Edición 562 - Desde el 05 18 de marzo de 2004
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“Salida al mar debe
resolverla el diálogo”
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Evo Morales anuncia visita a Chile:

“Salida al mar debe
resolverla el diálogo”

Invitado por la Fuerza Social y Democrática (FSD) y la Corporación Representa, visitará Chile próximamente el diputado Evo Morales Ayma, presidente del MAS-IPS de Bolivia. El dirigente boliviano aceptó la invitación y se propone dar a conocer al pueblo chileno -en actos públicos, entrevistas periodísticas y reuniones con organizaciones sociales y políticas- las visiones que alienta el pueblo boliviano acerca de una relación de cooperación y hermandad con Chile.
Por otra parte, durante el III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el Alca, Evo Morales fue entrevistado en La Habana por el colaborador de PF, Carlos Torres. Estas son las declaraciones del líder boliviano.


“El tema del mar es una deuda histórica que se debe saldar tarde o temprano. Debe resolverse mediante el diálogo y la diplomacia, tal como se han resuelto otros diferendos limítrofes y hasta devoluciones de territorios. Chile mismo apeló al Vaticano para poner fin a una disputa territorial con Argentina. Del mismo modo el Canal de Panamá, que estaba en manos de los gringos, con participación de la comunidad internacional volvió a manos de los panameños. Son muchos los casos que se han podido resolver positivamente. El pueblo boliviano no renuncia ni renunciará a una salida al Pacífico. Este es un asunto multilateral pues si hubiese sido bilateral lo habríamos resuelto hace mucho tiempo. Por ende, cabe la participación de presidentes como Chávez, Lula, Kirchner y de organizaciones populares que manifiestan su apoyo a la demanda del pueblo de Bolivia. Es un tema entre pueblos y naciones hermanas. Yo no entiendo cómo el Estado chileno puede negarse a que en un ambiente de hermandad y generosidad, podamos zanjar esta situación. Así como nosotros necesitamos salir al Pacífico, Chile necesita recursos bolivianos. Por lo demás, no estamos pidiendo un regalo sino un entendimiento fraterno entre dos pueblos que comparten destinos comunes.
En Bolivia tenemos agua y gas que pueden ser parte de un acuerdo entre ambos países. La salida al mar es un asunto de intercambio. Si no hay acuerdo sobre el mar, tampoco habrá agua ni gas. Esta no es una posición del MAS o del gobierno boliviano, sino un sentimiento nacional. He escuchado opiniones bastante radicales de mujeres que han quemado productos chilenos. Los transportistas propusieron bloquear las rutas con Chile. Nosotros queremos evitar ese tipo de situaciones, y lograr que nos sentemos a dialogar. Existen querellas históricas que han sido alimentadas por intereses foráneos y de grupos privilegiados en ambos países. Ello no beneficia a ninguno de los dos pueblos. Los trabajadores no son los que ganan con estos conflictos. Por lo tanto, insistimos en la búsqueda de una fórmula negociada que nos acerque. Si los presidentes de los respectivos países no pueden resolver esta situación, los pueblos con apoyo de la comunidad internacional lo deben hacer. Esto no es un capricho. Lo que está en juego es la capacidad de entendimiento y diálogo de los pueblos para resolver sus controversias. Afortunadamente, hemos recibido muestras de apoyo y comprensión de importantes sectores del pueblo chileno, de los sindicatos, los indígenas, partidos políticos, de organizaciones de la sociedad civil, personalidades, etc. Ellos ven esto como un problema de humanidad. Si logramos acuerdos entre los pueblos eso será lo más importante”.
¿Cuál es el valor que tiene para Bolivia una salida al mar? ¿Por qué es tan importante esta idea en la agenda del pueblo boliviano?
“El acceso al mar nos resuelve el comercio transoceánico. Nos ayudaría a establecer una relación comercial en el área energética con Chile, lo mismo con Perú. Sin embargo, lo fundamental es el aumento del comercio regional. Aunque no es una solución total para Bolivia, aliviaría aspectos relativos al intercambio e integración. De igual manera nos ayudaría a enfrentar diversos problemas que emanan del contrabando, lo que sería beneficioso también para ambos países. A nosotros no nos anima ningún espíritu revanchista ni de recuperación de territorios perdidos. Si así fuese, tendríamos que reclamar a Brasil y a Paraguay por territorios que nos fueron usurpados. El mar tiene un sentido distinto. No es posible que Bolivia haya sido amputada del mar. Nosotros somos los únicos a los que se le ha despojado su mar. Eso hay que repararlo: nadie perderá nada si Bolivia recupera su mar. Al contrario, ganarán igualmente los pueblos de Bolivia y Chile”.
Pareciera que algunos pueblos olvidan su historia y la tragedia de entrar en guerra con pueblos hermanos defendiendo intereses extranjeros. ¿Alguien quiere repetir esa historia?
“La llamada ‘guerra del Pacífico’ fue brutal. Nos empujaron a la guerra. Los intereses que se defendían eran inversiones inglesas y el apetito de las oligarquías por apoderarse de las riquezas de la región. Esa guerra beneficiaba a las compañías conocidas hoy como ‘transnacionales’ pero no reportaba nada a nuestros pueblos. Al contrario, a partir de esa guerra aumentó la explotación y represión de los trabajadores. Es sólo cuestión de revisar la historia. Todos los conflictos tienen una raíz económica. Los pueblos no pueden nunca más dejarse arrastar a una guerra para defender intereses de las transnacionales. Hemos pagado un precio muy alto con esas guerras. Nuestra energía y valor se deben destinar a mejorar la vida de los sectores más pobres y marginados, a proveer de mejor educación y salud a nuestras poblaciones”.
¿Qué espera Bolivia de la campaña por una salida al mar? ¿Qué pide a los sectores políticos y a los medios de comunicación? Y por otro lado, ¿qué espera de las organizaciones sociales, de los partidos democráticos y populares?
“Si hablamos de pueblos, estamos preparando una Cumbre Social de los Pueblos. Será un gran encuentro popular para intercambiar puntos de vista, iniciativas, ideas y campañas centradas en el tema de la mediterraneidad de Bolivia. Basta recordar el pasado para encontrar en nuestra historia común muchos ejemplos en los cuales los pueblos y sus organizaciones, y en muchos casos también los gobiernos, trabajaron en conjunto por una misma causa. Así fue la primera independencia. También durante las dictaduras los pueblos y sus organizaciones se apoyaron entre sí para luchar por democracia. La tarea no será facil, pero es una hermosa causa. Cuando se materialice, habremos aprendido más, seremos más hermanos.
En otro sentido, hay que llamar la atención a quienes no quieran escuchar que las relaciones bilaterales de Bolivia y Chile son muy importantes y deben llegar a un punto de normalidad; se verán favorecidas con un acuerdo sobre la salida al mar. La comunidad internacional debe jugar un papel importante para crear las condiciones de un diálogo constructivo entre ambos países. Diálogo y diplomacia pondrán freno a las especulaciones y chovinismos que envenenan el estado de ánimo de los pueblos”.
Los grandes medios de comunicación de Chile, los partidos de derecha y de centro lo han atacado y rechazado su visita a Chile, en enero. ¿Cuál es su respuesta a esas acusaciones?
“Cuando nosotros planteamos el tema del mar, lo hacemos en un tono de hermandad y reciprocidad. Lo hacemos en un marco de paz y apelamos al diálogo y la diplomacia. Es verdad que lo hacemos con vehemencia, pues es un problema histórico y cualquier pueblo se plantearía con la misma energía y decisión. Pero no se nos puede acusar de estimular conflictos, ni tratarnos con altanería racista. Tenemos que ser capaces de sacudirnos del colonialismo que aún nos persigue. Mi pueblo es amante de la paz. No invocamos ni aceptamos guerras ni ningún tipo de confrontación bélica. Que no tergiversen ni manipulen mis palabras. Si yo no pude visitar Chile en enero, fue por un montaje y la creación de un ambiente hostil por una prensa irresponsable y sensacionalista, que no se detiene ante nada. Lamento mucho que esa prensa trate de satanizar a Evo Morales y la causa que sostiene. Sólo puedo decir que soy un hombre que cree en la paz y en la bondad de la palabra, pero soy un hombre de convicciones firmes”
CARLOS TORRES
En La Habana


