Edición 560 - Desde el 9 al 22 de Enero de 2004
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Perspectivas del 2004 Cómo viene la mano
Sra. Canciller: Chile es un país que queda en América Latina

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Perspectivas del 2004

Cómo viene la mano

Es casi inevitable, al finalizar un año cronológico, echar una mirada a lo que fue y lo que no fue, para proyectarse hacia adelante. Por eso, PF hizo un sondeo entre dirigentes de diferentes fuerzas políticas de Izquierda sobre cómo se ve venir la mano este año que comienza, que tiene como hito político electoral los comicios municipales de octubre.

El presidente del Partido Socialista, Gonzalo Martner; el secretario general del Partido Comunista, Guillermo Teillier; el vocero de la Fuerza Social y Democrática y presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez, y el miembro de la coordinación nacional de la SurDA y director de la revista del mismo nombre, Rodrigo Ruiz, entregan aquí sus visiones de las perspectivas del 2004 para la derecha, la Concertación y la Izquierda extraparlamentaria. A la vez, exponen cuáles serán las prioridades para las fuerzas políticas que ellos representan.

Para Martner, se impone asumir los vacíos de los gobiernos concertacionistas, fortalecer los vínculos con el mundo popular, avanzar en la reforma de la salud y Chile Solidario. Teillier se muestra esperanzado en las expectativas generadas por la reciente formación de un nuevo referente integrado por el PC, Partido Humanista, Izquierda Cristiana, MIR y Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, entre otras organizaciones políticas y sociales, que se plantea innovar el sistema económico y social.

Por su parte, Pavez se refiere a la decisión de avanzar hacia un encuentro o congreso nacional para construir una propuesta programática de cambio, que suponga una forma distinta de hacer política y que convoque a sectores sociales hoy dispersos a participar en la elaboración de una alternativa. En tanto, Ruiz pone el acento en la constitución de un “polo por la democracia social”, que se proponga construir tanto un proyecto de transformación como un movimiento popular capaz de asumirlo y materializarlo en el terreno político. A la vez, alerta a no permitir que la derecha siga ganando terreno en el plano social, mientras “retrocede por arriba”.

 

Gonzalo Martner, presidente del Partido Socialista:

 

Recuperar terreno
en el mundo popular

“Este año 2004 habrá que obtener grandes avances en la gestión del presidente Ricardo Lagos. En la Concertación ha habido un proceso de diálogo unitario con un buen nivel de entendimiento entre las direcciones, respetando la diversidad de cada cual y no teniéndole temor al debate -a veces duro- entre nosotros, porque somos fuerzas políticas distintas. Eso ha permitido tener mayor cohesión interna, capacidad para dirimir diferencias y, en general, un proceso muy serio de unificación para enfrentar a la derecha. La coalición tiene un balance, del cual no podemos abstraernos. Vamos a completar 14 años de gobierno y, en consecuencia, daremos cuenta en conjunto de los muchos y múltiples avances que hemos logrado, pero también de las insuficiencias. Especialmente en el sentido que no se ha producido el cambio institucional que se requiere para tener una democracia propiamente tal -que fue lo que nos dio origen y por lo cual vamos a seguir pugnando con fuerza- y, al mismo tiempo, lograr disminuir las brechas sociales en Chile. Ha habido un crecimiento general, un cambio positivo para todas las familias, incluso para las más desposeídas, pero las desigualdades se mantienen. Son dos vacíos de nuestra gestión que tenemos que corregir en el ámbito local y global.

