Edición 680 - Desde el 6 al 19 de marzo de 2009
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Escritor Luis Sepúlveda:


Prensa chilena provoca tristeza

Autor: ALEJANDRO LAVQUEN

El escritor Luis Sepúlveda (izq.) con el redactor de PF: Atrás la poeta Carmen Yánez.

El escritor Luis Sepúlveda con su libro La sombra de lo que fuimos acaba de obtener la XIII edición del Premio Primavera de Novela, , convocado por Editorial Espasa-Calpe. El galardón está dotado con la suma de 200 mil euros. Luis Sepúlveda (Ovalle, 1949) es uno de los escritores de lengua española más traducido. Su obra El viejo que leía novelas de amor (1989) está publicada en sesenta idiomas. Otros de sus títulos son Patagonia Express (1995), Historia de una gaviota y del gato que la enseñó a volar (1996) y La rosa de Atacama (2000). Angel Lasanta, miembro del jurado, comentó: “Sepúlveda ha escrito una novela generacional con estructura detectivesca, que habla del desengaño de unos chilenos que recuerdan su juventud en los años sesenta y setenta, su relación con el Partido Comunista, el golpe de Estado, el exilio y su regreso a un Chile en democracia, un país que ya sólo existía en su memoria”.
De paso por Chile, Luis Sepúlveda conversó con Punto Final.

¿Cómo recibe este nuevo premio?
“Con alegría, pero sin darle más importancia de la que tiene. Un premio de la categoría del Primavera es importante en el panorama de la literatura en español, pero no cambia mi relación con la literatura. No escribo para ganar premios; si vienen, bienvenidos”.
¿Podría explicarnos de qué trata la obra premiada?
La sombra de lo que fuimos trata de un encuentro entre cuatro hombres, todos al filo de los sesenta años, ex militantes de Izquierda, que se reúnen en Santiago después de treinta años sin verse. Participan en una última aventura, y mientras lo hacen se redescubren. Sobre todo descubren que son capaces de mirar sus vidas con humor y con amor”.
La literatura fundamentalmente es memoria, en el sentido colectivo y particular. ¿Cómo concibe la relación literatura-procesos sociales?
“Sé que mis afirmaciones en este sentido pueden no ser del gusto de todos. Yo separo aguas: en mi vida de ciudadano participo de los hechos sociales desde mi ética de Izquierda, y en mi oficio como escritor sencillamente intento hacer buena literatura. No creo en la capacidad redentora del escritor ni de los libros. Creo en el hombre que cumple con sus deberes éticos de ciudadano. La literatura es memoria, desde luego, incluso memoria del futuro”.

Escritor a secas

Desde España, ¿cómo se ve el desarrollo literario chileno? ¿Se interesan en Europa por leer escritores chilenos?
“En España, la gente que lee y siente predilección por la literatura latinoamericana, no ve, no mira, no cree en los ‘todos nacionales’. En Chile hay escritoras y escritores ensalzados como lo más relevante de la literatura chilena, pero se omite decir que eso está dicho por ciertos chilenos, es decir loas nacidas en casa y dirigidas a los habitantes de la casa. En España y Europa los criterios que se emplean para valorar a los escritores son individuales. De ahí el gancho que tienen autores como Rivera Letelier o Ramón Díaz Eterovic. Incluso Bolaño está considerado un escritor, a secas, ser chileno o chino es circunstancial”.
Hay escritores que escriben por la fama, otros por los premios, algunos por espíritu mesiánico. En su caso, ¿cuál es la motivación?
“Yo escribo por placer, amo mi oficio, y también escribo para confirmar mediante la escritura mis (…)

 (Este artículo se publicó completo en la edición Nº 680 de “Punto Final”, 6 de marzo de 2009. Suscríbase a Punto Final)