Ernesto Cardenal,
poeta y revolucionario
“Vivimos
la segunda Independencia”
En estos días estará en Chile el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal. Viene a nuestro país para recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2009, que otorga el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a través del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
Creado en 2004, el Premio (30 mil dólares, medalla y diploma) fue otorgado ese año al poeta mexicano José Emilio Pacheco; en 2005 al argentino Juan Gelman; en 2006 al peruano Carlos Germán Belli; en 2007 a la cubana Fina García Maruz y el año pasado, a la chilena Carmen Berenguer.
Esta vez el jurado concedió por unanimidad el Premio Iberoamericano al sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, ex ministro de Cultura de la revolución sandinista, cuya obra poética es bien conocida a nivel internacional. Además de premiar su talento creativo, el jurado destacó la consecuencia política de Cardenal que, a sus 84 años, sigue rompiendo lanzas en defensa de la unidad de América Latina para avanzar en las conquistas sociales y políticas de los pueblos.
Antes de salir de Managua en viaje a Chile, Ernesto Cardenal respondió un cuestionario que a través del correo electrónico hizo llegar a Punto Final. Estas son las respuestas del poeta.
Usted reconoce la influencia de Pablo Neruda, de la que le costó “mucho esfuerzo liberarse”. ¿Cómo visualiza la importancia de Neruda en la literatura del siglo XX y su eventual perduración?
“Ciertamente para mí Neruda fue un ‘ícono’, como se dice ahora, de mi adolescencia y mi juventud, y me costó mucho librarme de su excesiva influencia. Y poder escribir a mi modo, con lo que había aprendido de él pero sin tener que estarlo arremedando. ¿Su importancia en el siglo XX? Nos descubrió un nuevo lenguaje, con nuevas metáforas y nueva adjetivación. Y también el escribir sencillamente sin ninguna metáfora: ‘Quisiera irme detrás de la madera por el río Toltén…’. (Eso todos lo podemos imitar). O el escribir una poesía ‘hablada’ como todos platicamos: ‘Sucede que a veces me canso de ser hombre…’. Lo que fue una novedad en la poesía; es inconcebible Garcilaso escribiendo así. ¿Cómo perdurará? A lo mejor en el futuro se ‘cansen’ de Canto General o ya les aburra, pero después otras generaciones lo redescubrirán y les encantará otra vez. Así son los clásicos. Aunque yo creo que de su opera omnia lo que más fácilmente perdure serán sus Odas. Son de por sí ya clásicas en nuestros días. Se mantienen frescas y novedosas, como acabadas de escribir”.
La tentación del poder
Asumiendo que en cierto modo usted tiene en Nicaragua un papel parecido al de Neruda -como gran figura de la cultura y personalidad de alta significación poética- ¿cómo se enfrenta a la tentación del poder?
“De ninguna manera tengo en Nicaragua un papel como el de Neruda. Después de Darío ha habido en Nicaragua varios poetas grandes, como diez, yo a lo sumo puedo ser uno de ellos, ciertamente no el mejor; me ganan otros. Es verdad que he tenido mucha divulgación, pero eso no es garantía de excelencia. Pero refiriéndome a la pregunta: ¿Cuál tentación de poder? Nunca he envidiado el poder político. Fui ministro de Cultura, pero fue en una revolución. Quiero decir que era un poder popular (¡Poder Popular! fue una gran consigna de aquellos años, y era muy real, y nadie, ni las fuerzas armadas, tenían el poder). Lo que se llama poder político me resulta muy aburrido, una vida estéril, artificial, todo protocolo. No me explico cómo algunos aman ese poder y no pueden vivir sin él. Para mí ser presidente es horrible. García Márquez cuenta que una vez le preguntó a Fidel si añoraba algo que no podía tener en su vida, y Fidel contestó: ‘No poder estar parado en una esquina’. A mí me encanta estar parado en una esquina, sin que nadie me pida un autógrafo. O una foto de celular, en nuestros días”.
En su obra hay un nexo constante entre ética y estética, ¿cómo lo explica?
“Creo que ética y estética generalmente son lo mismo. Etica es el bien, se dice, y estética la belleza. Y el Bien y la Belleza son dos aspectos de lo mismo. Para los creyentes en Dios, Dios es el sumo Bien y la Belleza suma. O son intercambiables. Normalmente un buen artista no puede ser un perverso. Puede haber excepciones, pero eso no es natural. Si Cervantes hubiera sido una persona mala no hubiera podido escribir El Quijote que escribió. Es una obra que resuma bondad”.
Militante y poeta
Usted se define como “poeta, sacerdote y revolucionario”. ¿Cuál es su situación en la Iglesia? ¿Cuál es su posición como revolucionario en la política interna de Nicaragua?
“Sigo siendo sacerdote, aunque con una sanción del Vaticano que se llama suspensión a divinis, que es una prohibición de administrar sacramentos. Pero eso no me afecta mucho; mi vocación al sacerdocio no era de actividad pastoral, sino de vida contemplativa. Mi posición política en Nicaragua es de oposición al actual gobierno. Milito en el MRS (Movimiento de Renovación Sandinista): el movimiento de los sandinistas opositores a este gobierno falsamente sandinista (sin los ideales y principios de Sandino) y que nosotros llamamos ‘danielista’”.
