Edición 577 - Desde el 1 al 14 de Octubre de 2004
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La Torre de
Papel

La voz única del “big brother”

Autor: Paulus


Sebastián Piñera: nuevo dueño de Chilevisión

El libre mercado deviene en concentración de mercado. Lo que sucede en todos los sectores de la economía ocurre también en los medios de comunicación, los que también están inspirados por los mismos objetivos que mueven al resto de las industrias. La maximización de las ganancias es, tal como en los supermercados, las farmacias, las telecomunicaciones o en la banca -todos sectores con la propiedad muy concentrada- también el fin último de la industria mediática.
Hubo ciertos consensos normativos que rigieron los medios de comunicación durante buena parte del siglo XX, que dieron origen a la teoría de la responsabilidad social. Se trataba de un compromiso privado y de propiedad concentrada -adoptado por el sistema norteamericano hacia mediados de la década de los cincuenta- con el cual, al aceptar la libertad de expresión bajo la teoría de la prensa libre y privada, asumían también una responsabilidad ante la sociedad que evitaba cualquier censura y regulación por parte de los gobiernos. Y al hablar de libertad de prensa y responsabilidad social, se entendía, entre otros varios aspectos -no sólo respecto a la exhibición de pornografía y extrema violencia- la representación a través de estos medios de todas las sensibilidades sociales o políticas. Debían ser, en otras palabras, pluralistas. O de lo contrario, vulneraban la libertad de expresión, principio y fin que los inspiraba.
Bajo esta teoría, la industria mediática no es una mera institución económica con fines de lucro, sino un organismo de representación social con responsabilidad hacia la sociedad en su conjunto: su cometido es informar objetivamente. Bajo esta ética, podríamos agregar que son organizaciones para el cambio social.

EL MERCADO DE
LA INFORMACION

Al observar lo que tenemos, podemos afirmar, sin la menor duda, que hoy son otra cosa. Se trata de empresas con intenciones de lucro, cuya gestión apunta a la maximización de sus utilidades. Como todas las empresas, buscan ser competitivas y eficientes, ampliar sus mercados y ser rentables para sus accionistas.
La mercantilización de todos los aspectos de la sociedad chilena también ha permeado sus medios. Este es uno de los aspectos del deterioro informativo, que lleva a convertir la información en un producto más que ha de publicitarse, lo que genera ese tipo de medios -hoy generalizado- denominados “prensa amarilla”. Aquí el criterio del espectáculo, que es rentable, prioriza la información, la que siempre es rentable (mídase en ventas o rating).
Como si se tratara de cualquier industria, los medios de comunicación son bienes transables en un mercado bien apetecido por los grandes grupos económicos. Así tenemos un proceso de concentración del mercado, el que, en la prensa escrita, ha llevado a la conformación del famoso duopolio El Mercurio-Copesa. (.......)


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