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¡Libertad para
los cinco héroes!
El caso de los cinco cubanos presos en Estados Unidos muestra en forma cruda la política de Washington basada en el terrorismo contra Cuba revolucionaria. Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y René González Sehwerert están cumpliendo duras penas de presidio en Estados Unidos por el “delito” de tratar de prevenir la acción de grupos terroristas de Miami contra la nación cubana.
Las agresiones contra Cuba desde territorio de EE.UU. durante más de 50 años han causado la muerte de 3.480 personas, varios miles de hombres y mujeres mutilados, además de daños materiales incalculables. Ante ello, para proteger a la población cubana un medio legítimo de defensa ha sido infiltrar las organizaciones terroristas de cubanos radicados principalmente en el sur de la Florida. Con la ayuda de esos agentes voluntarios, los órganos de seguridad de la isla lograron conocer a tiempo e impedir muchos ataques terroristas.
Esa era la labor patriótica que cumplían los cinco cubanos que hoy están en las cárceles norteamericanas. Desde hace once años están presos y en algunos casos impedidos de ver a sus esposas y otros familiares cercanos. Aunque los fiscales no pudieron acusarlos de “espías”, como pretendían, los acusaron de “conspirar para cometer espionaje”, aunque no pudieron presentar pruebas. El juicio político, que fue uno de los más largos en la historia de EE.UU., duró 17 meses con los procesados en condiciones de aislamiento, limitado acceso a sus abogados y de éstos a las evidencias. Sólo después de ser condenados -tres de ellos a cadena perpetua- el mundo ha comenzado a conocer las arbitrariedades judiciales y los abusos a los derechos de los encarcelados (prácticamente un secuestro judicial). A dos esposas les han negado visas durante una década para visitar a sus maridos en las prisiones.
Diferentes instancias de la ONU, parlamentarios de todo el mundo, una decena de Premios Nobel, miles de intelectuales, Amnistía Internacional, el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, agrupaciones de juristas y personalidades de las artes y la cultura se han pronunciado por la libertad de los cinco cubanos. La Constitución norteamericana faculta al presidente de Estados Unidos para eliminar una acusación o perdonar, cuando exista una violación o convenga al país. Este derecho fue el utilizado por Obama para retirar los cargos contra dos espías al servicio de Israel, a quienes les encontraron documentos secretos del Pentágono.
La conciencia de esta injusticia debe traducirse en acciones, mensajes y pedidos que lleguen a amigos residentes en EE.UU., o directamente al presidente Obama y a representantes de su gobierno.
Invitamos a los lectores de Punto Final a escribir a:
President Barack Obama
The White House
1600 Pennsylvania Ave. NW
Washington, DC 20500
United States of America
Mrs. Hillary Clinton
Secretary of State
U.S. Department of State
2201 C Street NW
Washington, DC 20520
Mr. Paul Simons
Embajador de Estados Unidos de América
Av. Andrés Bello 2800
Las Condes, Santiago
o a Casilla 27-D, Stgo.
Fax (02) 330-3710
(Publicado en “Punto Final” Nº 694, del 17 de septiembre al 1º de octubre de 2009. Suscríbase a PF.
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