votación de los dos partidos de la derecha. En 2004 la UDI consiguió 18,85% de los sufragios y RN el 15,06%. Si la influencia de la candidatura presidencial de Sebastián Piñera invierte la diferencia, ubicando a RN por sobre la UDI, es muy probable que los gremialistas vean amenazado su futuro político y se fortalezca la decisión de levantar una candidatura presidencial propia. La UDI se ha esmerado en transformarse en un partido “popular” y si pierde influencia en esos sectores, en especial en las comunas de los sectores norte y poniente de Santiago, donde se asienta la base de apoyo del senador Pablo Longueira, es posible que la UDI sufra una conmoción.
En 2004, la Alianza por Chile perdió 63 municipios, 36 de los cuales estaban en manos de RN. La Concertación, en cambio, creció de 169 a 200, infligiendo una derrota a la derecha que sólo pudo exhibir como triunfos haber retenido a duras penas la comuna de Santiago, haber conservado La Florida, Huechuraba y Puente Alto, y reconquistado Viña del Mar. En esta ocasión las encuestas anuncian que la oposición podría perder dos de ellas, las relevantes comunas de Santiago y La Florida.
En aquella elección de hace cuatro años, el oficialismo recuperó, entre otros, los municipios de Maipú, San Miguel, San Bernardo, La Cisterna, Talca, Rancagua, La Serena y Peñalolén. De ellos, en esta ocasión están amenazados Rancagua, Talca y La Serena.
El peso de los chicos
En la votación para alcaldes de 2004 los descolgados e independientes consiguieron 10,59% de los sufragios, porcentaje que bajó al 5,22% en la de concejales. Ahora, todo indica que esa cifra aumentará en ambos casos, debido, principalmente, al incremento de los descolgados y a la irrupción de los candidatos del pacto Por un Chile Limpio, que encabezan el Partido Regionalista de los Independientes (PRI) y los innominados del Chile Primero, que dirigen el senador Fernando Flores y Jorge Schaulsohn. Chile Primero no alcanzó a constituirse como partido y por lo tanto sus candidatos aparecerán como independientes en el pacto Por un Chile Limpio.
Si los independientes se aproximan al 15%, se transformarán en una fuerza que puede resultar determinante en las presidenciales del próximo año. Es por eso que, anticipándose al resultado del domingo 26, Sebastián Piñera propuso a través de El Mercurio “una coalición por el cambio más amplia que la Alianza”, iniciativa destinada a entusiasmar a los pequeños conglomerados recién aparecidos y a los “caciques” políticos regionalistas para acoplarse como vagones de cola a su “tren de la victoria”. La nueva Alianza por el Cambio, de Piñera, apunta a entregar a los interesados pequeñas cuotas de poder en su eventual gobierno. El empresario y “servidor público” sabe que para llegar a La Moneda requiere de esos votos. Por ahora no ha logrado obtener los de los concertacionistas desencantados ni menos de la Izquierda.
Una cuarta mirada habrá que dar a los votos que consiga el pacto Juntos Podemos Más y, muy en especial, al apoyo al Partido Comunista. El PC tiene cuatro alcaldes y podría sumar dos más, esta vez en la Región Metropolitana en las comunas de Pedro Aguirre Cerda y Estación Central. Si el Juntos Podemos Más crece en dos o tres puntos, al 12 ó 13%, se transformará, al igual que los independientes, en una fuerza que la Concertación no podrá desestimar si desea mantener sus expectativas de permanecer en La Moneda. Parece comprensible, entonces, que así como Piñera desea incorporar a su candidatura a los independientes de derecha, la Concertación explore la posibilidad de sumar a un sector considerable de la Izquierda.
La votación municipal del JPM viene en crecimiento. En 2000 logró 4,20% de los votos y en 2004 aumentó a 9,17% en concejales y a 5,89% en alcaldes. El partido eje del pacto, el Comunista, en 2004 alcanzó 2,99% en alcaldes y 4,88% en concejales. El Partido Humanista, socio del PC, consiguió 0,95% y 1,95%, respectivamente.
Cabe señalar que un tercio de los ciudadanos mayores de 18 años -3 millones 800 mil- no están inscritos en los registros electorales. Desde el 2004 a esta fecha, los inscritos sólo aumentaron en 100 mil ciudadanos.
Pese a los anhelos de sectores de la Izquierda de ver crecer un nuevo referente alternativo a la Concertación y a la Alianza por Chile, ello no ha sido posible. Ni los jóvenes ni las fuerzas sociales históricamente vinculadas a la Izquierda han mostrado interés en un proyecto político de ese tipo; por el contrario, se observan cada vez más atomizados y (…)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 673 de Punto Final, 24 de octubre, 2008. Suscríbase a la edición impresa de PF)
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