Edición 564 - Desde el 02 15 de abril de 2004
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Acusa ex trabajador de Colonia Dignidad

SENADOR LARRAIN (UDI)
PROTEGIA A SCHAEFFER


JOSE Efraín Vedder Veuhoff: jefes de Colonia Dignidad saben dónde está Paul Schaeffer

José Efraín Vedder Veuhoff, chileno ex colono de la Colonia Dignidad secuestrado allí desde los nueve años, buscó en marzo pasado refugio en Alemania, luego de independizarse de los seguidores del prófugo Paul Schaeffer y esperar vanamente, desde el 2003, respuesta del gobierno y la justicia chilena a sus denuncias. Dos días antes de abandonar Chile, este operador de máquinas retroexcavadoras y empleado del casino de los alemanes, de 37 años de edad, se apoyó en la Confederación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Chile para contar su historia de secuestro, adopción ilegal, abuso sexual, trabajo esclavo y sometimiento a drogas en la tenebrosa Colonia Dignidad.
José Vedder sostuvo que el senador de la UDI, Hernán Larraín, actual presidente del Senado, prestó ayuda a Paul Schaeffer y que forma parte de la red que ha impedido hasta ahora cualquier cambio en Dignidad. Recordó que cuando miembros de la Colonia realizaron una huelga de hambre para protestar por los allanamientos en busca del pederasta Schaeffer, los senadores Larraín y Bruno Siebert se hicieron presentes para pedir a los colonos que desistieran de su protesta y renovaran su apoyo a Schaeffer y a la Colonia.
Como para ratificar los dichos de José Vedder, en el mismo vuelo que el 29 de marzo llevó a Alemania al ex colono viajó, con igual destino, Wolfgang Müller, gerente de Cerro Florido, subsidiaria de Dignidad que opera en el rubro forestal, de panadería y fiambrería. Müller ha debido declarar en los procesos por abuso sexual de Schaeffer. La presencia del senador socialista Jaime Naranjo y de detectives en la Colonia Dignidad impidió que Müller se llevara a un menor secuestrado, a quien presenta como adoptado. Los papeles de adopción no estaban en regla y por ahora Müller se marchó solo.
Su partida se enmarca en un proceso lento de descomposición formal de la Colonia. Por una parte, los cómplices directos de Paul Schaeffer se retiran de Dignidad con fuerte apoyo financiero de ésta y se instalan en empresas propias en Osorno (el caso de Erwin Pfegger), Los Angeles (Willy Malessa, ex jefe de seguridad) y otros destinos (Schnell Kampf, Jurgen Blanck). Según Pfegger, esto forma parte de un acuerdo que se negoció entre Chile y Alemania, dice Vedder. Por otra parte, la salida de Vedder detonó, a fines de marzo, la decisión de otros cinco trabajadores de abandonar la Colonia Dignidad.

Justicia complice

El ex colono José Vedder no logró justicia en el juzgado de Parral. La jueza Carla Antonella no interrogó a los jerarcas de Dignidad imputados por él, y no cuestionó la negativa de éstos a responder interrogatorios hechos por detectives. El ex colono, que habla con marcado acento alemán, entregó a la magistrado muestras de las tabletas con que a él y a otros quince trabajadores rebeldes se les drogaba en la Colonia. Las muestras se “perdieron” en el juzgado, aunque hay otras que fueron derivadas al Instituto Médico Legal. Bajo los efectos de esa droga, que Vedder no puede identificar, el operario Karl Schticker cayó de una escalera y murió, siendo registrado como un accidente del trabajo. José Vedder explicó que siempre que hay allanamientos o interrogatorios en la Colonia, ello se ha conocido de antemano y se ha preparado las declaraciones de quienes son imputados.
Vedder se identificó a sí mismo como uno de los cuarenta niños abusados sexualmente en la época de Schaeffer. En ausencia del violador y jefe máximo de la Colonia, el control de esos jóvenes se ejerce a través de mecanismos sutiles, que tienen que ver con lazos construidos a través del chantaje sexual. En la Colonia las relaciones homosexuales son las más frecuentes. Los matrimonios sólo se efectúan por decisión de la autoridad. Los solteros viven en dormitorios por parejas, y los castigos incluyen el cambio de compañero de dormitorio. Vedder relató que él se rebelaba cuando niño, pero tenía que ceder porque lo dejaban sin comida y lo hacían dormir con un vigilante armado. Para algunos de los abusados, la relación homosexual se constituyó en parte de la vida normal, como ocurre en las cárceles. Sobre las mujeres, Vedder dijo que no tienen derecho alguno a expresarse o a decidir nada.
Sostuvo que los actuales dirigentes de la Colonia Dignidad saben dónde está Paul Schaeffer, porque se han leído cartas de él a la asamblea de colonos. Recordó la existencia de construcciones subterráneas y lugares para prácticas de tiro en los cuales se refugió inicialmente el prófugo jefe de la Colonia. Aseguró que en una oportunidad Carabineros tuvo a Schaeffer frente a sus ojos y se negaron a detenerlo.

