Con recado para “Punto Final”
Carta inédita
de Allende
El 7 de junio de 1969, desde Ciudad de México, el senador Salvador Allende escribió una carta a su amigo el periodista Augusto Olivares, miembro del consejo de redacción de Punto Final. Este documento, que permanecía inédito, hoy se publica gracias a la Fundación Salvador Allende, cuyos archivos conservan valiosos documentos, cartas, notas personales y fotos inéditas del presidente Allende.
El destinatario de esta carta -que muestra el pensamiento político de Allende en vísperas de la cuarta campaña que lo llevaría a la Presidencia de la República- es Augusto Olivares Becerra, uno de sus amigos más cercanos. Olivares, al que llamábamos El Perro, fue director de Televisión Nacional en el gobierno de la Unidad Popular. Sin embargo, sobre todo fue un consejero político y amigo de confianza del presidente Allende, que prestaba mucha atención a sus análisis y sugerencias. Pese a sus agotadoras jornadas de trabajo junto a Allende, que regularmente se prolongaban hasta la madrugada, El Perro Olivares siguió escribiendo en Punto Final durante todo ese período.
El 11 de septiembre de 1973 estaba en su puesto, en La Moneda, junto al presidente. Alrededor del mediodía se quitó la vida: prefirió el suicidio a las humillaciones y vejámenes a que lo someterían los militares sublevados si lo capturaban con vida.
Allende y Olivares sabían cuál era su destino en esa hora trágica que vivía la patria, y tomaron el mismo camino de dignidad y supremo rechazo a la cobardía y brutalidad de los generales traidores
PF
7 junio 69
Querido “perro”.
Heme aquí, en México, en vísperas de partir a Cuba.
Lo visto, aprendido y vivido en este largo y duro viaje superan los treinta años de lucha política.
Corea fue una grata sorpresa. Jamás imaginé el desarrollo que ha alcanzado y las metas logradas en los campos económicos, políticos y sociales. Kim Il Sung, se las trae. Conversamos una hora y media. Claro, directo y con clara conciencia de la tarea histórica que tiene aún que alcanzar al conseguirse la reunificación de Corea.
Pasamos 4 días en Pekín en espera del avión que nos llevó a Viet-Nam. Ya parlaremos de aquello.
La tierra del tío Ho, me golpeó fuertemente y el viejo me produjo la más fuerte emoción de mi vida. Su palabra, su sencillez, el trato que nos dio son inolvidables. La ½ hora con Ho Chi Ming me ha significado una gran lección.
De vuelta eludimos Pekín y pasamos cuatro días en Cambodia. Todo en grande. Las ruinas de Angkor y el puterío.
También 4 días en Moscú. Viviendo los preparativos del Congreso. La Unión Soviética nunca me produjo una sensación tan clara de su poderío, lo funcional de su estructura y los grandes avances logrados. En diez años Est. Unidos quedarán muy atrás.
Conversamos con el Presidente del Soviet Supremo y con el Presidente del Soviet Provincial de Moscú. Ya comentaremos.
Mañana Fidel. En resumen en un mes y días lo más importante del campo socialista.
Qué lejos veo los problemas nuestros. Qué pequeño aparece a la distancia lo que hemos hecho y qué torpe emerge el personalismo en que se ha caído.
Confío tener la voluntad necesaria para seguir luchando, más allá de toda ambición personal, por la gran causa del pueblo Latinoamericano.
En Chile hay que unir la izquierda, cueste lo que costare. Tú podrías ayudar y mucho. Necesitamos aglutinar los viejos y los nuevos combatientes. Creo que como nunca la levadura social está sacudiendo nuestras patrias. No podemos seguir en lo insustancial y bizantino; es demasiado grande la responsabilidad que tenemos. Tú y los compañeros de Punto Final serán decisivos en la… (ilegible) próxima.
Tienen que prepararse, más allá de todo sectarismo y de toda claudicación.
Perro, hasta pronto, en 12 días llegaré.
Para Mireya (*) mi recuerdo cariñoso; para el clan perruno, hombres y mujeres, mi afecto.
Un abrazo,
Salvador.
(*) Se refiere a la actriz Mireya Latorre, esposa de Augusto Olivares.
(Publicado en revista Punto Final”, edición Nº 665, 26 de junio de 2008, Centenario del Presidente Salvador Allende)
(Publicado en la edición especial Nº 665 de Punto Final, en homenaje al centenario de Salvador Allende, 26 de junio, 2008) |