Punto Final, Nº 877 – Desde el 9 hasta el 22 de junio de 2017.
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Espionaje en el empresariado

 

BERNARDO Larraín Matte, nuevo presidente de la Sofofa.

 

El hallazgo, a fines de mayo, de una minúscula cámara de video y micrófonos ocultos en las oficinas del presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa, una de las principales organizaciones empresariales del país, desató un escándalo en los más conspicuos círculos del poder económico y político chilenos. Dos fiscales del Ministerio Público iniciaron una investigación judicial para determinar el origen del espionaje e identificar a sus responsables.
El descubrimiento se efectuó a escasos días de la elección de una nueva directiva de la entidad gremial, que agrupa a cerca de cuatro mil empresas, 38 asociaciones sectoriales y más de veinte agrupaciones patronales de todo el territorio nacional. Estos miembros, en conjunto, representan el cien por ciento de la actividad industrial de Chile y el treinta por ciento del PIB. La Sofofa, además, es una de las seis ramas que se agrupan en la Confederación de la Producción y el Comercio, CPC.
En los comicios de la Sofofa se impuso por aclamación Bernardo Larraín Matte, de 50 años, quien se perfila como la nueva cabeza del grupo Matte, uno de los más importantes e influyentes conglomerados empresariales criollos. El nuevo presidente de la Sofofa es un representante de la nueva derecha liberal chilena, cercano a Evopoli, partido político que lidera Felipe Kast, precandidato presidencial a favor del matrimonio homosexual, de la adopción homoparental y otros temas valóricos y sociales que erizan la epidermis de la derecha tradicional.
Diversos analistas de la conducta del empresariado han afirmado que el presunto espionaje podría enmarcarse en una soterrada disputa por el control de la Sofofa, dirigida hasta la irrupción de Larraín Matte por los viejos tercios patronales que hace más de 40 años condujeron la feroz oposición al gobierno socialista del presidente Salvador Allende y pavimentaron el golpe militar de septiembre de 1973.
La contienda por el control de la Sofofa se inició hace tres años, cuando Larraín Matte se alineó, sin éxito, tras el fundador de la empresa Sonda, Andrés Navarro, para llegar a la presidencia de la entidad. Luego de ese fracasado intento, Larraín creó el denominado “Grupo de los Cinco”, integrado por Gonzalo Said, Richard von Appen, Juan Manuel Santa Cruz y Alfonso Swett, con quienes levantó una serie de propuestas para modernizar la conducción del ente fabril y que molestaron a los sectores más tradicionales del gremio industrial. Finalmente, hace poco más de un mes, Larraín se mostró disponible para postular al cargo, se desplegó por todo el país haciendo campaña, consiguió el apoyo masivo de los socios de la Sofofa y obligó a retirarse de la contienda electoral a Rodrigo Alvarez, representante de AB Chile, ex ministro de Energía de Sebastián Piñera y ex diputado de la Unión Demócrata Independiente, UDI, la tienda política que agrupa a los más fervientes partidarios del dictador Augusto Pinochet.
Al asumir la presidencia de la Sofofa, Larraín Matte pidió unidad, anunció una agenda ambiciosa y aseguró que con él la sociedad fabril volverá al poder. Esta afirmación fue interpretada como el inicio de una cerrada disputa con la CPC por conseguir mayor influencia política y económica. La CPC es presidida en la actualidad por Alfredo Moreno, ex canciller en el gobierno de Sebastián Piñera. Moreno en declaraciones a la prensa dejó entrever sus sospechas sobre organismos de inteligencia en la instalación de los aparatos de vigilancia electrónica, lo que fue categóricamente desmentido por el Ministerio del Interior.

¿LÍO DE FALDAS?
Piñera, en tanto, aseguró por televisión la noche del domingo 5 de junio que el caso del espionaje en la Sofofa sufrirá un espectacular vuelco y que, según “buenas fuentes” se trataría de un problema de relaciones personales, es decir un lío de faldas. Al día siguiente, el fiscal Manuel Guerra, quien dirige la investigación, aseguró que ninguna de las pesquisas efectuadas apunta en la dirección que señaló el ex mandatario y le pidió que entregara a la justicia la información de que dispone. El abogado de la Sofofa que hizo la denuncia de espionaje ante el Ministerio Público es Juan Domingo Acosta, quien también trabaja para Sebastián Piñera.
El ahora ex presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, en cuya oficina se encontraron la cámara y el micrófono, demoró más de una semana en dar cuenta del hecho ante una fiscalía. Otro micrófono de similares características fue descubierto en el despacho de José Juan Llugany -vicepresidente de la Sofofa- en la empresa de pastas Carozzi.
Los directivos de Sofofa inicialmente decidieron contratar los servicios de la empresa de investigación privada Profacis, la cual descubrió la presencia de los aparatos en ambas oficinas. Un notario fue testigo y corroboró los hallazgos.