La derecha mostró el año pasado un grave problema de gobernabilidad. Quien no se puede gobernar a sí mismo, difícilmente puede gobernar el país. Pero es un adversario serio, que ha logrado una fuerte penetración en el mundo popular. Queremos recuperar nuestra audiencia en esos sectores, hacer retroceder a la derecha y lo haremos con argumentos, con testimonios de trabajo honesto y serio. Confiamos en poder restablecer a fondo un vínculo mayor de nuestros partidos -y desde luego del PS- con la sociedad y sus aspiraciones. En cuanto a la Izquierda extraparlamentaria, siempre hemos estado muy abiertos al diálogo y queremos buscar todos los espacios de intercambio. Tenemos opiniones políticas distintas en una gran cantidad de temas, pero eso no excluye que se pueda dialogar acerca de esas diferencias. Siempre nos va a gustar que haya una Izquierda extraparlamentaria sólida y fuerte, porque eso nos desafía a nosotros mismos. Y habrá espacios de colaboración en aspectos específicos si lo consideramos pertinente en ambos mundos”.

EL PS EN LA CALLE

“Este año, el Partido Socialista dará especial énfasis, en primer lugar, a la reforma sanitaria para que la salud sea un derecho y se transforme en una garantía exigible para las principales enfermedades de los chilenos. En segundo lugar, a la consolidación del programa Chile Solidario, para ir en ayuda directa de las 220 mil familias más carentes del país.

Luego, este es un año electoral, lo que pone a los partidos en tensión. Como se sabe, en nuestro curioso sistema electoral es en las elecciones municipales donde suele medirse la fuerza de los partidos. En esta ocasión, además, se elegirá en forma separada a los alcaldes y los concejales, lo que va a marcar con mayor nitidez la adhesión de los ciudadanos de una u otra fuerza política a nivel de concejales. Tendremos una candidatura única de la Concertación a alcalde, en cada una de las comunas de Chile, y diversidad partidaria a nivel de concejales. Se está trabajando intensamente en estas definiciones dentro de la coalición.

Como partido, nos hemos propuesto la meta de alcanzar el 15% de los votos, y vamos a trabajar intensamente para que así sea. Aunque en democracia son los ciudadanos los que determinan.

Nos empeñaremos a fondo para tener un planteamiento atractivo, centrándonos fuertemente en los intereses cotidianos de las personas y, al mismo tiempo, en una perspectiva general de sociedad más democrática, participativa e igualitaria. En ese sentido, este fin de semana -10 y 11 de enero- iniciaremos un conjunto de actividades a lo largo y ancho de Chile para preguntarle a los ciudadanos cuáles son sus prioridades municipales en la gestión local. Queremos hacer una consulta ciudadana muy amplia, denominada El Partido Socialista en la calle, para lo cual elaboramos un breve cuestionario.

Como en esta elección las dimensiones local y nacional están mezcladas, haremos un planteamiento que combine cuestiones locales muy específicas, para mejorar la calidad de vida en cada uno de los barrios y comunas del país, con una visión más amplia de sociedad, que corresponde a una sociedad democrática. Rechazamos de plano la afirmación de la derecha según la cual tener o no tener democracia no es un ‘tema concreto’. Para nosotros, esta visión de sociedad es algo muy concreto y preciso, porque consiste en el ejercicio de los derechos de los ciudadanos. Y cuando hablamos de tolerancia, también hablamos de cosas muy concretas y precisas que tienen que ver con el respeto de la diversidad de nuestra sociedad, el respeto a la libertad de cada cual para expresarse y llevar adelante sus proyectos de vida. Y cuando hablamos de una sociedad más igualitaria, estamos hablando de algo sumamente concreto: que disminuyan las brechas socioeconómicas entre familias, grupos sociales y regiones del país.

El Partido Socialista está trabajando un conjunto de propuestas, pero queremos combinar la solidez técnica de esas propuestas con los énfasis que ponen los ciudadanos en sus demandas de una buena gestión local. Y eso lo haremos con un método participativo: la consulta directa y el diálogo ciudadano”.

