Unión energética
para la integración
La victoria electoral de Mauricio Funes marca una historia de lucha en El Salvador. La tarea será ardua, pero estará encaminada a la reivindicación social que por años fue silenciada con las armas. La esperanza se consolida fijando como norte el fortalecimiento de los lazos de unión e integración.
En 2006 se firmó un acuerdo de suministro de combustible con la conformación de una empresa mixta entre Petróleos de Venezuela S.A., PDVSA, y Energía para El Salvador, ENEPASA, empresa que se encarga de realizar la comercialización, el almacenamiento y la distribución de combustibles en esa nación centroamericana.
Las condiciones que se establecen en el convenio mencionado contemplan que el 40% de la factura de compra se coloque en un financiamiento a 23 años, con dos años de gracia y 1% de interés fijo. El otro 60% se financia en un plazo de noventa días, pero se puede pagar con productos salvadoreños con la intención de permitir realizar el financiamiento de cooperativas, organizaciones y pequeños productores, en respuesta al ALCA.
El convenio de suministro de combustible beneficia a más de 21 municipios de El Salvador, hecho significativo que fomenta el intercambio y la solidaridad entre los pueblos, como parte de una política de Estado que promueve la integración de Latinoamérica y la reivindicación social. Son los pueblos quienes se hacen protagonistas de su historia, luego de sufrir años de guerra y sometimiento.
ALBAPETROLEO, empresa mixta de El Salvador, suministra diésel venezolano con precios inferiores a los de las transnacionales que venden en ese país. Fue constituida en 2006 por alcaldes de municipios gobernados en ese momento por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) en conjunto con PDVSA, con la finalidad de aliviar el impacto de los precios del crudo y contribuir con la integración latinoamericana, dentro del programa PETROCARIBE.
Para desarrollar las actividades planteadas, se hizo necesario contar con una infraestructura adecuada para el almacenamiento de los productos derivados del petróleo. Surge ALBAPETROLEO y la necesidad de contar con una planta de almacenamiento, que fue creada en la zona industrial de Acajutla, en la costa del Pacífico: Planta de Almacenamiento y Distribución de Combustible Derivado de Petróleos, Acajutla, El Salvador, tiene una capacidad de recepción y almacenamiento de 350 MBL.
Es importante destacar que dentro de las políticas del Estado venezolano se plantea que petróleo y socialismo sean los fundamentos para romper con el sistema de desigualdades y de esa forma, consolidar el desarrollo de un nuevo orden energético internacional, poniendo en marcha una tendencia progresista que abogue por el manejo soberano de sus recursos.
La gestión del presidente Mauricio Funes será observada por la comunidad internacional en vista de los espacios ganados por la Izquierda latinoamericana, movimiento que se posiciona en la lucha contra un modelo político-económico capitalista que ha desencadenado a nivel mundial una crisis financiera sin precedentes con tasas de desempleo alarmantes y desabastecimiento alimenticio.
Renacer
de un pueblo
El Salvador es un país centroamericano que entre 1980 y 1992 sufrió una de las guerras civiles más cruentas de su historia. Esta nación cuenta con una población de 5.744.113 habitantes, de los cuales 60% vive en condiciones de pobreza. Tal índice fue alcanzado durante los años en que falsas democracias cobijaron una extensa lista de casos de corrupción, desfalcos y abusos que dejaron como saldo una gigantesca deuda social.
Durante décadas el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) gobernó el país, aplicando como estrategia interna el capitalismo neoliberal, que generó el desplazamiento de salvadoreños hacia muchas partes del mundo, en especial hacia Estados Unidos. ARENA fue fundado, entre otros, por el mayor Roberto D’Aubuisson, militar vinculado a la organización y planificación del asesinato del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero.
Las atrocidades cometidas contra inocentes fueron denunciadas en reiteradas oportunidades por monseñor Romero, líder religioso que dedicó gran parte de su vida a los pobres y campesinos. Romero fue un hombre que luchó por la igualdad social y fue ejecutado por el Escuadrón de la Muerte, grupo organizado entre civiles y paramilitares de extrema derecha, mientras celebraba misa rodeado de salvadoreños hambrientos de paz.
La figura de Farabundo Martí, líder político revolucionario de El Salvador que participó en la creación del Partido Comunista Centroamericano y fue asesinado en 1932, fue retomada por la Izquierda salvadoreña en las décadas siguientes, como símbolo de resistencia frente a los sucesivos gobiernos militares. Diversas organizaciones guerrilleras bautizaron con su nombre el Frente de Liberación Nacional, actualmente transformado en partido político vencedor de las elecciones presidenciales del 15 de marzo de 2009.
Años de lucha han caracterizado al FMLN, movimiento líder de Izquierda en Centroamérica, inspirado también en el pensamiento del nicaragüense Augusto César Sandino. Esta organización revolucionaria ha contado con la participación activa del campesinado salvadoreño. Nunca se ha rendido ante las atroces persecuciones de las que ha sido objeto. Dentro de los principios del Frente se plantea la necesidad de libertad de los oprimidos que no tenían oportunidad de enrumbar su patria, pues siempre el intervencionismo imperial prevaleció ante las reales necesidades del pueblo.
Los enemigos del Frente Farabundo Martí aseguraban que al pacificarse, desaparecería. Sostenían que su única fuerza descansaba en las armas. La derecha se esforzó durante años por neutralizar al FMLN en la lucha político-electoral y asegurar así una derrota estratégica de la revolución.
El Salvador ha estado marcado por conflictos sociales y la guerra civil. La violencia está aún presente, representada en bandas de jóvenes que se hacen llamar “la Mara Salvatrucha”. Afortunadamente, en vísperas del cambio revolucionario en El Salvador, se percibe un nuevo escenario político, económico y social gracias a la victoria del periodista izquierdista Mauricio Funes. El pueblo salvadoreño renace con la esperanza de un cambio verdadero.
“Yo creo que Mauricio Funes es un hombre muy sereno, va lleno de esperanza, pero también de mucha preocupación por no dar un paso en falso; creo que al principio tendrá políticas medio conservadoras, pero se está abriendo una esperanza, un nuevo horizonte. En toda Centroamérica se está dando un resurgir de esta espiritualidad de América Latina, hoy más que ayer la idea de los pueblos como protagonistas se acentúa mucho… Se ganó y yo creo que estamos ante una resurrección de ese pueblo…”, asegura el padre Matías Camuñas, párroco de San Buenaventura, en el Estado Bolívar, ícono religioso por su participación solidaria durante los terribles acontecimientos del “caracazo” venezolano.
Sólo el tiempo puede definir los rumbos de la historia que vivirá El Salvador. La comunidad internacional aboga por una política dirigida a las reivindicaciones sociales. Para esto, el pueblo centroamericano cuenta con el apoyo de sus vecinos venezolanos.
BETTY ESCALONA
En Caracas
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 682, 3 de abril, 2009. Suscríbase a PF)
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