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VENEZUELA
Referéndum histórico
EL
embajador venezolano, Víctor Delgado Monsalve, con el redactor
de PF
“¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato
popular otorgado mediante elecciones democráticas legítimas
al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como presidente de
la República Bolivariana de Venezuela para el actual período
presidencial?”
Los venezolanos deberán responder No o Sí a esta pregunta,
que les formulará el referéndum del 15 de agosto, para confirmar
o destituir a un presidente que goza de gran popularidad y cuando todavía
le faltan más de dos años para el término de su mandato.
Este recurso democrático -único en América Latina-
está previsto en el Artículo 72 de la Constitución
al cumplirse la mitad del período del presidente o de cualquier
parlamentario, concejal o funcionario elegido por el pueblo.
La oposición no invocó el referéndum cuando dio el
golpe del 11 de abril de 2002 y después, cuando sometió
al país a un paro petrolero que lo hizo perder 10 mil millones
de dólares. La oposición tenía prisa en derrocar
a Hugo Chávez. En esto fue apoyada por Estados Unidos. Ahora se
espera que el referéndum traiga tranquilidad a un país donde
el gobernante ha sido ratificado por mayoría absoluta en siete
elecciones y plebiscitos en algo más de cinco años: dos
confrontaciones presidenciales directas y otras cinco votaciones indirectas,
incluyendo el proceso que originó la Constitución Bolivariana
de 1999.
El recurso “revocatorio” no existe en ningún otro país
de América Latina, donde varios mandatarios perdieron hace tiempo
la aceptación ciudadana, pero el electorado debe soportarlos hasta
que terminen su período, como en Ecuador y Perú. Tampoco
existe en Estados Unidos, donde al fin de cuentas George W. Bush fue designado
por la Corte Suprema más de un mes después de unas controvertidas
elecciones signadas por un fraude que nadie se atrevió a impugnar
en aras de la supervivencia del sistema político.
Por su parte, los partidarios de Chávez también utilizaron
el mecanismo constitucional para hacer “revocables” a nueve
diputados opositores en la Asamblea Nacional. La suerte de ellos también
se definirá el 15 de agosto.
HABLAN LAS CIFRAS
En las elecciones del 6 de diciembre de 1998 se registraron los siguientes
resultados:
Hugo Chávez: 3.673.685 votos
Henrique Salas R. (derecha): 2.613.161
Irene Sáez (derecha): 148.568
Alfaro Ucero (ex socialdemócrata): 27.586
Miguel Rodríguez: 19.629
Alfredo Ramos: 7.275
Radamés Muñoz: 2.919
Oswaldo Suju R.: 2.901
Peña Esclusa: 2.424
Domenico Tanzi: 1.900
Ignacio Quintana: 1.256
Todos los candidatos que enfrentaron a Chávez sumaron 2.863.619
votos.
En las elecciones a que convocó la nueva Constitución, el
30 de julio de 2000, se registraron los siguientes resultados:
Hugo Chávez: 3.757.773 (59,76%)
Francisco Arias Cárdenas: 2.359.459
Claudio Fermín (socialdemócrata): 171.346
Los opositores alcanzaron 2.530.805 votos en esta segunda elección
de Chávez: es decir, la oposición perdió adherentes
respecto a 1998. Revocar a Chávez significa que el Sí debe
obtener un voto más que los 3.757.773 sufragios recibidos por el
mandatario hace cuatro años y siempre que el No saque una votación
inferior a la del 2000.
Para “revocar” a Chávez, la oposición deberá
superarse a sí misma en 1.226.969 sufragios respecto al 2000. La
tarea es difícil. En aquella elección hubo una abstención
del 43,69%: no participaron más de cinco millones de electores.
En esa masa indiferente, pero que se ha ido incorporando a la política
y comenzado a recibir beneficios sociales, la derecha puede recibir una
derrota de proporciones, aunque cinco millones de ciudadanos que no votaron
hace cuatro años siguen siendo una incógnita.
Antes de decidirse por el referéndum, algunos curtidos dirigentes
opositores opinaron que medirse en un plebiscito significaba ir al cementerio
político, porque si Chávez se impone, ganará también
las elecciones de alcaldías y gobernaciones a efectuarse en septiembre.