Guillermo Teillier, secretario general del Partido Comunista:

 

Presión y cambio “desde abajo”

“El 2004 es un año en que tanto la Concertación como la derecha pretenderán aumentar su caudal electoral con vistas a la próxima elección presidencial. Es posible que arrecien las acusaciones mutuas sobre corrupción y pedofilia, y que la política se traslade a operaciones encubiertas para tratar de desprestigiar al contrincante. Es de esperar que el pueblo comprenda que mientras perdure este sistema neoliberal tales aberraciones se presentarán una y otra vez. Que estos aspectos tienen influencia en el acontecer político es tan real como que a la Concertación -que hasta hace pocos meses daba por perdida su opción presidencial- le ha vuelto el alma al cuerpo producto del desprestigio sufrido por la UDI, y se ha lanzado en una campaña para ‘cazar’ adeptos y neutralizar a aquellos que pudieran poner en peligro un cuarto período presidencial.

No estará exenta la Concertación de las pugnas electorales con vistas a obtener mayores cuotas de poder y privilegio. Está por verse si tales pugnas pondrán en peligro la alianza estratégica de estos partidos. Lo claro es que en ninguno de ellos, o en algún sector, se vislumbra un giro hacia posiciones distintas o alternativas a su actual adhesión al neoliberalismo y al TLC.

Otro factor que influirá en los acontecimientos es el anuncio de un repunte económico que, aunque sabemos no beneficiará a los trabajadores, crea la imagen de un año de abundancia, lo que para muchos es esperanzador. Sin embargo, esto mismo obligará a la Concertación a una respuesta más creíble para el mundo laboral que, sin duda, va a presionar para que el ‘auge’ económico se exprese en más trabajo y mejoras salariales de fondo, como también en cambios políticos que garanticen los derechos y la dignidad de los trabajadores. Es esta presión la que de verdad podrá cambiar el cuadro político y hacer emerger una crisis que por ahora se arrastra en lo profundo, como el fantasma que nos mira desde América Latina.

La llamada ‘Izquierda extraparlamentaria’, junto a partidos y movimientos progresistas sociales y políticos, ha dado un salto en su proyección hacia el futuro al iniciar un camino nuevo, de unidad, que privilegia la lucha del pueblo y la construcción desde la base de un referente en el que tendrán cabida todos los que se planteen por una alternativa al sistema neoliberal. También se propone usar las elecciones como instrumento de concientización para un proyecto que busca devolver al pueblo la posibilidad de alcanzar importantes posiciones de poder y de participación, con un nuevo programa, cuyo diseño será concordado en la próxima convención nacional del mes de mayo. Lo novedoso es la concordancia en esta alianza de los partidos Humanista y Comunista. Como partidos legales, pueden contener un amplio pacto electoral que puede ir mucho más allá de las 26 organizaciones que firmaron el llamamiento inicial. Este nuevo referente se encuentra en la etapa de giras por el país y de coordinación en las comunas”.

AMPLIA CONVERGENCIA TERRITORIAL

“El Partido Comunista centrará sus esfuerzos en contribuir a la unidad, la organización, el crecimiento y la movilización de las organizaciones sindicales, como una forma de fortalecer el proceso de unidad del pueblo. Un objetivo importante es lograr la convergencia -en las comunas o en determinados territorios- de organizaciones sindicales, sociales, culturales, de mujeres, juveniles, de la diversidad sexual, ecológicas, deportivas, étnicas, estudiantiles, de allegados, etc., y de movimientos y partidos políticos. La finalidad es crear multisociales con capacidad para luchar por los problemas más sentidos de la población, aprovechando los espacios arrebatados al sistema, y para crear conciencia sobre la necesidad de cambiarlo por un sistema más justo y democrático.

Ningún tema puede quedar al margen de la preocupación de las organizaciones populares: la cesantía, la propuesta de privatización de la salud, los intentos de imponer la impunidad para los violadores de los derechos humanos, los problemas de la educación, la delincuencia, la drogadicción, la falta de fuentes de trabajo, el tema de los allegados… En fin, no hay nada que pueda quedar al margen del interés del pueblo. Se trata de construir una alternativa al sistema neoliberal desde la base y de manera participativa, es decir, de la manera como nosotros queremos la democracia en Chile, ¡porque basta de que nos impongan el TLC, las reformas de salud, la distribución del presupuesto, desde arriba y sin consulta ni información!

