Documento sin título
|
Loreto Aravena, actriz
“En época electoral
se miente mucho”
LORETO Aravena: una Asamblea Constituyente para terminar con la Constitución del 80.
La actriz Loreto Aravena acostumbra a ir de un lugar a otro en bicicleta. Para ella, la ciudad sería más amable con menos autos y menos contaminación. Y aunque le interesa mucho la política -se inscribió apenas tuvo mayoría de edad-, por estos días le asquea ver Santiago aplastado por la publicidad electoral. Más negativo le parecen tantas caras “con sonrisas falsas y mirada vacía” en los carteles. Incluso la llevan a identificarse mucho más con la honestidad de Camila y Claudia,los personajes que protagoniza en las dos producciones en que está interviniendo.
En ambos casos interpreta a muchachas que luchan por la justicia social. Y lo hacen con actitud franca y directa, que nada tiene que ver con la conducta de los políticos que, a su juicio, se muestran como avezados “personajes” para atraer al ciudadano, concebido como “consumidor”, ocultando lo que son como personas. No es raro, entonces, que la actriz tenga una opinión drástica respecto de las caricaturas que de sí mismos construyen los políticos, con la credibilidad como damnificada.
Y tampoco es extraño que, a pocos días de las elecciones, no sepa por quién votar, mientras la alternativa de anular ronda su cabeza. “Hoy uno vota estratégicamente, para que no salga el otro”, afirma Loreto. “No porque alguien nos conmueva, porque estemos de acuerdo con lo que propone o debido a que compartimos una utopía. Si no tuviéramos tanto miedo, votaríamos nulo o blanco”.
Entusiasmo electoral
La casualidad hizo que Loreto Aravena (26), egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, sea parte del elenco de dos producciones que tienen lo político como una arista relevante. Como Claudia, en Los 80, exitosa serie de Canal 13 que echa una mirada a una década rica en luchas populares, encarna a una estudiante de medicina que exhibe con valentía un fuerte compromiso antidictatorial. Distinta es la situación en C (Civil), montaje teatral político por definición. Allí la actriz cumple un rol intenso y radical, Camila, una muchacha que intenta persuadir a la mujer que secuestró para que le acompañe a poner una bomba en La Moneda, acción con la que quiere reivindicar los derechos ciudadanos y simbolizar su rechazo al sistema social, político y económico que rige al país que, a su juicio, ahoga a las personas. Esta actitud desesperada, explica Loreto, la adopta luego de sus intentos por convocar, organizar o, simplemente, dialogar con los chilenos.
La actriz no comparte todo lo que piensan sus personajes, pero en la medida en que el montaje teatral se basa en testimonios reales sobre el Chile de hoy, hace suyo “el descontento profundo, la decepción y la pena que se siente a nivel social y, sobre todo, la necesidad de reivindicar los derechos ciudadanos”.
Entonces, se esplaya sobre lo que el país se juega con el cambio de gobierno que se avecina. Su visión es más bien pesimista. “Me parece importante la política, por eso me inscribí, aunque el voto no sea la forma más clara de expresar lo que uno piensa, porque se vota para que no salga el otro… Pero es la única forma para dar una opinión. Creo que votar es un deber”.
¿Le entusiasma la campaña electoral?
“No, en épocas de elecciones hay muchos intereses de por medio. Es una época en que se miente mucho. Aborrezco el show político. Y es aberrante también el gasto que se hace en propaganda. Me parece increíble que se gasten millones y millones en publicidad en época de crisis. Voy por la calle y veo cien mil carteles, horrorosos, ninguno que llame la atención… Nos tratan como entes consumistas: una cara, un apellido y nada respecto de lo que piensan o proponen. Y siempre con una gran sonrisa, como mueca, como si se hubieran operado la cara. Y miradas vacías. Además la ciudad se ve horrible con tantos papeles, rayados y carteles”.
Caras y corazones
¿Cómo definiría a los políticos postulantes?
