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Acusa ex trabajador
de Colonia Dignidad
SENADOR LARRAIN (UDI)
PROTEGIA A SCHAEFFER
JOSE
Efraín Vedder Veuhoff: jefes de Colonia Dignidad saben dónde
está Paul Schaeffer
José Efraín Vedder Veuhoff, chileno ex
colono de la Colonia Dignidad secuestrado allí desde los nueve
años, buscó en marzo pasado refugio en Alemania, luego de
independizarse de los seguidores del prófugo Paul Schaeffer y esperar
vanamente, desde el 2003, respuesta del gobierno y la justicia chilena
a sus denuncias. Dos días antes de abandonar Chile, este operador
de máquinas retroexcavadoras y empleado del casino de los alemanes,
de 37 años de edad, se apoyó en la Confederación
de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Chile para
contar su historia de secuestro, adopción ilegal, abuso sexual,
trabajo esclavo y sometimiento a drogas en la tenebrosa Colonia Dignidad.
José Vedder sostuvo que el senador de la UDI, Hernán Larraín,
actual presidente del Senado, prestó ayuda a Paul Schaeffer y que
forma parte de la red que ha impedido hasta ahora cualquier cambio en
Dignidad. Recordó que cuando miembros de la Colonia realizaron
una huelga de hambre para protestar por los allanamientos en busca del
pederasta Schaeffer, los senadores Larraín y Bruno Siebert se hicieron
presentes para pedir a los colonos que desistieran de su protesta y renovaran
su apoyo a Schaeffer y a la Colonia.
Como para ratificar los dichos de José Vedder, en el mismo vuelo
que el 29 de marzo llevó a Alemania al ex colono viajó,
con igual destino, Wolfgang Müller, gerente de Cerro Florido, subsidiaria
de Dignidad que opera en el rubro forestal, de panadería y fiambrería.
Müller ha debido declarar en los procesos por abuso sexual de Schaeffer.
La presencia del senador socialista Jaime Naranjo y de detectives en la
Colonia Dignidad impidió que Müller se llevara a un menor
secuestrado, a quien presenta como adoptado. Los papeles de adopción
no estaban en regla y por ahora Müller se marchó solo.
Su partida se enmarca en un proceso lento de descomposición formal
de la Colonia. Por una parte, los cómplices directos de Paul Schaeffer
se retiran de Dignidad con fuerte apoyo financiero de ésta y se
instalan en empresas propias en Osorno (el caso de Erwin Pfegger), Los
Angeles (Willy Malessa, ex jefe de seguridad) y otros destinos (Schnell
Kampf, Jurgen Blanck). Según Pfegger, esto forma parte de un acuerdo
que se negoció entre Chile y Alemania, dice Vedder. Por otra parte,
la salida de Vedder detonó, a fines de marzo, la decisión
de otros cinco trabajadores de abandonar la Colonia Dignidad.
Justicia complice
El ex colono José Vedder no logró justicia en el juzgado
de Parral. La jueza Carla Antonella no interrogó a los jerarcas
de Dignidad imputados por él, y no cuestionó la negativa
de éstos a responder interrogatorios hechos por detectives. El
ex colono, que habla con marcado acento alemán, entregó
a la magistrado muestras de las tabletas con que a él y a otros
quince trabajadores rebeldes se les drogaba en la Colonia. Las muestras
se “perdieron” en el juzgado, aunque hay otras que fueron
derivadas al Instituto Médico Legal. Bajo los efectos de esa droga,
que Vedder no puede identificar, el operario Karl Schticker cayó
de una escalera y murió, siendo registrado como un accidente del
trabajo. José Vedder explicó que siempre que hay allanamientos
o interrogatorios en la Colonia, ello se ha conocido de antemano y se
ha preparado las declaraciones de quienes son imputados.
Vedder se identificó a sí mismo como uno de los cuarenta
niños abusados sexualmente en la época de Schaeffer. En
ausencia del violador y jefe máximo de la Colonia, el control de
esos jóvenes se ejerce a través de mecanismos sutiles, que
tienen que ver con lazos construidos a través del chantaje sexual.
En la Colonia las relaciones homosexuales son las más frecuentes.
