Edición 677 - Desde el 19 de diciembre de 2008 al 1º de enero de 2009
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El petróleo y la revolución
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EL ministro de Economía y Finanzas de la República Bolivariana de Venezuela, Alí Rodríguez Araque (der.) con el redactor de PF, Ernesto Carmona.

El proyecto socialista bolivariano de Venezuela tiene que llevar a cabo una revolución agraria que garantice la soberanía alimentaria, incremente las fuentes de trabajo y cree condiciones para un despegue industrial que libere al país de su dependencia de la importación de alimentos y manufacturas.
“Necesitamos avanzar enérgicamente en la solución del problema alimentario de la población -que es la base de sustentación de la prosperidad de cualquier sociedad-, a lo cual se une el desarrollo industrial que provoca toda revolución agraria”, explicó a Punto Final el ministro de Economía y Finanzas de Venezuela, Alí Rodríguez Araque.
El esfuerzo financiero que demanda el proyecto socialista venezolano recae en el Estado, cuyos recursos provienen de la extracción y exportación de petróleo, motor de la economía desde hace casi un siglo. El socialismo en construcción en este país destina actualmente la renta petrolera a mejorar las condiciones de vida del pueblo y a promover el desarrollo económico. Esta reorientación de las finanzas públicas -que dirige el ministro Alí Rodríguez- provoca la furia de la oposición de derecha, que derrochó la renta petrolera durante un siglo abandonando al pueblo a su suerte.
Las cifras de la macroeconomía venezolana son buenas, mejores que hace cinco años, cuando el presidente Hugo Chávez proclamó el carácter socialista y anti-imperialista de la revolución bolivariana. El Producto Interno Bruto (PIB) lleva 20 trimestres consecutivos de crecimiento a una tasa mayor al promedio latinoamericano. En el tercer trimestre de 2008 creció 4,6%, acumulando 5,7% entre enero y septiembre, situándose cerca de la meta anual que es de 6%. El PIB venezolano asciende a 328 mil millones de dólares, con una estimación de crecimiento real también de 6% para el próximo año.
El presupuesto nacional de 2009 asciende a 78 mil millones de dólares. Supera en 14 mil millones de dólares al presupuesto del año que termina, pero privilegia una racionalización del gasto público y disminuye los consumos superfluos. Para el próximo ejercicio fiscal se prevé una producción de 3 millones 666 mil barriles diarios de petróleo, con exportaciones diarias de 2.996.000 barriles a un precio promedio de 60 dólares

ERNESTO CARMONA ULLOA
En Caracas

Con los precios actuales del petróleo, ¿es sustentable el futuro económico y financiero de la revolución bolivariana?
“La revolución bolivariana no surgió por los precios muy altos del petróleo, ni se ha sostenido por esos precios. Al contrario, el gobierno del presidente Hugo Chávez se inició en un momento de profunda depresión de los precios. Para comienzos de 1999 la ‘cesta petrolera’ venezolana estaba en 7 dólares, y si tomamos en cuenta que la cesta tiene un porcentaje importante de productos elaborados, estamos hablando de un precio del crudo por debajo de 5 dólares por barril.
Debido a los bajos precios del petróleo todo el primer año del gobierno del presidente Chávez se caracterizó por penurias fiscales. Fue precisamente gracias a políticas de fortalecimiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que comenzamos a recuperar progresiva-mente la soberanía tributaria. Se logró in-crementar significativamente el ingreso petrolero. Además han intervenido factores extra nacionales y extra OPEP, como una elevada actividad especulativa en el mercado de futuro, que llevó los precios a cifras desmesuradas, como los 147 dólares por barril en julio de este año.
De manera que la revolución bolivariana ni comienza con precios altos del petróleo ni va a terminar porque bajen esos precios”.

