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El escritor Fernando Alegría lo comparó con un gallito de la pasión. Y en realidad tenía la pinta: pechugón por su tórax de nadador, un plumaje brillante -de chaquetas, camisas y corbatas de marca- y un aire bizarro al caminar. Pero no era la pura pinta. Allende también tenía el coraje y la sangre indómita de un gallito de pelea, como lo demostró hasta el último respiro. Se midió de igual a igual con generales traidores y rastreros que el 11 de septiembre mandaron tropas, blindados, artillería y aviones a atacar por tierra y aire al indefenso palacio de gobierno.  |
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Miguel Enríquez definió la relación del MIR con el presidente Allende como una alianza informal de “apoyo crítico”. Fue una relación compleja, de unidad estratégica en el objetivo común de construir un Chile socialista y una democracia revolucionaria, y a la vez de fuertes tensiones por las discrepancias tácticas de cómo hacerlo.

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Con recado para “Punto Final”
El 7 de junio de 1969, desde Ciudad de México, el senador Salvador Allende escribió una carta a su amigo el periodista Augusto Olivares, miembro del consejo de redacción de Punto Final. Este documento, que permanecía inédito, hoy se publica gracias a la Fundación Salvador Allende, cuyos archivos conservan valiosos documentos, cartas, notas personales y fotos inéditas del presidente Allende.

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Por Ricardo Alarcón
de Quesada (*)
Cuando lo conocí personalmente en la primavera de 1960, ya lo arropaba la leyenda.
En la década anterior, en la Cuba sometida a una feroz tiranía, asombraba a los jóvenes revolucionarios aquel político diferente que allá en el lejano sur había ocupado altos cargos en el gobierno del Frente Popular -cuando muchos de nosotros aún gateábamos- y luego se había presentado como candidato a la Presidencia, y aun derrotado...
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El paso de los años no sólo decanta las ideas, sino que entrega la distancia para distinguir ciclos, líneas, fisuras que con el tiempo son gruesas grietas que ordenan y crean la historia. El golpe de Estado de 1973 contra el gobierno del presidente socialista Salvador Allende, fue una bestial reacción no sólo de la oligarquía local, sino, ya muy bien se sabe, de los poderes económicos mundiales, en aquellos años focalizados en Estados Unidos.

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El secuestro de la
libertad de expresión
Es conocido pero muy poco difundido el papel que tuvo El Mercurio durante los años del gobierno de Salvador Allende, preparando un ambiente golpista y contribuyendo a la gestación misma del golpe de Estado. Tras el trágico evento, El Mercurio, sus súbditos y sus émulos elogiaron durante los 17 años siguientes a la dictadura, y desde 1990 hasta esta parte, ha ocupado el papel de centinela de la democracia, de esa democracia que dejó atada Pinochet. En líneas muy generales, éste es el relato de la prensa...
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Allende
sin fronteras
Más de 1.200 calles, avenidas y plazas en el mundo llevan el nombre del presidente chileno Salvador Allende. Lo mismo sucede con muchas instituciones, en especial las vinculadas a la política, la cultura o medicina. Un ejemplo es el Centro de Salud Integral Dr. Salvador Allende, en Caracas. Fue inaugurado por el presidente Hugo Chávez a fines de 2006 y atiende gratuitamente a un vasto sector de clase media de cinco municipios en la zona de Chuao, al este de la capital venezolana, plaza fuerte de la oposición al gobierno bolivariano. |
La Unidad Popular
bajo escrutinio
En Caracas también hay una estatua del presidente Salvador Allende, en la entrada del campus de la Universidad Central de Venezuela. Es obra de la escultora chilena Anita Avalos, esposa del ex vicepresidente de la República y ex candidato presidencial de la Izquierda venezolana José Vicente Rangel (ver pág. 7 en esta edición). Un hijo de la pareja, J. V. Rangel Avalos, es alcalde del municipio Sucre, que también se beneficia con los servicios del... |
Teatro
en tiempos de Allende
Los cambios que se harán necesitan de un pueblo socialmente consciente, solidario y educado para ejercer el poder y para defenderlo. La cultura no se crea con una ley, sino que surge de la lucha constante por la fraternidad contra el individualismo, por el trabajo contra su desprecio, por los valores nacionales sin sumisión a valores que no nos pertenecen”. |
La epifanía
de un siglo
Luego de evocar el haiku: “Es una lástima cortarla, es una lástima dejarla. Ah, esta violeta”, pienso en Salvador Allende. La historia no soportó el influjo renovador de un hombre como Allende. De alguna forma le quedaba grande a un país caracterizado por líderes tradicionales y, a lo más, reformistas. |
La nacionalización traicionada
En diciembre de 1970, en el mensaje enviado al Congreso para nacionalizar la gran minería del cobre, el presidente Salvador Allende constataba los “niveles increíbles de falta de información” del país en torno al cobre, a su explotación y a su significado. Casi cuarenta años después -tanto con dictadura como con gobiernos democráticos- esa desinformación continúa, porque conviene a los intereses de las transnacionales mineras que intervienen en la explotación...
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