LOS RESPALDOS A LARRAIN
El nuevo timonel de la Sofofa recibió el entusiasta apoyo de los principales grupos económicos del país, entre ellos los Luksic, los Matte y los Von Appen. Larraín Matte aseguró que una de sus prioridades será la simplificación de las normas regulatorias que rigen a la industria nacional que, en opinión suya, frenan la inversión y retardan la puesta en marcha de numerosos proyectos empresariales.
Uno de los perdedores en la elección fue el grupo Angelini, que si bien nunca explicitó su respaldo a Alvarez, tampoco apoyó públicamente a Larraín, pese a la tradicional cercanía de las familias forestales Matte y Angelini.
De un total de treinta cupos para constituir la nueva dirección de la Sofofa, 27 de ellos integraron la lista de Larraín Matte, el ex presidente de la eléctrica Colbún. El grupo Luksic instaló a todos sus postulantes, así como el grupo Matte. La primera mayoría la obtuvo Jorge Andrés Saieh, de Copesa, seguido de Eduardo Navarro, de Copec; Rodrigo Hinzpeter, ex ministro del Interior de Piñera, de Cervecerías Unidas y Luis Felipe Gacitúa, de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, CMPC.
Larraín Matte logró llevar hasta el consejo general de la Sofofa a las cuatro mujeres que lo apoyaban: Janet Awad (Sodexo), María Ignacia Benítez (Colbún), Victoria Vásquez (Instituto de Seguridad del Trabajo) y Rosario Navarro, la hija del ex controlador de Sonda y ex candidato a la Sofofa, Andrés Navarro.
Larraín Matte es uno de los pocos dirigentes empresariales que no participó en el gobierno de Sebastián Piñera, a diferencia de Alfredo Moreno (ex canciller y hoy presidente de la CPC); Segismundo Schulin-Zeuthen (ex presidente de BancoEstado y hoy de ABIF) o Diego Hernández (ex presidente de Codelco y hoy timonel de Sonami). ¿Qué importancia tiene este factor en la relación con un eventual nuevo gobierno de Piñera?
“Bernardo Larraín es un destacado empresario independiente, que está liderando un proyecto impulsado por una nueva generación que tiene como norte restablecer las confianzas y las habilidades para llevar el país al desarrollo. En ese sentido, él tiene una independencia completa de las políticas partidistas y un compromiso grande con las políticas públicas”, dijo Juan Claro, ex presidente de la Sofofa, uno de los principales puntales de la candidatura de Larraín Matte.
“El es de una generación que entiende muy bien el fenómeno político y social del país. En un país donde ha emergido una nueva generación, donde está presente este fenómeno de la ‘posverdad’, en que todo se caricaturiza, él ha llamado a los empresarios a salir de la trinchera, someterse en la cancha y mostrar, con toda transparencia, lo que somos: ni ángeles ni demonios, pero sí un conjunto de personas que trabaja codo a codo para el bienestar de quienes nos rodean. El habló de dos dimensiones. Por un lado, generar las confianzas en las competencias técnicas para hacer buenas políticas públicas; pero también, de generar las confianzas interactuando directamente con los distintos estamentos de la sociedad. En un país donde gobernar no es fácil, donde los valores de la política no convocan y la verdad de la ciencia tampoco convoca, es importante interactuar directamente con la sociedad, para los efectos de adquirir la credibilidad en la definición de las políticas públicas”, agregó Claro.

LAS REDES DE “MANANO”
“Manano” le dicen sus amigos a Bernardo Larraín. Varios de ellos integraron su equipo de asesores para triunfar en la Sofofa: Gonzalo Said, Richard von Appen, Patricio Jottar, Juan Manuel Santa Cruz y Alfonso Sweet. En su pasada por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas, Icare, Matte Larraín convenció a sus pares de que era necesario estar más abiertos a todas las realidades que se viven en Chile. Así, invitó al sociólogo Alberto Mayol, hoy precandidato presidencial del Frente Amplio, para que expusiera en la reunión anual de la Enade. Luego también escucharon al diputado Iván Fuentes, ex dirigente de los pescadores de Aysén, y a Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT.
Fue en Icare donde decidió dar el salto hacia la Sofofa. En eso estaba cuando a fines de 2015 estalló el caso de la colusión en el papel tissue. En varios periodos de la década del 2000, Larraín Matte integró el directorio de la filial CMPC Tissue. Por eso varios de sus detractores en la Sofofa decidieron levantar la candidatura de Rodrigo Alvarez.
En aquella crisis, Larraín Matte fue determinante para efectuar cambios en el directorio de la CMPC, entre ellos la salida de Eliodoro Matte, hasta ese instante la cabeza del tradicional grupo económico

MANUEL SALAZAR SALVO

(Publicado en  “Punto Final”, edición Nº 877, 9 de junio 2017).

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