El combate es desigual
en Cerro Navia
Dignidad contra
dinero
Autor: GONZALO MAGUEDA
Frente a las millonarias y frenéticas campañas de la Concertación y la derecha en la popular comuna santiaguina de Cerro Navia, apareció esta mujer, modesta costurera, pobladora, delgada y pequeñita. Capaz -como lo hizo al saludar al Papa Juan Pablo II en 1987 en representación de los pobres del país- de sacar la voz, ahora para proponerse ser concejala y “representar a la gente, a los trabajadores, a las vecinas, a los adultos mayores y a los jóvenes”.
Luisa Riveros Varas es candidata a concejala en Cerro Navia como independiente, con el N° 43 en la boleta, acompañada de Antonio Lagos Vidal, el “Cura Toño”, ex párroco en la comuna y que busca alcanzar la alcaldía también como independiente. Juntos enfrentan las poderosas maquinarias electorales y las listas de aspirantes a alcaldes y concejales de la Concertación -que trajo del barrio alto al ex ministro Alvaro García- y de la derechista Alianza, con el RN Luis Plaza a la cabeza.
Así como Luisa Riveros no temió enfrentar a la dictadura al denunciar sus crímenes ante el Papa, ahora no teme encarar a las fuerzas políticas que hegemonizan la elección con su capacidad financiera y mediática. “Yo estoy en una campaña muy modesta pero con apoyo de los pobladores”, recalca Luisa. Y enfatiza: “Ya no se puede confiar en esos partidos políticos, en la gente que traen de afuera, de otras comunas, para dirigirnos. Yo quiero representar una candidatura libre, una Izquierda tradicional. A los obreros, a los pobladores, a las mujeres, a los mapuches. Quiero representar a todos los que están desilusionados”.
Luisa Riveros cuenta que frente a las gigantografías, los miles de panfletos, los miles de “palomas” y regalos de sus adversarios, ella hace campaña en los clubes de adultos mayores, en las ferias libres, en los puerta a puerta, en actividades de las organizaciones sociales de la comuna, sólo con la ayuda de los vecinos. Dice que “los únicos carteles y folletos que tenemos son los que nos regalan unos cabros y algunos pobladores” y en cuanto a dinero, sólo cuenta con “los aportes individuales de 500 o mil pesos de los vecinos, nada más”.
Hay algo que la entusiasma y que se ha convertido en un distintivo de su campaña: reparte semillas. “Semillas para una nueva democracia” afirma. Anda sembrando por Cerro Navia no sólo esperanza, dignidad y organización, como lo hace desde hace ya casi cuarenta años en esa comuna. Ahora, en los puerta a puerta, en las ferias libres, en las actividades sociales -junto a su hija, su nieta, compañeras y compañeros de su campaña- reparte semillas de “zapallito calabaza, alcayota, reina luisa y zinnia”, estas últimas unas flores muy bonitas, asegura.
En uno de sus recorridos haciendo campaña, llega Carlitos, uno de sus compañeros, con cien modestos folletos: “Imprimí hasta que se acabó la tinta”, le cuenta a la candidata. El folleto asevera que Luisa Riveros tiene “toda una vida al servicio de los pobladores. Por ello llegar al municipio como concejala no es otra cosa que un paso más en donde, desde este espacio, poder levantar la voz de todos aquellos que siguen esperando, como le dijera al Santo Padre: los pobladores, los necesitados, el pueblo, su pueblo”.
La campaña de Luisa Riveros pretende mejorar las condiciones de vida de los más de 145 mil habitantes de Cerro Navia, de los cuales el 17% son pobres o indigentes y donde hay problemas tan sensibles como que el 13% de las familias viven allegadas.
Luisa está empeñada en que el presupuesto municipal y los dineros del gobierno central se ocupen en construir más viviendas, mejorar las escuelas, mejorar la atención de salud, avanzar en obras públicas y apoyar a las organizaciones vecinales y sociales.
El “Cura Toño”, Antonio Lagos, el candidato a alcalde que durante un par de décadas condujo a las comunidades cristianas y el trabajo social cuando esta comuna era todavía Pudahuel -y desafió permanentemente a la dictadura- indica que uno de los propósitos de esta batalla electoral es plantear un “no a la corrupción”. Lagos explica: “Está comprobado que en Cerro Navia uno de los hitos importantes son los mil 375 millones de pesos que fueron entregados a la Corporación de Desarrollo Comunal y hasta este momento, no hay respuesta de dónde se invirtieron esos fondos. Por lo tanto, el Consejo de Defensa del Estado asumió la demanda contra los responsables, en este caso, Cristina Girardi, alcaldesa de la comuna, para que se establezca dónde fueron invertidos esos fondos. Y hay otras cosas, como personas que reciben sueldo pero que no trabajan”.
De tú a tú
Unas horas de campaña en Cerro Navia son tan sencillas como la propia candidata. Más que un puerta a puerta su caminar por los pasajes, calles y avenidas de Cerro Navia es un “tú a tú” con los vecinos. Todos la conocen y le sonríen con respeto. La acogen y reciben sus folletos y sus semillas.
Cuando Luisa camina por las veredas por las que luchó -junto a otros- para que las pavimentaran, la reconocen y la alientan: “Mira, ahí está la Luisita”; “Luisa sí, otra no”; “Ya la conocemos a la Luisa, así que la vamos apoyar”; “Ahí vamos a estar, Luisita”.
Una de sus compañeras de campaña, Guadalupe Hernández, cuenta que “estamos haciendo puerta a puerta, vamos a las ferias libres, hicimos una cena para reunir fondos, vamos a actividades sociales y hablamos mucho con los vecinos. Claro que los otros candidatos andan regalando cosas y comida. La gente nos dice: ‘Oigan, ustedes no regalan nada’. Nosotros contestamos que les regalamos transparencia, para que puedan votar en conciencia”.
Luisa Riveros aclara que “el Toño y yo no tenemos mañas políticas. No andamos ofreciendo nada, hacemos una política sana de entender a la gente y decirles que todo es posible, que hay solución para los problemas”.
A Luisa la conocieron en Chile después que el 2 de abril de 1987 se paró frente a Juan Pablo II -ante cientos de miles de miradas- para decirle que los pobres sufrían la dictadura y no podían esperar. Pero en Cerro Navia la han conocido por su actividad en las comunidades cristianas, en el Construyendo Juntos para levantar viviendas, en el taller de amasandería, en el equipo de salud, en el Comprando Juntos, en la olla común “Violeta Parra”, donde ella participó, trabajó, dirigió y estuvo junto a las familias de cesantes de la comuna.
Aunque ahora quiere ser concejala, lo cierto es que lleva años demandando soluciones concretas para mejorar la vida de los vecinos de Cerro Navia. La frase de la alcaldesa Cristina Girardi “Dígame, señora Luisa”, resuena en las oficinas de la Municipalidad, ya que muchas veces las peticiones de la pobladora se han tenido que cumplir a la brevedad.
En estos días se les ha parado enfrente a los (…)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 672 de Punto Final, 10 de octubre, 2008. Suscríbase a la edición impresa de PF)
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