Punto Final, Nº822 – Desde el 23 de enero hasta el 5 de marzo de 2015.
Documento sin título
Buscar
Ultima Editorial

Homenaje

Carta al director
Ediciones Anteriores.
En Quioscos
Archivo Histórico
Acto Miguel Enríquez

Regalo

La España de Podemos: sumisión al poder

 


Pablo Iglesias, líder del Podemos.



Podemos, partido político cuyo principio es no tener principios, tiene un doble origen: la empresa privada de la comunicación social y la organización política Izquierda Anticapitalista. Su primer secretario general, Pablo Iglesias, logra notoriedad como invitado a las tertulias televisivas controladas por Mediaset (Grupo Berlusconi) y Atresmedia (Grupo Planeta, Jose Manuel Lara); ambos poseen más del 70% de las cuotas de pantalla, radio y prensa escrita.
Presentado como “profesor universitario y politólogo”, experto en análisis político, Pablo Iglesias se convirtió en un habitual para los telespectadores en las cadenas privadas de las multinacionales de la información. Su imagen como tertuliano, enfrentado a la derecha mediática creció rápidamente. Con origen en las Juventudes Comunistas, se desembaraza de su militancia, mutando en personaje público-televisivo.
Mientras tanto, Izquierda Anticapitalista, organización procedente de la Liga Comunista Revolucionaria, de orientación trostkista, debate sobre la idoneidad de acudir a las elecciones al Parlamento Europeo con un rostro nuevo, capaz de romper su marginalidad. En 2009 había logrado un exiguo 0,13%, equivalente a 20.000 votos. Las elecciones a eurodiputados de 2014 son una prueba de fuego para sus nuevas pretensiones. Aquí comienza la andadura política de Pablo Iglesias y la marca electoral Podemos. En un acuerdo logrado a fines de 2013, Izquierda Anticapitalista se presentará bajo la sigla de Podemos, siendo Pablo Iglesias su candidato. Sin partido, Iglesias aceptó, y la organización facilitó a sus militantes para realizar el trabajo político.
Pocos preveían el éxito obtenido. Más de un millón de votos y cinco eurodiputados. Hoy, sin representación política en las instituciones españolas, sin un concejal, alcalde, diputado o senador, las encuestas le otorgan una expectativa de voto del 20%. En este sentido reclama y pide ser tratado, en los hechos, como la tercera fuerza del país, desplazando a Izquierda Unida, a quien consideran un lastre para sus fines.

PARTIDO DEL MARKETING
Por primera vez, un partido político debe su nacimiento a los medios de comunicación social; apoyándose en las nuevas tecnologías de Internet para construir su militancia. Darse de alta no requiere aval ni comprobación. Sólo acceder a su página web, dar el nombre y obtener una clave. Así se milita en Podemos.
Si en el siglo XIX y principios del XX los partidos democráticos, socialistas y comunistas nacen en la estructura social y de poder para defender a la clase trabajadora, el campesinado, los sectores populares, en definitiva, luchar contra el capitalismo y sus representantes políticos y económicos, Podemos es producto del marketing, preocupado por ganar votos, sea de donde sea y como sea. Si hay que engañar se engaña. Dicen representar a la “gente” y luchar contra la casta. Diseñado por expertos en comunicación, su acción política es consecuencia de su origen publicitario como marca.
Las discrepancias con Izquierda Anticapitalista se hacen evidentes, ese no era su objetivo. El grupo duro, representado por Pablo Iglesias, Errejón, Alegre, Bescansa, desplaza a los militantes de IA. Su estrategia: trasformar Podemos en un partido político con un ideario basculante y sin pensamiento fuerte. Articulado en círculos ciudadanos y sectoriales temáticos, Pablo Iglesias logra hacerse con el control del 100% del comité central y su ejecutivo excluyendo a sus promotores políticos, Izquierda Anticapitalista, de los órganos de dirección. El argumento: no puede existir doble militancia.
Su propuesta se reconvierte. Sus líderes acaban por alejarse de cualquier definición que les sitúe en la Izquierda. Algunos de sus dirigentes afirman que Podemos no es ni de derechas ni de izquierdas y si se les apura, ellos tampoco son de izquierdas, como subraya Iñigo Errejón, su secretario de formación política. Más cercano a un partido “atrápalo todo”, gelatinoso, se disputan el voto de un electorado nacido en el neoliberalismo, que huye de los principios, siente resquemor hacia la Izquierda y prefiere un discurso sin aristas o definiciones fuertes. Esa es la gran diferencia con Syriza en Grecia, que se orienta, define y sitúa en la Izquierda política.
Podemos no comprometerá su marca. No aceptará ir en ninguna coalición de izquierdas. No participarán de candidaturas que no controlen, por su origen como marca electoral. Coca-Cola no iría con Pepsi-Cola: solo si la absorbe habría acuerdo. En este sentido dejarán libertad de voto y apoyarán candidaturas, pero no iran en las listas como Podemos.