Grandes temas, como el cambio de la Constitución y del sistema electoral binominal, la recuperación plena del cobre para los chilenos, los cambios en las leyes laborales y en la redistribución del ingreso serán posibles sólo cuando se logre una correlación de fuerzas superior a la que actualmente existe.

También será un año de solidaridad con Cuba, con Venezuela y con todos los pueblos que buscan, con su movilización, una salida diferente, fuera del marco del sistema neoliberal o del Alca que impone Estados Unidos”.

Jorge Pavez, vocero de la Fuerza Social y Democrática:

 

Los grandes cambios siguen ausentes

“Al hablar de perspectivas, lo primero es lo obvio, lo que salta a la vista de cualquier mortal. Es decir, los problemas que cruzan en el momento actual tanto a la Alianza por Chile (abierta disputa entre RN y la UDI, que ha llevado a Joaquín Lavín a exigir que de una vez por todas arreglen sus problemas y a plantear que él jugará su carta al margen de los partidos) como a la alianza de gobierno, con una cada vez más explícita visión autocomplaciente que se asume intentando lo que parecía impensable hace siete meses: proyectar un cuarto gobierno de la Concertación. El conflicto central, en este caso, estaría dado en la disputa al interior de la alianza de gobierno.

Resulta también obvio que lo anterior incidirá con mayores o menores grados de tensión en las próximas elecciones municipales de octubre. Estas servirán, además, de medición interna para la lucha por los cupos parlamentarios y la definición de los candidatos en la contienda presidencial del 2006.

Por otra parte, la Izquierda extraparlamentaria sufre la lamentable situación que afecta a su líder más emblemática, poseedora de un carisma reconocido por todos los sectores, Gladys Marín. Distintos partidos tradicionales de la Izquierda han levantado una iniciativa que, como esfuerzo orgánico, intenta resolver la dispersión de los diferentes referentes de la Izquierda extraparlamentaria, con el loable propósito de levantar una alternativa antineoliberal. Aunque no se afirme abiertamente, el objetivo es, también, intentar superar la eventual crisis de subsistencia dentro del actual sistema electoral que pone en serio riesgo tanto al Partido Humanista como al Partido Comunista.

Lo anterior, que se puede discernir a partir de los hechos, situaciones y decisiones concretas del presente, no garantiza para nada, sin embargo, un cambio en la cada vez más sólida y creciente desconfianza generalizada de la mayoría del país respecto del accionar político en general y, en particular, de sus dirigentes, como también de sus métodos y prácticas. En definitiva, es un rechazo a la forma de hacer política que sólo se orienta a obtener mayores cuotas de poder o, al menos, a asegurarlas.

La situación del país deja en evidencia un proceso de transición en el cual la democracia se ha instalado sólo formalmente. En cambio, ha logrado reconstituirse un maridaje de los sectores dominantes, que fueron privilegiados durante la dictadura y que aún mantienen todas sus prebendas, sólo a costa de ceder un ensanchamiento de sus privilegios a sectores de la Concertación. La alianza de gobierno, que lleva ya tres períodos en el poder, ha sido incapaz de concretar sus propias propuestas programáticas. Ha demostrado nula voluntad política para enfrentar los gravísimos problemas de justicia social originados por un modelo neoliberal a ultranza que se sustenta en una redistribución del ingreso abusiva e injusta. Prueba de eso es su negativa permanente a impulsar una reforma tributaria que permita resolver el escándalo de los royalties a las empresas mineras o enfrentar el poder económico y fáctico de las no más de cien empresas nacionales y transnacionales que son, en la práctica, las verdaderas dueñas de nuestro país. Chile se entrega cada vez más a una economía absolutamente abierta al exterior, flexibilizando y adecuando la fuerza de trabajo, y con perspectivas económicas que, lo más probable, no volverán a lograr crecimientos del 7 a 8%, como los obtenidos durante la década de los 90.