“Veo una derecha y una Izquierda conservadoras, y en el centro, la ambigüedad. Creo muy poco en los políticos. Como actriz puedo analizarlos muy bien ya que, igual que nosotros, crean personajes para darnos el discurso. De los políticos vemos los personajes que construyen, no las personas reales. Son buenos actores: saben perfectamente cómo decir las cosas, cómo vestirse, por dónde entrar, por dónde salir… Cumplen roles. Sabemos por cuál personaje estamos votando, pero no sabemos quién es esa persona. En todo caso no sé si la política sea capaz de expresarse con naturalidad”.
Hay un candidato joven, ¿qué le parece?
“Me da gusto que haya un recambio en edad, ya que veo mucho político ‘vitalicio’. Me gusta la frescura de la juventud, pero también el candidato joven cumple un rol mediático. Hay mucha ambición de poder. La política es un gran y constante deseo de poder. Pero no veo deseos de mejorar al mundo. Sólo ambición. Y cuando veo las ambiciones de Piñera más susto me da. Me resulta peligrosa una persona que tiene esa magnitud de ambición por el poder político, teniendo ya el poder económico”.
¿Se siente confundida?
“Todavía no tengo claro por quién votar. No hay nadie que me represente cien por ciento. Preferiría votar nulo. Más que confundida, me siento apenada. Tengo algo del pesimismo de Camila y algo de la lucha de Claudia. Como joven, busco la rebeldía, la revolución y el cambio. Por eso intervengo en obras como C (Civil), que recogen la opinión de muchos ciudadanos, de la gente común. Por eso tengo pena y angustia por la situación que vivimos. Pero igual me alegran las cosas lindas de la vida: mirar el cielo, abrazarse… Disfruto de las cosas que todavía son gratis, creo en la palabra te quiero… Creo en el ser humano”.
“Me duele Chile”
“De Chile tengo una visión triste y un poco pesimista. A mí me duele Chile, me duele profundamente por las desigualdades, por las diferencias de clase que se notan al recorrer desde La Dehesa a Renca. Me duele el mundo, el hambre en Africa… ¡Cómo es posible que todavía haya gente sin comer, que luche por sobrevivir!
Estamos en una época en que, al parecer, la juventud no tiene ideales muy claros o los ideales se han desplazado, a diferencia de la juventud de los 60 y de los 70 que tenían objetivos y una vía clara. La época actual le da al joven la posibilidad de una cierta frescura para pensar las cosas, las consecuencias de la dictadura y del régimen neoliberal, lo absurdo de una democracia regida por la Constitución del 80… Esa frescura permite pensar de manera natural, sin tanto bla bla. A veces la gente mayor se escuda mucho en lo que vivió, y eso hace que los jóvenes no quieran escucharlos”.
¿Cuáles son objetivos inmediatos?
“La Asamblea Constituyente; estoy en contra de la Constitución de la dictadura. Creo que por lo mismo no vivimos en democracia; terminar con la exclusión política y el sistema binominal. Y que las personas tengan los mismos derechos, entre otros, que se respete la opción sexual de hombres y mujeres”.
¿Habla de censura?
“Sí,en Chile se censura en todo sentido: se quitan los derechos básicos y los ciudadanos todavía no alzamos la voz. La gente que vivió en dictadura tiene miedo y cría a sus hijos con miedo; se aplastaron todas las formas de reunión y asociación efectivas, como la sindicalización. Por eso molestan tanto las protestas en las calles, de las cuales también participé cuando fui estudiante. Todo esto molesta a los gobernantes. Es muy raro. Parece que fuera mejor que nos quedáramos callados. Creo que los ciudadanos debemos tener una vía clara para decir qué queremos cambiar. El voto no es una forma adecuada para expresar ese deseo”.
¿Nuevas forma de organización?
“El consumismo generó el individualismo en la gente. Creo que es importante unirse para pelear todos juntos. Cuando sucedió lo del Transantiago nos molestó un rato y hasta ahí llegamos. Lo mismo sucedió con la colusión de las farmacias para aumentar los precios y en otros casos. Como no hay organización, sólo queda que a uno le moleste de manera individual, pero eso no sirve. Es hora de organizarse de nuevo”.