Ahora que la derecha decidió transitar el camino que dispone la
Constitución, existen limitadas expectativas de que acepte los
resultados de esta nueva consulta popular y abandone el camino golpista.
HABLA EL EMBAJADOR
¿Qué pasará si el presidente gana el referéndum?
¿Y si lo pierde? Para despejar éstas y otras dudas, PF conversó
con el embajador venezolano en Chile, Víctor Delgado Monsalve.
“Si lo pierde, a los treinta días -de acuerdo a la ley- hay
una convocatoria a elecciones presidenciales”, puntualiza el embajador.
¿Chávez puede ser candidato en esas elecciones?
“En este momento se espera una decisión del Tribunal Supremo
de Justicia en relación a la posibilidad del presidente de competir
en esas elecciones”.
¿Por qué debe decidir el Poder Judicial?
“No está claro en la Constitución si la persona que
es revocada en el referéndum puede participar en un nuevo proceso
como candidato. Está por definirse”.
¿El referéndum garantiza la paz?
“El vicepresidente José Vicente Rangel dijo que la oposición
enfrenta un dilema muy grave. O acepta el referéndum legalmente,
dentro de las reglas del juego democrático, o da una patada a la
mesa... Y hay muchos observadores que consideran que posiblemente antes
del 15 de agosto, alegando ‘fraude’, le van a dar una patada
a la mesa”.
¿Qué posibilidades tiene Chávez de ganar?
“Por consultas realizadas en abril y mayo por empresas encuestadoras
que no son amigas del gobierno, como Consultores 21, se evidencia que
el presidente Chávez cuenta con un apoyo asegurado del 35 al 40%.
Considerando el origen de las encuestadoras, les agregamos 10 puntos,
lo cual coincide con las encuestas del gobierno. El presidente tiene un
apoyo de 50 a 55%”.
¿Mejorará Chávez su votación de 2000?
“Creemos que el millón y medio de venezolanos que han salido
del analfabetismo; los catorce millones de venezolanos que son atendidos
por el programa de salud Barrio Adentro; los más de 200.000 micro-empresarios
a quienes se les han entregado créditos; los campesinos que por
primera vez tienen derecho a la tierra con títulos de propiedad,
créditos y asesoramiento técnico; los miles de pescadores
artesanales que hoy disfrutan de seis millas de mar para su trabajo; los
500 mil estudiantes que no habían podido ingresar a la universidad
y ese ejército de venezolanos que han sido beneficiados por ‘las
misiones’ (o programas sociales), no van a querer que Chávez
deje la presidencia”.
(El embajador recordó que en 1998 la oposición sacó
más de 2.800.000 votos y cinco años después, no fue
capaz de reunir limpiamente 2.400.000 firmas para pedir el referéndum).
¿Cómo harán los opositores para remontar los 3.800.000
votos que necesitan para revocar el mandato de Chávez?
“Tratándose de la misma gente que dio el golpe de 2002, que
lanzó la huelga patronal de 2002/2003, que promovió los
desórdenes públicos de 2004 y que importó paramilitares
colombianos para asesinar al presidente, mi opinión es que no les
quedó otra alternativa, después de fracasos sucesivos, que
ir al camino democrático. Es muy difícil para ellos y para
el imperio derrocar a Chávez, a menos que recurran al magnicidio”.
¿Significa, entonces, que darán “una patada a la mesa”?
“De los cinco rectores del Consejo Nacional Electoral, hay dos identificados
abiertamente con la oposición: el vicepresidente, Ezequiel Zamora,
y la señora Sobelia Mejías. Llama la atención que
cuatro días después que el CNE convocó al referéndum,
de una manera fuera de lugar Ezequiel Zamora reuniera a los medios de
comunicación, sin consultar al Consejo, y hablara de que se está
organizando el fraude dentro del CNE. Si él es un rector y tiene
alguna información debe plantearla a la junta directiva, y no ir
a la prensa, que es de la oposición. Zamora mostró una lista
de 157 empleados del CNE que iban a ser despedidos. Y tomó ese
hecho, una acción que no estaba oficializada, para hablar de fraude.
Esto refuerza lo que está planteando el vicepresidente Rangel:
la oposición puede darle una patada a la mesa”
ERNESTO CARMONA
(“Punto Final” Nº 570, 25 de junio, 2004)
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