RECUADRO

El precioso gas de Bolivia

Bolivia nacionalizó a la Standard Oil en 1945, antes que lo hiciera México con su petróleo. Pero diez años más tarde, la Gulf Oil, subsidiaria de la anterior, fue autorizada para explotar los hidrocarburos bolivianos. En esa época se construyó el oleoducto Sica Sica-Arica. A fines de los 60, el dirigente socialista y ministro de Hidrocarburos, Marcelo Quiroga Santa Cruz, más tarde asesinado, impulsó la nacionalización de la Gulf. Por entonces entra en escena el gas natural y Quiroga consigue hacer una primera venta a Argentina. Pero bajo la dictadura de Banzer se concesionaron los yacimientos de petróleo a 14 empresas privadas. El programa perseguía elevar de 22 mil a 82 mil barriles diarios la producción. Pero jamás se alcanzó. Las refinerías de Valle Hermoso, en Cochabamba, y Palma Sola, en Santa Cruz, nunca han trabajado a plena capacidad. Se producen 30 mil barriles diarios que cubren el consumo interno. Pero los bolivianos pagan su gasolina a precio internacional.
La verdadera riqueza de los hidrocarburos está en los enormes bolsones de gas natural. En la región oriental un gasoducto lo exporta a Brasil. La empresa que lo explota es una filial de Petrobras. Bolivia recibe sólo una regalía de 18% sobre el precio en boca de pozo. Andina, filial de Repsol, quiere hacerse cargo del gas que saldría al Pacífico. La vía más corta es Chile.
Dos días antes de terminar su primer gobierno, el 4 de agosto de 1997, Sánchez de Lozada dictó el decreto 24.806 que entregó a las empresas extranjeras la propiedad de los hidrocarburos desde que salen de la boca del pozo, violando con esto la Constitución. El famoso decreto ha sido anulado, pero el gobierno de Mesa viene dilatando el envío al Congreso del proyecto de reforma de la ley de hidrocarburos, que debió haber entregado en enero.
El MAS quiere que el Estado recupere el control de los hidrocarburos y fortalecer a YPFB con los fondos de capitalización en poder de las AFP. En cuanto al gas natural, quiere que sea industrializado en el país. La materia que sale del pozo no es sólo metano (el gas propiamente tal). Lleva también etano (materia líquida como petróleo) y butano (materia sólida como asfalto). Una primera fase de la industrialización es la recuperación del etano y butano. Luego viene otro proceso, para convertir el metano en líquido o sólido. Esto se hace en países productores como Kuwait y Trinidad-Tobago. Bolivia quiere hacer lo mismo, y tiene razón
M.C.D.

FEDERICO LOPEZ

 

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