Subvenciones,
el escándalo del lucro
Autor: HERNAN SOTO
JAIME Gajardo, presidente del Colegio de Profesores.
Nuevamente la educación ocupa el primer plano. Debido al llamado “escándalo de las subvenciones”, gatillado por un informe de la Contraloría General de la República que señaló 262 mil millones de pesos que no aparecen debidamente respaldados. Esa situación, que evidencia a lo menos un notable desorden administrativo, ha sido presentada por la derecha como un virtual robo que indicaría los niveles a que ha llegado la corrupción en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Por otra parte, dentro de poco debe comenzar el trámite parlamentario del proyecto de ley de educación, que recoge parte importante de las recomendaciones de la comisión asesora designada a raíz del movimiento “pingüino” que conmocionó al país en 2006. Allí reaparece el tema del “lucro” en la educación -que rechazan amplios sectores- y se hace evidente la ausencia de un nuevo sistema de financiamiento educacional frente a la crisis del actual sistema de subvenciones.
PF conversó con el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo:
¿Cuál es la posición del Colegio de Profesores frente a la acusación constitucional a la ministra de Educación, Yasna Provoste, y al problema de las subvenciones?
“Nuestro planteamiento es claro: no apoyamos a la ministra. Nuestro papel no es apoyarla ni defenderla, no es una función que corresponda al Colegio. Ella se defiende sola y también cuenta con apoyo del gobierno y de un equipo de abogados. Ahora bien, lo que ha emergido es el producto de una legislación que expresa una concepción sobre la educación, un modelo que debe ser reformulado. Hay una responsabilidad del Ministerio que viene de antiguo -no es un problema de la ministra Provoste exclusivamente- y que no se ha abordado. Cuando estalló el escándalo, pedí a la Seremi copia de las denuncias que habíamos hecho al respecto y recibí más de una caja grande de papeles, cientos y cientos de documentos, lo que demuestra que la política ha sido -por decirlo en términos corrientes- ‘echarle tierra’ al asunto para que pareciera que todo funcionaba bien. El problema de fondo es que el sistema educacional, con el Estado reducido a un papel subsidiario, es caldo de cultivo para que se produzcan irregularidades.
En abril del año pasado la Contraloría decidió auditar directamente a la Seremi Metropolitana. El resultado fue el informe que produjo la polémica. El informe dice cosas conocidas que no se han investigado a fondo, respecto a las cuales no se han adoptado medidas. Nos reunimos con el Contralor y nos dijo más o menos lo mismo que declaró ante la comisión de la Cámara de Diputados: que por lo investigado hasta el momento no se ha establecido que exista dolo, pero que hay un desorden monumental. Reconoció que los funcionarios del Ministerio hacían esfuerzos para aclarar las cosas, pero que la situación los había sobrepasado”.
EL ESCÁNDALO DE LA DERECHA
“A partir del escándalo -agrega Gajardo- la derecha ha lanzado una campaña destinada a fortalecer la imagen de corrupción que ha instalado como característica del gobierno y, al mismo tiempo, orientada a debilitar aún más la educación pública. Nada dice de los sostenedores que reciben las subvenciones. Si ha habido desvíos dolosos de dinero, los que se han beneficiado son ellos. Reaparecen ideas familiares en el discurso de la derecha, como que el dinero debe entregarse directamente a los apoderados con un sistema de voucher que aumentaría, sin duda, la mercantilización de la educación, e insiste en la derogación del estatuto docente para flexibilizar la relación establecimiento-profesor.
Legalmente no se deben pagar subvenciones sin que se acredite que el sostenedor está al día en el pago de sueldos y en la previsión de los maestros. Más de una vez el sostenedor planteó al Colegio de Profesores que o pagaba sueldos o pagaba previsión, que había que optar, para que el establecimiento siguiera funcionando. Todo esto ante la pasividad de la autoridad que tiene atribuciones para intervenir el establecimiento y terminar con la calidad de sostenedores de quienes infrinjan la ley. Denunciamos muchas veces adulteración de asistencia de alumnos y a sostenedores que habían perdido los requisitos para mantener esa calidad”.
CRISIS EDUCATIVA
En un plano más general, lo ocurrido con las subvenciones ¿es una expresión de la crisis de la educación en Chile?
“La educación en Chile está en crisis, especialmente porque se mantiene una institucionalidad educativa que no ha cambiado desde la dictadura. La privatización ha llevado a una educación segmentada, clasista. No existe libertad de enseñanza, entendida como la libertad del apoderado para decidir sobre la educación de su hijo, eligiendo la escuela o colegio que más le conviene. Es al revés. El colegio elige a los alumnos, los junta, los aglomera de acuerdo a la situación económica, debido a la forma de financiamiento. Si a un alumno se le hacen exigencias adicionales, determinados libros, implementos o cuotas para financiamiento compartido, tendrá que buscar otro colegio si no puede pagar. El colegio selecciona y segmenta, lo que aumenta la desigualdad. Esa es la principal característica de nuestro sistema educativo. La modernización que empezó en los años 80 nos ha conducido donde estamos. La educación chilena está estancada. En pruebas internacionales Chile no mejora.
La segmentación y bajos logros generan malas condiciones de trabajo para los maestros. Se está produciendo una especie de estampida de profesores que buscan mejores expectativas profesionales, porque un alto porcentaje de los fondos públicos que se destinan a educación vía subvenciones termina en manos de particulares para los cuales el objetivo es la ganancia.
La educación municipalizada está sólo unos puntos más abajo que la educación particular subvencionada. Cuatro o cinco puntos las separan, lo que es muy poco. Pero el problema es que la tendencia favorece a la educación subvencionada. Lo que es peor: en la Región Metropolitana, que concentra el 40 por ciento de los niños, el 65 por ciento y algo más está en la educación particular subvencionada. La educación municipalizada marcha a la zaga. La situación es distinta en la mayoría de las otras regiones, en que los particulares todavía no se deciden a invertir fuertemente. Pero ya están buscando fórmulas y hay proyectos importantes. La educación municipalizada se encamina a una sostenida decadencia”.
CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
Se dice que el fenómeno se produce porque son mayores los logros de la educación particular subvencionada, lo que motiva a los padres a matricular ahí a sus hijos.
“Es falso, es otro elemento que se pretende instalar por razones de marketing. Las pruebas SIMCE y otros instrumentos de medición señalan que el promedio en la educación municipalizada es de 250 puntos, mientras en la particular subvencionada se mueve entre 253 y 256. La educación particular pagada, en cambio, tiene un promedio de 305 puntos. La diferencia entre el sector municipalizado y el subvencionado es mínima y no marca todavía tendencia. Si se restara en la educación subvencionada a los colegios religiosos (subvencionados), que imparten una educación entre mediocre y (…)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 658 de PF, 21 de marzo, 2008. ¡!Suscríbase a Punto Final!!)
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