“Accidentes” del trabajo
El salario
de la muerte
Autor: ARNALDO PEREZ GUERRA
Existe una cifra dramática: en el mundo dos millones de trabajadores mueren cada año por accidentes del trabajo, que en el ochenta por ciento de los casos podrían haberse evitado, afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En Chile los sindicatos advierten que no hay una política clara, ni control estatal en seguridad e higiene en las empresas. La tercerización y subcontratación disminuyen el costo laboral a expensas de la vida y salud de los trabajadores. Los intensos ritmos de producción abren camino a los accidentes y enfermedades. Según estadísticas oficiales, los trabajadores entre 18 y 40 años de edad -cuando la competencia por el empleo es más intensa- son los más expuestos a accidentes laborales.
En 2002 hubo en Chile 205.737 accidentes del trabajo. Al año siguiente, disminuyeron a 202.599. Pero aumentaron a 205.630 en 2004. El año 2005 se registraron 211.343 accidentes laborales y la última cifra, de 2006, señala que bajaron a 209.384. Las actividades con más accidentes fueron la industria manufacturera (41.842), construcción (27.475) y agricultura y pesca (27.356). Las cifras son de la Unidad de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (UCyMAT), de la Dirección del Trabajo (Dirtrab).
“Nadie va a trabajar para enfermarse, ni sale de su casa para morir en un accidente. Estos se producen porque no se toman las medidas correspondientes y no se hace prevención. Todos los accidentes se pueden prevenir. Debemos enfocarnos en cómo formar una cultura de cumplimiento de las normas laborales y de prevención de riesgos”, dice Enrique Pérez, ex jefe de la UCyMAT. Desde 2003 ese organismo implementó un programa de fiscalización de accidentes fatales y graves -que provocan la muerte, incapacidad temporal o invalidez, TEC, fracturas, amputaciones, quemaduras, politraumatismos, intoxicaciones y heridas complicadas- debido a caídas, golpes, atrapamiento en maquinarias o aplastamiento por materiales, contacto con objetos cortantes y/o punzantes, contacto con fuego, proyección de partículas, sobreesfuerzo, atropellamientos o choques, electrocución, intoxicación y asfixia por inmersión.
En 2006, la Dirección del Trabajo envió 190 oficios por irregularidades detectadas en la prevención de enfermedades profesionales y accidentes del trabajo en 191 empresas fiscalizadas: 63 adheridas a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), 55 a la Mutual de Seguridad, 54 al INP y 19 al IST. “No sólo hay que crear más y mejor empleo, sino también dotarlo de condiciones que permitan un trabajo digno y de calidad”, dice Enrique Pérez.
Para el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade “la accidentabilidad en las grandes empresas es significativamente menor que en las medianas y pequeñas. Con la ley de subcontratación, la empresa principal se hace cargo de establecer condiciones de higiene y seguridad para todos sus trabajadores. Desde ahora tienen el mismo estándar en seguridad e higiene. La tasa de accidentabilidad tiende a la baja, sobre todo en faenas como la construcción”.
Más de doscientos
muertos al año
El año 2004 se notificaron 133 accidentes fatales y en 2005, fueron 156. En 2006 se fiscalizaron 479 empresas por accidentes graves y fatales: 243 trabajadores murieron. El 72 por ciento de los casos de muerte sucedieron al interior de las empresas. A pesar de la tendencia a la baja, actividades como la industria manufacturera, construcción, agricultura y pesca, explotación forestal y transportes, mantienen tasas de accidentabilidad por encima de los dos dígitos. Si se pudiera hablar de una tendencia, se podría decir que bajan levemente los accidentes, pero aumentan los casos fatales: sobre veinte muertes al mes de jefes de hogar de entre 25 y 35 años, choferes, ayudantes en diversos oficios, jornaleros, operarios de maquinarias y buzos, en las regiones Metropolitana, VIII, X y VII, que encabezan las cifras.
“Todo empleador está obligado a declarar los accidentes de inmediato. Si tiene un policlínico, es para otorgar primeros auxilios y no para ocultar los accidentes. Pero constatamos que muchas empresas cometen esa ilegalidad. Los trabajadores deben tomar conciencia y hacer valer sus derechos. Antes de la ley de subcontratación no sabíamos de los accidentes graves y fatales. Solo el seis por ciento eran denunciados por los trabajadores. Ahora la ley obliga a hacerlo a las empresas. Además, la diferencia entre la atención del sistema de salud y del de accidentes del trabajo es que en este último se otorga al trabajador el cien por ciento de cobertura, prestaciones económicas e incluso rehabilitación. Y si queda con secuelas, el administrador del seguro debe seguir pagándole prestaciones. En una Isapre eso no ocurre”, señala Enrique Pérez.
Cifras inciertas
Las cifras sobre accidentes difieren según quien las entrega. La Superintendencia de Seguridad Social afirma que en 2005 las mutuales notificaron 254 accidentes fatales. Aunque la mayoría ocurre en la Región Metropolitana, la tasa de mortalidad más alta está en XI Región, en la industria salmonera; luego están la industria de la construcción y la agricultura. En las regiones agrícolas son frecuentes los accidentes por uso de agrotóxicos.
En 2005 la mayoría de los accidentes fatales ocurrieron en la construcción, transportes y agricultura. Las mayores tasas de mortalidad fueron en la minería, transportes y construcción. Más del 30 por ciento de los trabajadores no están cubiertos por seguros, sobre todo los que laboran en pequeñas empresas. Según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, un 49 por ciento de los trabajadores no tiene acceso a los beneficios de la ley de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, o sea dos millones y medio de trabajadores no contarían con ningún tipo de protección legal.
“La mayoría de los trabajadores no conocen los riesgos que corren en su trabajo. Muchas empresas (...)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 662 de Punto Final, 16 de mayo, 2008. ¡!Suscríbase a Punto Final!!) |