Punto Final, Nº 738 – Edición desde el 22 de julio al 4 de agosto de 2011.
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Mujeres del amanecer

Autor: LEOPOLDO PULGAR IBARRA

LA compañía Zapateando trae el humor de la comedia y del clown.

Cuando la compañía Zapateando decide realizar la obra Mujeres del amanecer, en realidad opta por la ficción dentro de la ficción teatral: crea un mundo de mujeres que nacen de los árboles; acoge a un huracán que proviene del mundo de las sombras y destruye todo el pueblo a su paso e invita, como protagonista, a la última niña que nace del único árbol sobreviviente, quien será educada para que aprenda a defenderse y defender su espacio colectivo de nuevas agresiones.
Y como para subrayar que la realidad tal como son las cosas era un concepto que no estaría en la construcción artística de este grupo que indagaba en la sensibilidad femenina, el montaje se vestió con la vistosa ropa del clown.
Con esta obra, que protagonizan Gloria Salgado, Carola Garabano, Beatriz Yáñez y Susana Alegría “buscamos difundir y reconocer el aporte de las mujeres a lo largo de la historia, promoviendo el equilibrio de lo femenino y masculino en nuestra sociedad actual”, comenta Marcela Silva, directora. Agrega la codirectora Gloria Salgado: “El montaje se desarrolla en estilo clown porque la comedia tiene un lenguaje cercano al espectador y permite reflexionar sobre los seres humanos en su esencia más pura y sincera, con sus defectos y virtudes”.
La directora comenta que, más que hablar de diferencias sustantivas entre la sensibilidad femenina y masculina, o plantear una posición desde el feminismo, con la obra “queremos reflexionar y hacer una especie de homenaje a esas pequeñas labores o tareas que, a simple vista, están lejos de las grandes hazañas, pero que constituyen un eje importante en la vida de los seres humanos. Desde el sencillo hecho de cocinar para alimentar a los tuyos hasta enseñar a jugar a un niño. Desde la sabiduría de aquella mujer que tiene un profundo conocimiento y contacto instintivo con la naturaleza, hasta el concreto y sensible arte de la tejedora, por ejemplo”.

Refundación total

¿La última mujer, nacida del último árbol, es una metáfora de la necesidad de una refundación humana y social?
“Claramente. Desde el momento en que planteamos esta especie de holocausto que perjudica la vida de un pueblo, la atención de estas mujeres se centra en el pequeño capullo sobreviviente. El capullo representa la esperanza, que para muchos de nosotros aparece con las nuevas generaciones. El concepto de enseñanza se hace imperativo y las mujeres enseñan lo que saben sobre la vida y la naturaleza a la niña que nace del capullo, que es su igual, pero que, a diferencia de ellas, no alcanzó a ser reprimida ni relegada, por lo cual aún es libre. Y la idea es que lo siga siendo y trascienda la lucha con el mundo de las sombras. He ahí la importancia y el poder del conocimiento y de las enseñanzas transmitidas de generación en generación”.
¿El mundo que dibuja la obra representa personas, sectores sociales y/o políticos reales?
“Sí, hay una relación, pero es más bien sutil, salvo algunos pequeños guiños en relación a grandes dictadores (Hitler y ‘Pinocho’). Lo demás son juegos y metáforas como, por ejemplo, el sonido de unos cerdos cada vez que se acercan los Señores de las Sombras”.
¿Qué les parecen las últimas marchas masivas?
“Es una especie de amanecer de Chile. Es como cuando el hermano del medio, ese que no molesta y está acostumbrado a ceñirse a las reglas, llega a la adolescencia, comienza a tener una opinión disidente y a hacerse escuchar. Siento que como país habíamos sido más bien niños en estos temas. Los mass media nos tenían mal acostumbrados. Lo paradójico es que la avalancha informativa se les fue de las manos y las redes sociales e Internet ayudan a que se pierda esa inocencia mal entendida que se convierte en ingenuidad. Es como si Chile por fin se hubiera convertido en un adolescente curioso y disconforme. Y eso me llena de orgullo. Es como ver crecer a un hijo, pero ese hijo resulta ser nada menos que el país que te contiene”

(Teatro Mamut, ex Galpón 7. Chucre Manzur 7. Ju. y vi., 21.00; sá. y do., 20.00. Entrada liberada). 

 

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 738, 22 de julio, 2011
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