Los matrimonios sólo se efectúan por decisión de
la autoridad. Los solteros viven en dormitorios por parejas, y los castigos
incluyen el cambio de compañero de dormitorio. Vedder relató
que él se rebelaba cuando niño, pero tenía que ceder
porque lo dejaban sin comida y lo hacían dormir con un vigilante
armado. Para algunos de los abusados, la relación homosexual se
constituyó en parte de la vida normal, como ocurre en las cárceles.
Sobre las mujeres, Vedder dijo que no tienen derecho alguno a expresarse
o a decidir nada.
Sostuvo que los actuales dirigentes de la Colonia Dignidad saben dónde
está Paul Schaeffer, porque se han leído cartas de él
a la asamblea de colonos. Recordó la existencia de construcciones
subterráneas y lugares para prácticas de tiro en los cuales
se refugió inicialmente el prófugo jefe de la Colonia. Aseguró
que en una oportunidad Carabineros tuvo a Schaeffer frente a sus ojos
y se negaron a detenerlo.
Sin derecho a educacion
José Vedder reveló también que nadie en la Colonia
tiene estudios formales pero, como él, varios cuentan con certificados
falsos de convalidación de estudios concedidos por la Escuela F
568, El Libertador, de Remulcao, que dirige Juan Muñoz González.
Vedder dejó copia a PF de esa documentación, así
como de los contratos de trabajo en empresas de Colonia Dignidad donde,
por años, debió trabajar sin sueldo, como el resto de los
operarios.
También Vedder sostuvo que uno de los líderes de la Colonia,
Willy Malessa, utilizó hace algunos años una retroexcavadora
para enterrar autos que pertenecieron a detenidos desaparecidos y que
eran utilizados para viajar entre Parral y Bulnes. El ex regidor comunista
Carlos Figueroa recuerda haber visto en Bulnes el vehículo de un
desaparecido militante del PC. Entre los amigos de la Colonia, Vedder
mencionó, además de Manuel Contreras, a miembros de la Dina
como los ex oficiales Pedro Espinoza y Marcelo Moren Brito. Entre los
empresarios destacó al dueño de la cadena Jumbo, Horst Paulmann.
Identidad real
José Efraín Vedder Veuhoff es hijo de Marta del Carmen
Norambuena Leiva, quien junto a su hijo se atendía en el hospital
de la Colonia, y de Julio del Carmen Morales Bahamondes. A ella se le
informó que el niño había muerto. Pero en realidad
fue adoptado por Johanna Augusta Vedder Veuhoff, en lo que él denuncia
como una adopción ilegal tramitada por la asistente social Taty
San Martín. No conoció su verdadera identidad hasta hace
dos años. Su hermano, Francisco, también había sido
secuestrado y abandonó Dignidad, oportunidad en la que José
Efraín recién supo de su parentesco. Al dejar el lugar en
que vivió por más de 30 años visitó a su familia
biológica y conoció a sus hermanas, pero no se establecieron
lazos porque para ellos, José Efraín era un alemán.
El caso de este chileno retenido en la Colonia fue puesto en conocimiento
del presidente Lagos por el abogado Nelson Caucoto, que entregó
los antecedentes en carta del 3 de diciembre de 2003. Tuvo un acuse de
recibo del asesor presidencial Domingo Namuncura, el 5 de diciembre. Le
informó que había solicitado al ministro del Interior los
antecedentes y las providencias del caso. Sin embargo, nada ocurrió.
En su calidad de abogado coordinador de la oficina de derechos humanos
de la Corporación de Asistencia Judicial, Nelson Caucoto concluía
así su misiva al presidente Lagos: “Don José Efraín
Vedder necesita y merece un respaldo para encontrar no sólo trabajo
sino una reinserción completa a nuestra sociedad. Tal vez pueda
manejar alguna maquinaria en alguna de las tantas obras que el gobierno
lleva adelante. De esta manera, se estará respaldando a quienes
luchan por cambiar su destino. El fracaso de este compatriota será
un triunfo de quienes dirigen y apoyan esta sociedad benefactora”.
La nula respuesta del gobierno a la gestión de Caucoto, sumada
a las amenazas que recibió el ex colono, acusado de “traidor”
por los jerarcas de la Colonia Dignidad, lo impulsaron a tomar la decisión
de abandonar Chile luego de denunciar estos hechos. Al concluir su exposición
ante los periodistas, se mostró aliviado por la posibilidad de
iniciar una nueva vida en Alemania, lejos de sus secuestradores
Lucia Sepulveda Ruiz
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