Sin derecho a educacion

José Vedder reveló también que nadie en la Colonia tiene estudios formales pero, como él, varios cuentan con certificados falsos de convalidación de estudios concedidos por la Escuela F 568, El Libertador, de Remulcao, que dirige Juan Muñoz González.
Vedder dejó copia a PF de esa documentación, así como de los contratos de trabajo en empresas de Colonia Dignidad donde, por años, debió trabajar sin sueldo, como el resto de los operarios.
También Vedder sostuvo que uno de los líderes de la Colonia, Willy Malessa, utilizó hace algunos años una retroexcavadora para enterrar autos que pertenecieron a detenidos desaparecidos y que eran utilizados para viajar entre Parral y Bulnes. El ex regidor comunista Carlos Figueroa recuerda haber visto en Bulnes el vehículo de un desaparecido militante del PC. Entre los amigos de la Colonia, Vedder mencionó, además de Manuel Contreras, a miembros de la Dina como los ex oficiales Pedro Espinoza y Marcelo Moren Brito. Entre los empresarios destacó al dueño de la cadena Jumbo, Horst Paulmann.

Identidad real

José Efraín Vedder Veuhoff es hijo de Marta del Carmen Norambuena Leiva, quien junto a su hijo se atendía en el hospital de la Colonia, y de Julio del Carmen Morales Bahamondes. A ella se le informó que el niño había muerto. Pero en realidad fue adoptado por Johanna Augusta Vedder Veuhoff, en lo que él denuncia como una adopción ilegal tramitada por la asistente social Taty San Martín. No conoció su verdadera identidad hasta hace dos años. Su hermano, Francisco, también había sido secuestrado y abandonó Dignidad, oportunidad en la que José Efraín recién supo de su parentesco. Al dejar el lugar en que vivió por más de 30 años visitó a su familia biológica y conoció a sus hermanas, pero no se establecieron lazos porque para ellos, José Efraín era un alemán.
El caso de este chileno retenido en la Colonia fue puesto en conocimiento del presidente Lagos por el abogado Nelson Caucoto, que entregó los antecedentes en carta del 3 de diciembre de 2003. Tuvo un acuse de recibo del asesor presidencial Domingo Namuncura, el 5 de diciembre. Le informó que había solicitado al ministro del Interior los antecedentes y las providencias del caso. Sin embargo, nada ocurrió. En su calidad de abogado coordinador de la oficina de derechos humanos de la Corporación de Asistencia Judicial, Nelson Caucoto concluía así su misiva al presidente Lagos: “Don José Efraín Vedder necesita y merece un respaldo para encontrar no sólo trabajo sino una reinserción completa a nuestra sociedad. Tal vez pueda manejar alguna maquinaria en alguna de las tantas obras que el gobierno lleva adelante. De esta manera, se estará respaldando a quienes luchan por cambiar su destino. El fracaso de este compatriota será un triunfo de quienes dirigen y apoyan esta sociedad benefactora”.
La nula respuesta del gobierno a la gestión de Caucoto, sumada a las amenazas que recibió el ex colono, acusado de “traidor” por los jerarcas de la Colonia Dignidad, lo impulsaron a tomar la decisión de abandonar Chile luego de denunciar estos hechos. Al concluir su exposición ante los periodistas, se mostró aliviado por la posibilidad de iniciar una nueva vida en Alemania, lejos de sus secuestradores
Lucia Sepulveda Ruiz


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