LEOPOLDO PULGAR IBARRA
Recuadros
Juicio a los candidatos
FREI. “No tengo buenos recuerdos de su gobierno, privatizó el agua, entre otros recursos. Las riquezas naturales deben estar en nuestras manos, o aceptamos que nos colonicen de nuevo. El cobre debe ser nacionalizado. Hizo un buen trabajo en relaciones exteriores, una reforma educacional, pero todavía hay una tremenda brecha. Soy de la Concertación, pero creo que Frei no merece una segunda oportunidad”.
ARRATE. “Es claro y creíble. Responde lo que se le pregunta y no evade las respuestas como los otros. Estoy de acuerdo con muchas cosas que plantea: Asamblea Constituyente, no a la exclusión, nacionalización del cobre y del agua, etc. Pero igual me parece un poco añejo, tal vez por el apoyo que le da el Partido Comunista”.
MARCO. “Creo que tiene buenas ideas y me representa en muchas cosas. Es un car’e raja (reconoce que fumó marihuana) y arriesgado. Le da frescura a la política, pero no tengo idea con quién gobernará y eso me preocupa. Me gustaría saber con quién gobernaría. Es ambigua su visión de las cosas y cambia muy rápido de opinión. Todo eso puede llevar al caos. Si se fundieran Marco y Arrate, tendríamos al candidato perfecto. Pero eso no se puede”.
PIÑERA: “No le creo nada. Sus discursos son vacíos y repetitivos. Necesita repetir a cada rato que tiene vocación de servicio público. Si la tuviera, ya se habría desligado de sus empresas. Me asusta porque el único poder que le falta es el político”.
BACHELET. “Me encanta. Al principio hubo intentos de femicidio político, pero demostró que se la podía. Si ahora se hubiera presentado una mujer, le habría hecho el peso a varios. En todo caso, igual quedarán pendientes muchas cosas importantes. Fue insólito que su gobierno desconociera la deuda histórica de los profesores. Todavía hay una gran deuda histórica con el país”
Discusiones necesarias
EUTANASIA. “Creo en la existencia de un ser superior, pero no profeso ninguna religión. Creo que no es vida que una persona lleva 20 años con un respirador artificial, pero no sé cuándo se le debiera desconectar. Si está conectado, significa que la vida se le fue hace rato. Debiera existir una ley para decidir en esta situación”.
ABORTO. “Hay un tipo de aborto con el que no estoy de acuerdo, pero se debe legislar para que cada persona decida. No creo que Dios ande metido en esto. En Chile no se acepta ni siquiera el aborto terapéutico.
Chile es un país súper conservador, hipócrita. El aborto sin riesgo se lo hace la gente con plata. Si una niña de los sectores acomodados queda embarazada, le pagan un aborto. Eso es hipócrita”.
PASTILLA DEL DIA DESPUES. “Se debiera repartir en los consultorios y vender en las farmacias”.
CHILE-PERU. “No me ofende lo que ha dicho Alan García sobre Chile. Es una estrategia: tiene la escoba y ataca al del lado para distraer a la gente. Sí me da susto que se arme un conflicto mayor.
No me molesta la presencia peruana en Chile. Desgraciadamente, sólo vienen a trabajar y no se relacionan con los chilenos en lo cultural”.
MILITARES. “Rechazo la guerra. Los gastos en armamento me parecen innecesarios. América Latina debería unirse y no sólo por razones comerciales”.
CICLOVIAS. “Me molesta que no haya buenas condiciones para andar en bicicleta, estacionamientos, seguridad. Me han robado dos bicicletas. Es horroroso vivir en Santiago y urgente la descentralización. Los edificios nos están quitando el cielo”.
CULTURA: “Hemos avanzado mucho en audiencias en teatro, cine, música… Pero todavía la cultura es elitista, por los precios”.
TELEVISION. “Creo que la TV subestima al público. No todo el mundo quiere ver sólo fútbol y farándula”.
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 699, 27 de noviembre, 2009. Suscríbase a PF. punto@interaccess.cl)
|