EL CALDO DE CULTIVO
Ahora veamos cual fue el caldo de cultivo de Podemos. En España, la corrupción, el desempleo, los desahucios, el aumento de las desigualdades, los recortes en salud, educación, la criminalización de los movimientos sociales y las protestas, son el origen de un malestar general. Sobresale la crítica al poder y sus instituciones, sin distingos ideológicos a los partidos hegemónicos, PSOE y PP, los nacionalismo vasco y catalán y otros regionalistas. Unos y otros se echan las culpas, se gritan, insultan y descalifican. La crisis económica, el rescate financiero, la reforma laboral, los contratos basura, una juventud sin futuro, altas tasas de pobreza y exclusión social, provoca desafección y hastío. Parece ser que la salida se retrasa. Ello facilita un discurso superficial, pero atractivo. Es la crítica global. En otras palabras, “que se vayan todos”. Para Podemos, “todos” hace referencia a la generación de 1978, coincidente con la promulgación de la Constitución y el desarrollo de la transición política. En ese saco se incluyen partidos de derechas y de izquierdas y todos aquellos que participaron del proyecto, hoy convertidos en “casta”. Para Podemos, cuanto peor, mejor: ellos son los salvadores de la patria.

“SALVANDO” LA PATRIA
Se consideran regeneradores de la política, libres de polvo y paja. Nacen a la vida política sin pasado conocido ni contaminación. La derecha ataca y busca en su pasado a los asesores de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua. Ellos se defienden señalando que no compartían criterios políticos, sólo asesoraban, sin vínculos ideológicos, contratados como técnicos por sus méritos. En Chile, han colaborado con el partido de Marco Enríquez-Ominami.
Un debate mediocre y personalista, donde los problemas son tratados superficialmente, demuestra que la política real no pasa por Podemos. Es mas una moda que un proyecto. Dóciles con el poder real, su dirigencia manda un mensaje: no somos un peligro para nadie. A menos de cinco meses de las elecciones municipales y autonómicas, el nuevo partido, nacido en los medios de comunicación y proyectado en el escenario político, decide no presentarse a las elecciones municipales, al tener que competir con coaliciones de izquierdas o agrupaciones de electores como Ganemos.
Por último, su proceso interno para elegir dirigentes regionales y autonómicos sólo atrae al 38% de sus militantes y simpatizantes inscritos. Da que pensar que Podemos, con menos de un año de vida, no sea capaz de movilizar a los suyos. La abstención del 60% muestra los límites políticos de Podemos. Podrá conseguir votos y diputados en las elecciones de noviembre de 2015, pero no será nunca una alternativa política al capitalismo neoliberal. Por el contrario, son el resultado perfecto del proceso despolitizador, más aún cuando proclaman a los cuatro vientos que no son ni de derechas ni de izquierdas.

MARCOS ROITMAN ROSENMANN

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 822, 23 de enero, 2015)

revistapuntofinal@movistar.cl
www.puntofinal.la
www.pf-memoriahistorica.org
¡¡Suscríbase a PF!!

Punto Final
Translation

Google Translate

En esta edición

Entre bueyes no hay cornadas

¿Han leído la Constitución?

Diario de una paciente del Hospital del Salvador

Caso Penta: la política al servicio de los negocios

La España de Podemos: sumisión al poder

En edición impresa

Y abortarás… con dinero

Chile fue “socialista” durante doce días

La esperanza está en camino

Una transición al vacío

¿Crisis en el sistema?

Cría cuervos y cuídate los ojos

Visita