Allende
y los comunistas
Autor: IVAN LJUBETIC VARGAS
SALVADOR Allende con Víctor Díaz, derecha, subsecretario general del PC, asesinado por la dictadura militar.
“A través de tantos años de lucha por los intereses de los
trabajadores se estableció entre Allende y el Partido Comunista
una sólida amistad”.
(Luis Corvalán, “El gobierno de Salvador Allende”).
Corría junio de 1948. En el Senado se discutía el proyecto de Ley de Defensa Permanente de la Democracia, conocida como Ley Maldita, enviado por Gabriel González Videla. El 18 de ese mes, levantó Salvador Allende su voz en la sala y denunció el carácter antidemocrático de la ley. Defendió el derecho del partido de los comunistas a tener una vida legal, como las demás colectividades políticas. Dijo: “Lucharemos como socialistas, como siempre lo hemos hecho, con honradez y cariño, con emoción chilena, por el engrandecimiento y el progreso de nuestra patria. Lucharemos dentro de los cauces democráticos y combatiremos tenazmente esta ley que, tarde o temprano, tendrá que derogarse para que vuelva la democracia a imperar en nuestra querida patria”. Como lo señaló Luis Corvalán, esta actitud, consecuentemente democrático, nunca ha sido olvidada por los comunistas.
No obstante, diez días después de la intervención de Allende, el 28 de junio de 1948, fue aprobado el proyecto. Votaron a favor liberales, radicales, conservadores, radicales democráticos, agrariolaboristas y un militante socialista, Domínguez.
En contra lo hicieron los comunistas Contreras Labarca, Lafferte y Guevara; el conservador Eduardo Cruz-Coke; los socialistas Allende, Grove y Carlos A. Martínez y el radicaldemocrático Duhalde. Se abstuvieron los radicales Ortega y Girón.
La traición de González Videla, elegido presidente por una alianza de Izquierda liderada por la burguesía, hizo comprender a muchos trabajadores que no se podía seguir confiando en los personeros burgueses. Salvador Allende, y también los comunistas, asumieron a plenitud esta experiencia. Comprendieron la necesidad de forjar un movimiento dirigido a conquistar el poder y generar un gobierno distinto dentro del cual la clase obrera, los trabajadores, debían ser actores principales.
Allende se propuso encabezar un nuevo movimiento social y político con ese objetivo. Fue así como el 13 de noviembre de 1951 el ilegal Partido Comunista y el pequeño Partido Socialista de Chile liderado por Allende, suscribieron un pacto político que dio vida al Frente del Pueblo.
Este es uno de los hitos más importantes en la historia de la Izquierda chilena.
En 1954, Allende escribió un artículo titulado “La lucha del pueblo de Chile por la independencia nacional”, publicado en el periódico soviético Pravda. En él afirmó: “El Frente del Pueblo es un movimiento profundamente patriótico que lucha por la liberación política y económica de nuestro país. No se trata de una unión temporal, transitoria de las fuerzas populares. Se trata de una organización permanente en la que cada partido, conservando su independencia, ha contraído un solemne compromiso ante el pueblo chileno”.
SEMBRANDO PARA EL FUTURO
Años después, consultado por un periodista sobre por qué entró en alianza con los comunistas en 1951, Allende respondió: “Considero que la revolución antiimperialista y antioligárquica debe basarse principalmente en la unidad de la clase obrera, que en Chile está representada por el Partido Comunista y el Socialista... La alianza con los comunistas en 1951 no perseguía la victoria electoral, por cuanto el Partido Comunista se hallaba entonces en la clandestinidad; pero yo perseguía un objetivo más importante: la creación de un verdadero instrumento de liberación de la clase obrera y de Chile”. (J. Lavretski: Salvador Allende. Editorial Progreso, Moscú, 1978. pág 64 y 65).
Allende fue proclamado candidato a la Presidencia de la República por el Frente del Pueblo. Volodia Teitelboim relató en una conversación con el historiador Lavretski: “Recuerdo bien esta campaña electoral. Eramos un pequeño grupo. Salvador Allende sabía que no triunfaría en aquellas elecciones, que incluso lograría pocos votos. Pero aquello era sembrar para el futuro. Entonces se manifestó con particular claridad un importantísimo rasgo de su carácter: la tenacidad en la lucha contra las dificultades, que en su vida abundaron más que las victorias”.
UNIDAD DE LOS TRABAJADORES
Allende perdió, como era de esperar, en los comicios del 4 de septiembre de 1952. Pero ni él ni los partidos que lo apoyaban dejaron de luchar. Continuaron en sus esfuerzos por crear la más importante central nacional de los asalariados chilenos. El 12 de febrero de 1953, a sólo cinco meses de las elecciones presidenciales, surgió la Central Unica de Trabajadores (CUT).
Al congreso constituyente de la CUT, efectuado en el Teatro Coliseo de Santiago entre el 12 y el 16 de febrero de 1953, concurrieron todas las corrientes ideológicas existentes en el movimiento sindical. Para designar su consejo directivo nacional postularon cinco listas. Como presidente fue elegido Clotario Blest; de los 24 dirigentes restantes, cinco eran comunistas, cuatro socialistas populares, tres socialistas de Chile, tres socialistas disidentes, tres anarcosindicalistas, dos falangistas, dos radicales y dos independientes. Al nacer la CUT, en Chile habían 284.418 trabajadores organizados, lo que correspondía al 12,5 por ciento del total de asalariados.
LÍDER CON VOTOS DEL PC
Orlando Millas escribió sobre las relaciones entre Allende y los comunistas: “Lo conocimos y nos conoció. Nuestras relaciones fueron (...)
(Este artículo se publicó completo en la edición Nº 667 de “Punto Final”, 25 de julio, 2008. Suscríbase a Punto Final)
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