En “Cántico Cósmico” se advierte la presencia de las ideas de Teilhard de Chardin y la huella de Leonardo Boff. ¿Son también sus ideas?
“Ciertamente, Cántico Cósmico está muy influenciado por Teilhard de Chardin, jesuita científico, místico y evolucionista; sin él esa obra mía no habría sido posible. Considero que yo he dado un paso más adelante que Chardin (porque es un avance del tiempo) en cuanto yo agrego a su misticismo científico el marxismo. Aunque él ya había vaticinado que en el futuro, cristianismo y marxismo se unirían ‘en la cumbre’. Leonardo Boff es mi contemporáneo y es autor de una teología cósmica, como yo de una poesía cósmica, sin que yo me haya influido de él. Venimos de las mismas fuentes”.
La segunda independencia de América Latina
¿Qué significa para usted el actual proceso de cambios en América Latina y el sentido de las iniciativas integradoras que impulsa Venezuela?
“América Latina está teniendo ahora su segunda independencia. La primera fue del imperio español, la segunda es del imperio yanqui. Todos los actuales gobiernos de Izquierda la están realizando, unos más moderados y otros más radicales, cada uno según su coyuntura y sus circunstancias. Entre esos gobiernos de Izquierda no incluyo al de Nicaragua, que aunque así se proclama no es de Izquierda ni revolucionario. En cuanto a Chávez, soy chavista. La Revolución Bolivariana no se ha encajado ese nombre porque sí, sino porque efectivamente pretende retomar el sueño inconcluso de Bolívar: de una América Latina unida para contraponerse a la del Norte que nos domina. Y por eso es la guerra feroz que ha desatado contra ella el poder imperial del Norte, con todos los medios de comunicación que domina, que son casi todos los que hay”.
¿Cuál es la importancia del ascenso de los movimientos de pueblos originarios en casi todo el continente?
“En la lucha por la primera independencia los pueblos indígenas no participaron y la independencia tampoco fue para ellos. Esta segunda independencia, que es contra el imperio norteamericano, el capitalismo y el neoliberalismo no puede ser sin ellos, y en algunos casos, como el de Bolivia, son la vanguardia de ella”.
¿Cuál es el balance que se hace en Nicaragua de las políticas neoliberales que sufrió durante cerca de veinte años?
“Nicaragua pasó a ser el país más pobre del continente americano, y lo es todavía. La pobreza y la miseria han sido las mayores que nunca antes. Y lo mismo la riqueza para algunos pocos, generalmente debido a corrupción. Ha sido mayor que nunca. Pero esto no sólo ha sido en los gobiernos neoliberales que ha habido antes, sino que lo es también en el actual gobierno. La situación económica no ha variado. El presupuesto de este año es el mismo del último año del gobierno anterior. Hay cada vez más mendicidad y a la vez más tiendas para los ricos y hoteles de lujo. Uno de estos últimos hoteles de lujo ha sido adquirido por la familia gobernante”.
¿Qué opina del gobierno del presidente Barack Obama y de la posibilidad de una nueva relación entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe?
“He leído que cuando Obama entró a la Casa Blanca no había en toda ella un solo cuadro o fotografía con un rostro afroamericano. Un presidente negro en Estados Unidos me parece un milagro, como también un presidente indio en Bolivia y un obispo en Paraguay. La figura de Obama me es muy atractiva, pero lo que más me asombra ahora en Estados Unidos no es él, sino el cambio de mentalidad en una población hasta hace poco sometida mentalmente a Bush. Está habiendo casi un culto a Obama, y esto es lo que más me garantiza que habrá nuevas relaciones”.
Chile y Nicaragua
Entre Nicaragua y Chile ha habido una relación especial. Rubén Darío y “Azul”, Gabriela Mistral y su apoyo a Sandino, Neruda abominando de Somoza en el “Canto General”, Francisco Bilbao llamando a la unidad latinoamericana cuando Walker invadió Nicaragua, el reconocimiento y respeto que usted tiene entre los chilenos. Son hechos. Hay que agregar la lucha de cientos de chilenos en las filas sandinistas. ¿Son antecedentes como para esperar un mayor y mejor acercamiento entre nuestros pueblos?
“Esta relación empezó desde que un joven veinteañero pisó el muelle de Valparaíso y fue acogido por la intelectualidad; y después entraba cuando quería al palacio de La Moneda para visitar a su amigo, el hijo del presidente. Y siguió con los otros hechos históricos que tú citas, como son la solidaridad de Gabriela Mistral con Sandino y sus hombres, a los que ella llamó ‘el pequeño ejército loco’, expresión que en Nicaragua quedamos usando todavía; y la distinción que Nicaragua ocupa en la geografía nerudiana con sus poemas a Sandino y contra Somoza. Y esto fue reactualizado por los cientos de chilenos que pelearon en la revolución de Nicaragua. Y también murieron. La tierra de Nicaragua está también bendita por esa sangre chilena derramada en ella. La historia nos irá uniendo cada vez más, y llegará un día en que todos seremos ciudadanos de una misma patria, la Patria Grande latinoamericana. El Premio Neruda que ahora recibo no se me da tanto a mí sino a mi pueblo. Y contribuirá a una unión aún mayor de los dos pueblos”
HERNAN SOTO
(Publicado en Punto Final, edición Nº 690, del 24 de julio al 10 de agosto, 2009. Suscríbase a PF, punto@interaccess.cl) |