Visión optimista de futuro

El ministro Alí Rodríguez Araque (71 años, abogado, especialista en política petrolera, ex parlamentario y ex guerrillero en los años 60) tiene una visión optimista del futuro de la economía de su país. Se basa en que la política petrolera del actual gobierno rescató la soberanía nacional sobre su principal recurso y en la esperada estabilización del mercado internacional, que llevaría el precio del petróleo a un rango de 75 dólares el barril.
¿Cómo inserta usted el futuro de Venezuela en la crisis financiera y económica mundial?
“Mi convicción es que la crisis financiera mundial se está analizando muy superficialmente. Es cierto que la ausencia de regulaciones que estableció el sistema neoliberal es un factor, pero fue un factor de aceleración de la crisis, no su causa. Cualquiera que analice el desempeño de la economía norteamericana en las últimas décadas se encontrará, por un lado, con una sostenida declinación de la producción de bienes, y por el otro, con un fuerte incremento de la generación de servicios, en particular servicios financieros.
Pero en el sector financiero se han producido verdaderas aberraciones. Al declinar la actividad productiva también declinó la actividad de intermediación, generalmente asociada a la actividad productiva. El sector financiero, que maneja una impresionante masa de dinero, siguió buscando cómo garantizar el proceso de reproducción de ese dinero y comenzó a desarrollar sofisticados sistemas de ingeniería financiera, todo un sistema de grosera especulación que se transformó en una descomunal estafa a escala planetaria.
Esta crisis no tendrá una salida más o menos sustentable sin un gran reacomodo de la economía norteamericana, a la que están estrechamente vinculadas las economías europea y de otras regiones. En buena medida, China está afectada también por esta crisis, debido a las inversiones norteamericanas en ese país, y al significativo mercado que Europa y EE.UU. representan para las exportaciones chinas.
Esto, desde luego, ha impactado el precio del petróleo, afectado por dos flancos. En primer lugar, por la declinación de la demanda a consecuencia de la recesión en EE.UU. y Europa, y que ha provocado la desaceleración en otras regiones como Asia y, particularmente, en América Latina.
Pero lo que más ha impactado los precios del petróleo ha sido el ataque por el llamado ‘mercado de futuro’, donde ha tenido particular gravedad la actividad especulativa. Existe un verdadero absurdo: los dos grandes indicadores de los precios petroleros son el West Texas Intermediate (WTI), que tiene una producción inferior a los 600 mil barriles diarios. El WTI es un petróleo liviano, de bajo contenido de azufre. El otro indicador es el Brent, cuya producción va declinando, mientras la OPEP produce más de 27 millones de barriles diarios.
El petróleo West Texas, que es el emblemático, sirve como marcador de referencia para el NYMEX de Nueva York (sigla en inglés de Bolsa Mercantil de NY), un mercado que negocia contratos a futuro. Allí sólo se compran y venden papeles. Cuando los especuladores perciben que puede producirse un aumento en los precios, compran papeles, contratos a futuro. Cuando perciben que pueden caer los precios, venden. Eso provoca un movimiento artificial de los precios que no tiene ninguna relación con la oferta y demanda real. Por ejemplo, en estos días se estima que hay una sobreoferta de 2 millones de barriles. Y en consecuencia, ante una sobreoferta y una acumulación de inventarios, los especuladores venden papeles hasta que provocan la caída de los precios. Como consecuencia de la crisis todos buscan liquidez, se retiran de la actividad especulativa en el NYMEX y esto provoca el derrumbe que hemos visto entre julio y este momento. De 147 dólares el petróleo bajó a 42 dólares el barril.
Hacia 2005, en ese mercado hubo una relación de 1 a 5: por cada barril físico que se negociaba, se transaban 5 barriles de papel en el mercado de futuro. Para comienzos de este año, por cada barril físico se transaban 18 barriles de papel, de manera que eso aumentó artificialmente los precios, generando enormes ganancias para los especuladores.
En la última reunión entre países consumidores y productores que se hizo en Riad (Arabia Saudita) el 22 de junio, la OPEP propuso medidas de regulación para esos mercados. Pero los grandes consumidores se opusieron y todavía se mantiene esta situación irracional. Seguramente la crisis llevará a que algo se haga para modificar esta enorme distorsión del mercado”.

Los ingresos petroleros

¿Cuánto aportaba el petróleo hasta 1999 y cuánto aporta hoy al Estado venezolano?
“Quizás la cifra que mejor refleje una respuesta correcta, porque engloba el conjunto de la cuestión, es que a comienzos del gobierno del presidente Chávez, en 1999, nuestras reservas internacionales, alimentadas principalmente por el ingreso petrolero, estaban en 13.000 millones de dólares. Hoy están en 40.000 millones de dólares, y debemos considerar que, por una reforma a la ley del Banco Central, parte de lo que antes se convertía en reservas del Banco Central ha pasado a nutrir el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), que tiene alrededor de 39 mil millones de dólares que se destinan fundamentalmente a impulsar actividades productivas y proyectos sociales para mejorar la situación de la población. Además hay un Fondo de Estabilización, no muy alto, pero que cuenta con cerca de 900 millones de dólares. Eso mide los resultados de nuestra política”.
¿Cuál sería un precio óptimo del petróleo, según Venezuela?
“Hemos analizado esta materia con los demás países de la OPEP. En la última reunión en El Cairo del 28 de noviembre, el ministro de Petróleos de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, expresó que 75 dólares sería un precio justo. Coincidimos con esa apreciación. El año 2001 se introdujo la banda de precios, una proposición de Venezuela. Desde entonces la pérdida del valor del dólar, la inflación y el incremento de los costos, hacen que el precio del petróleo refleje también esos fenómenos, particularmente la necesidad de mantener las grandes inversiones que necesitan la exploración, extracción, transporte y refinación de petróleo. De manera que la estimación de Ali al-Naimi nos parece correcta. Venezuela ha insistido en la reintroducción de una nueva banda de precios que buscaría un promedio de 75 dólares. Puntos más, puntos menos, por allí está el nivel que permitiría mantener las inversiones y en consecuencia, satisfacer la demanda creciente de energía”.
¿Qué compañías petroleras extranjeras operan en Venezuela?
“Trabajan aquí compañías que han logrado excelentes resultados. Shell trabaja en un ‘mejorador’(*) en la Faja Petrolífera del Orinoco, asociada con PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.). Se fueron Exxon Mobil, que planteó un conflicto jurídico, y Conoco Phillips, pero las demás se mantienen. Algunas se fueron porque no les parecía buen negocio tener minoría de acciones en la asociación con el Estado, y porque no les gustaron las medidas tributarias que adoptó Venezuela. Pero nosotros tenemos experiencia y sabemos tomar las medidas correctas, analizando los posibles escenarios que nos indiquen hasta dónde la presión tributaria permite a las empresas obtener ganancias razonables. Y es lo que hemos hecho. Disponemos de toda la experiencia acumulada por PDVSA”.

(*) Mejorador: refinería que convierte el crudo pesado de la Faja del Orinoco en petróleo sintético de alta calidad.

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 677, 19 de diciembre, 2008. Suscríbase a Punto Final)