Curanilahue,
reino del desempleo
Autor: ARNALDO PEREZ GUERRA
En Curanilahue
VISTA de Curanilahue: 15 por ciento de cesantía.
Curanilahue es un polvorín social con una cesantía de 13,9 por ciento. Tomé tiene un porcentaje superior: 16,2 por ciento. Pero en Curanilahue hay tres mil quinientos cesantes disfrazados en los improductivos programas pro empleo y de emergencia. La cesantía real es mucho mayor a la cifra oficial, quizás de un 25 por ciento. En la antigua población minera, hoy rodeada de plantaciones forestales, no hay trabajo y los obreros de los programas pro empleo protestan en la plaza o bloquean la ruta 160, que une Curanilahue a la capital regional. También marcharon a Concepción, a exigir igualdad de salarios con los trabajadores de los programas de mejoramiento urbano (PMU). La VIII Región registra alarmantes estadísticas en todos los índices: cesantía, pobreza, crecimiento y educación. No sólo en Curanilahue aumenta la cesantía; lo mismo ocurre en Tomé, Coronel (12,3 por ciento), Talcahuano (11,3 por ciento) y Lota (12 por ciento).
En Curanilahue la explotación original fue el carbón, que comenzó a fines del siglo XIX impulsada por los Edwards, Urmeneta y Cousiño. Fue un saqueo que hoy continúan las forestales. La pobreza supera al 30 por ciento de sus 31 mil habitantes.
María Gallardo, presidenta del Sindicato Trasander, que agrupa 260 personas, dice: “Estamos en el programa Mejor Trabajo. Nuestra lucha es por mejores condiciones laborales. Ganamos 115.000 pesos líquidos. No alcanza para nada. En gas, luz y agua, se nos va la mitad del sueldo. Muchos no tienen casa propia y arriendan, así que quedan sin sueldo. Esta zona es muy pobre. Hay adultos mayores en el programa pro empleo, porque a ellos se les hace difícil hallar otro trabajo. El gobierno no crea empresas y sigue subsidiándonos, pero este no es un trabajo digno. ¿Seguiremos toda la vida con programas pro empleo?”.
Los que laboran en el programa pro empleo quieren que les paguen lo mismo que a los del programa de mejoramiento urbano: 144.000 pesos. “Que el pago sea equitativo. Pedimos igualdad, es lo justo. Esto lo tiene que resolver la Gobernación o la Intendencia. En abril mandamos una carta. Acá no hay fuentes laborales. Si abrieran el yacimiento La Chulita todos nos iríamos a sacar carbón y no estaríamos comiendo migajas. Trabajamos mejorando casas y colegios, y también confeccionamos buzos para niños. No son trabajos productivos, y eso no es culpa nuestra, sino del sistema”, dice Luis Antilao. “La dictadura y la Concertación dejaron morir el carbón”, dicen los ex mineros en la plaza de Curanilahue. Algunos empresarios, como Jaime Ravinet -ex ministro y actual candidato a alcalde de Santiago por la DC-, representante de una empresa minera norteamericana, ofreció explotar la mina La Chulita que se encuentra en licitación.
En Loma Baja los pirquineros siguen extrayendo carbón, a pesar de los informes del Servicio Nacional de Geología y Minería que advierten el peligro de continuar las faenas. “No se ha paralizado la extracción porque no hay otras fuentes de trabajo. Trescientos cincuenta obreros ganaron un subsidio de capacitación de 180.000 pesos por seis meses. Se les capacitó, pero no sé qué tan bueno fue eso. En una capacitación la gente por lo menos debe aprender a leer. En Curanilahue no hay mano de obra calificada. Cuando edificaron el hospital la empresa trajo gente de afuera”, dice Pedro Vigueras, concejal socialista.
“Si no tuviéramos los programas de emergencia y pro empleo, la cesantía llegaría a un 30 por ciento. Aparte de las forestales, no tenemos otras fuentes de trabajo… salvo los pirquenes que prácticamente son ilegales”, agrega. Vigueras tiene una visión optimista. Dice que educación y salud han mejorado mucho en la comuna, lo que ha ayudado a sobrellevar la pobreza.
Pobreza y otros problemas
Héctor Alvear, dirigente de 197 trabajadores del proyecto Conaf, dice que se intentó por todos los medios instalar “una mesa de diálogo para tratar el tema de la cesantía y la demanda de igualdad de salarios, pero fue imposible. Iniciamos una movilización el 9 de junio, y todavía no tenemos respuesta. Sólo nos recibió el alcalde y el Seremi del Trabajo. No entendemos porqué no se nos paga lo justo, que aliviaría la cesantía encubierta”.
Ricardo Rebolledo, presidente del sindicato, explica: “Con los descuentos nos queda una miseria. La gente no puede vivir así. No queremos engrosar la lista de cesantes, tenemos dignidad. Tras las amenazas del gobernador hay temor de que nos descuenten los días no trabajados o nos despidan”.
Víctor Pérez, presidente de uno de los sindicatos de Corpochue, de 147 trabajadores, dice: “Seguiremos movilizados a pesar de las amenazas. La miseria de Curanilahue es producto del desempleo”. Maribel Medina, agrega: “Nadie nos ha dicho porqué recibimos menos salario y menos bonos… Somos 3.500 personas en trabajos que esconden la verdadera cesantía. No nos alcanza para vivir, menos con las alzas en alimentos y servicios básicos”.
El gobierno inició la licitación de la nueva ruta 160 que pasará por Coronel, Lota, Arauco, Curanilahue y Los Alamos. Son 87 kilómetros de carretera que costarán 220 millones de dólares. La concesionaria cobrará durante 25 años tres peajes que los desempleados de Curanilahue no saben cómo pagarán.
En la provincia de Arauco la pobreza dobla o triplica el promedio nacional. Dos grupos económicos, Matte y Angelini, poseen 688.000 y 635.000 hectáreas de plantaciones forestales, respectivamente. “Han arrasado con todo. El control que tienen en Curanilahue es tal, que las plantaciones forestales alcanzan el 92,15 por ciento de la superficie territorial. Por lo mismo no hay dónde construir viviendas”, dice Camila Manríquez, trabajadora social. Víctor Medina, que participa en el centro cultural Clotario Blest que recientemente inauguró la Universidad Popular Arauco (UPA), agrega: “Los más afectados por el modelo forestal son los campesinos pobres y comunidades mapuches. Han sido expulsados a las ciudades. Así sucedió con los habitantes de Buena Esperanza, que fueron despojados y hoy engrosan las cifras de cesantía. Los obreros forestales se movilizaron en mayo de 2007 y negociaron con Bosques Arauco, la empresa mandante, pero el costo humano fue (...)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 666 de “Punto Final”, 11 de julio, 2008. Suscríbase a Punto Final)
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