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El núcleo del pensamiento crítico
Al cumplirse los 50 años de la fundación de Punto Final, podemos asegurar que sus dos etapas han sido fundamentales para marcar el curso del pensamiento político. No puede tenerse una opinión clara de las tensiones y debates del final de la década de los sesenta e inicios de los setenta sin una lectura de Punto Final. Allí estaban los periodistas más activos y combativos de la época, las plumas más afiladas y lúcidas, cuya percepción y mirada del trasiego político quedó inscrita quincenalmente en estas páginas. La fuerza social que levantó al país y a América Latina durante aquellos calientes años puede sentirse al leer sus artículos y editoriales.
Tras el golpe y la gran tragedia, que Punto Final padeció con el asesinato, desaparición y detención de la mayoría de sus periodistas, viene el largo exilio, un persistente receso, un tiempo de controlado dolor y espera sólo roto décadas más tarde en un país convaleciente. Su regreso en 1989 se produce en medio de la resaca neoliberal, en el apogeo de la reinstalación conservadora, trance que se extiende hasta nuestros días.
La reaparición de la revista en aquellos años es como el hacha sobre el hielo, el punto de quiebre, la claridad y definición en la opacidad del pensamiento único. Vuelve a las calles a denunciar en medio de la letanía y el inmovilismo neoliberal binominal. Aquello que nuevamente surge y se difunde es el núcleo del pensamiento crítico, la esencia de las corrientes revolucionarias de las décadas pasadas reconstituida tras la debacle de los socialismos reales y la conversión masiva de cúpulas y militantes en oficiantes del más ortodoxo de los capitalismos.
Punto Final renace en años de alta convocatoria del fundamentalismo neoliberal y se levanta como el legítimo pensamiento crítico. En ese contexto, critica y, principalmente, reflexiona y guia cada quince días, interpreta la manipulada realidad, alerta ante las hordas del fanatismo del mercado, convertido por el establishment binominal y sus medios de masas en nueva religión. Años de consumo obsesivo, pero también de esclavitud encubierta por endeudamiento creciente y empleos precarios. La inestabilidad y vulnerabilidad diaria sólo era motivo de alarma en medios como PF. Y si en un comienzo parece una voz solitaria, es apariencia que los años desmienten. PF es parte de un coro escuchado desde estas páginas de las masivas manifestaciones sociales que han remecido al país desde entonces.
Nuestras críticas y advertencias han sido realidades. No hemos errado. El mercado desregulado entregado al libre uso y abuso de las corporaciones y los sistemas políticos cooptados y comprados por el capital, denunciado aquí quincenalmente, ha sido el mismo virus que ha inspirado por siglos al capitalismo. Aquel mal combatido con energía en los sesenta se reproducía con aún más fuerza y bestialidad en los noventa.
Este proceso ha derivado en pocos años en una crisis sistémica no observada en décadas, o tal vez una centuria. Podemos sentirnos orgullosos de lo certero de nuestras críticas y pensamientos, pero aún así bien sabemos que es una lucha incompleta. Sin la reorganización social esta batalla es estéril.
Punto Final inició su larga vida como herramienta para las batallas sociales. Una convicción declarada desde sus inicios por su director, Manuel Cabieses, que hoy, tras 50 años en el timón de PF, no ha sufrido merma. Su infranqueable voluntad y su claridad frente a las persistentes oleadas neoliberales y la oportunista socialdemocracia que han encandilado y embrujado al país durante décadas, mantuvo a la revista como un foco de reflexión, sentido y dirección. Hoy, en medio de la debacle sistémica, podemos decir que los discursos sociales empalman con el histórico relato de estas páginas.
Hace 50 años, en su primer editorial, PF sellaba un postulado que se ha mantenido por medio siglo: “Las grandes masas son las protagonistas de la historia y PF se coloca a su servicio”. Desde entonces esta ha sido su impronta.
Paul Walder
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 837, 25 de septiembre, 2015)
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