Miguel Enríquez
El 5 de octubre se cumplen 33 años de la caída en combate del secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, Miguel Enríquez Espinosa.
Su muerte constituyó un golpe durísimo no sólo para su organización sino también para toda la Izquierda, que en 1974 afrontaba la brutal embestida del terrorismo de Estado.
Nacido en el seno de una familia vinculada a la política tradicional, Miguel Enríquez estudió medicina en la Universidad de Concepción -de la que su padre, el Dr. Edgardo Enríquez Froedden fue rector-. Destacó como estudiante y dirigente juvenil socialista.
Junto con su hermano Edgardo, ingeniero, y su cuñado, Bautista Van Schouwen, médico como él, y otros universitarios, formó un grupo que en 1965 participó en la fundación del MIR. Dos años más tarde -después de la muerte del Che en Bolivia- Miguel Enríquez fue elegido secretario general de ese movimiento que legitimaba la lucha armada e insurreccional para conquistar el poder.
Al producirse el golpe de Estado en 1973, Miguel Enríquez lanzó la consigna “el MIR no se asila” y pasó a la clandestinidad, negándose a salir del país. El lugar donde vivía, en la calle Santa Fe 2705, de la comuna de San Miguel, fue detectado por la Dina. La casa fue asaltada y en el combate murió el dirigente revolucionario. Su compañera, Carmen Castillo, resultó herida.
En un homenaje público que se le rindió poco después en La Habana, el dirigente cubano Armando Hart Dávalos señaló que en Miguel Enríquez “despuntaba un jefe de revolución”.
Otros compañeros que compartieron la dirección del MIR con Miguel Enríquez también murieron en el curso de la lucha contra la dictadura militar. Entre muchos otros su hermano Edgardo, Bautista Van Schouwen, Arturo Villabela y Dagoberto Pérez Vargas.
PF
(Publicado en Punto Final Nº 648, 28 de septiembre, 2007)
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