Lo que está claro es que no hay voluntad política real dentro del gobierno para cambiar el modelo y el actual estado de cosas. Definitivamente, da la impresión, además, que la Concertación no será capaz de reformarse internamente, abriendo camino a otra forma de hacer política.

Por otra parte, lo que plantea la Izquierda extraparlamentaria al intentar unir fuerzas políticas dispersas, de por sí es valioso. Pero continúa cometiendo el error, según mi modesto juicio, de centrar esta iniciativa en un esfuerzo político cupular que difícilmente logrará la acumulación de fuerzas necesaria para convertirse en una alternativa sólida y confiable de poder, que sea vista y asumida de esa manera por los millones de chilenos que viven al margen de la política. Estos sectores... o no comprenden el mensaje que se les hace llegar o, lo que es todavía peor, lo rechazan una y otra vez en las urnas”. POR

LA ALTERNATIVA SOCIAL

“Durante el 2004 la Fuerza Social y Democrática continuará haciendo esfuerzos, con generosidad y con absoluta certeza de que la alternativa posible de cambio supone otras formas de hacer política que pasan por fortalecer y rearticular el tejido social y los distintos sujetos sociales absolutamente dispersos, como consecuencia de la dictadura y de la propia transición.

Persistiremos en la idea de concretar durante este año un encuentro, convención o congreso que hemos llamado Por la alternativa social. Es nuestro principal desafío y tras él colocaremos todos nuestros esfuerzos para construir una propuesta programática, junto a otros, y convenir democrática y participativamente el instrumento político más adecuado para impulsarla y desarrollarla.

No cejaremos en la búsqueda de entendimiento y convergencia entre todos aquellos que desean alcanzar una sociedad distinta, más humana y democrática, liberada de todos los amarres dictatoriales. Sin embargo, estamos plenamente conscientes que cambiar la actual situación no será tarea fácil y lo más probable es que se trate de un proceso de corto aliento.

Con todo, entendiendo que hemos asumido un objetivo que va más allá del 2004, es evidente, también, que será necesario plantearse metas de más corto plazo y entrar en una etapa de definiciones en el terreno orgánico y programático. Nuestro propósito es avanzar desde el planteamiento genérico de construir ‘el Chile que queremos’ levantando las bases de un modelo de desarrollo distinto, caracterizado no tanto por los anti o los contra, sino por los pro y las propuestas que apunten a consolidar proyectos específicos, concretos, viables, serios y, desde luego, convocantes.

La Fuerza Social y Democrática deberá definir, obligatoriamente, su participación en los procesos electorales, no sólo en aquellos de carácter político enmarcados en la exigencia del actual modelo, sino entrando resueltamente a la disputa ideológica en el terreno social, sindical y cultural, particularmente en los próximos desafíos electorales en la CUT y en el Colegio de Profesores.

Con todo, hay un axioma en política que señala que nadie tiene clavada la rueda de la historia. Por lo tanto, las perspectivas de futuro son esencialmente dinámicas, como consecuencia tanto de la disposición subjetiva, de la voluntad y mística de sus componentes como de los factores externos. No obstante, creemos que en el panorama político tradicional es posible, cada vez más, abrir espacio a la participación y a la confianza de millones de chilenos que están aguardando una forma de hacer política diferente, y también la aparición de nuevos líderes confiables y creíbles.

Más allá de la desconfianza generalizada del pueblo en los partidos políticos, en las directivas sociales y sindicales, en las instituciones religiosas o empresariales, existen mujeres y hombres que han dado muestras de un comportamiento ético y un accionar consecuente durante muchos años, base más que suficiente para consolidar un movimiento potenciador de cambios profundos. A todos ellos deberemos considerarlos y tenerlos presente en cualquiera de las perspectivas futuras, donde la palabra, la participación y la acción -y no sólo el voto- del chileno común y corriente tendrá que expresarse y decidir. Así se dejará atrás, definitivamente, tener que optar entre las dos caras de un mismo modelo, como si se estuviera frente al mítico dios Jano de la antigüedad”.

Rodrigo Ruiz, miembro de la coordinación nacional de la SurDA:

 

Política con calculadora

“El 2004 las disputas de la política permitida tendrán lugar tanto entre como dentro de los conglomerados dominantes. De esa suerte, para desgracia de los reales problemas sociales y de la gente que los padece, el instrumento preferido de la política será la calculadora.

En la hipertrofiada ala derecha del país lo central estará dado por la capacidad de la alta fronda económica, política y cultural (curia y medios de comunicación incluidos) para refundar porciones importantes de su instrumental político, hoy de un gris bastante obvio.

La Concertación vuelve a atizar expectativas, pero no logra dirimir el candidato único entre una DC ombliguista, aliada con lo peor de los poderes mundiales, y un bloque PS-PPD que intenta al mismo tiempo apoyar a un gobierno antipopular y atraer a una masa popular crítica y desconfiada que ha dejado de usar el voto.

En consecuencia, la Concertación entona progresistas maniobras comunicacionales que en nada comprometen la opción empresarial de La Moneda. Michelle Bachelet se llama -por ahora- esa expectativa que, curiosamente, goza de una imagen de izquierdista mientras, en los hechos, se desempeña como ministra de un gobierno que ya nadie considera de Izquierda.

De modo que no hay nada nuevo. Nada que avise en el seno de la Concertación una real transformación progresista, o que haga de su pelea con la derecha -a propósito del árbol de Navidad que se plantificó frente a La Moneda- algo diferente a la pelea de la Pepsi y la Coca-Cola: un leve cambio de sabor. Mal tendrían que andar -ojo con los titulares- los socialistas verdaderos si un laguista gana su compromiso sólo con encuestas regalonas y caras sonrientes.

Pero es necesario mencionar un punto adicional. El régimen -de rigurosa despolitización de las bases- permitió que en el 2003 la derecha avanzara en lo social (con alguna ayuda de sectarismos y miopías electoralistas de la Izquierda), mientras retrocedía por arriba. Es prioritario atender ese desafío”.

ARTICULAR PARA TRANSFORMAR

“La posibilidad de expresar políticamente las luchas y anhelos democráticos de las bases sociales, y reproducirlas en escala ampliada, reside principalmente en la formación de un polo que las proyecte en las disputas nacionales. En el 2003 maduró la necesidad de articular fuerzas de Izquierda, democráticas, de vocación popular y sentido de viabilidad.

Durante el 2004 deberíamos pasar del primer impulso a una definición más precisa que permita dar origen a una nueva práctica, basada en sectores organizados y en crecimiento, con flexibilidad para conjugar fuerzas con formas de actuar diferentes, y determinación para superar las presiones a las que los diversos sectores han debido responder (sea por el chantaje político, por las fuentes de financiamiento, por el peso ideológico de los antiguos parientes, etc.).

Superar la mera expresión de descontento implicará que el polo por la democracia social conjugue el diseño de un proyecto de transformación social con la construcción de un movimiento popular que lo encarne y con la capacidad de proyectarlo en la política.

De lo contrario, el campo popular lo mirará con recelo. Si la suerte del polo no va ligada a la suerte futura de nuestro pueblo, si la articulación emerge y avanza sin que sean visibles esfuerzos democráticos y de justicia social, entonces no habrá razón para trabajar por el involucramiento político y, menos aún, electoral de las bases sociales.

No sirven ya los llamados de atención con listas de ‘personalidades’ y liturgias testimoniales. Es fundamental combinar los esfuerzos de articulación con el fortalecimiento del trabajo de base, con la disputa al avance de la derecha por abajo con ejercicios sociales efectivos, de democracia y justicia social. Articular es el verbo. Articular para transformar. Sólo sobran los lobos con piel de oveja”

PATRICIA BRAVO

 

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