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Javier Miranda, presidente de la FEC:
Estudiantes deben ser la avanzada popular
Anuncia que en un eventual gobierno de Michelle Bachelet los estudiantes seguirán manifestándose y postula la formación de una nueva fuerza política que con un programa avanzado y una constante movilización social dispute la hegemonía al duopolio Concertación-Alianza. El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), Javier Miranda Sepúlveda (21) es estudiante de pedagogía en matemáticas y computación. Milita en la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), organización política universitaria que tiene la conducción de una decena de federaciones estudiantiles, principalmente de regiones.
¿Cómo ven la realidad nacional?
“Estamos en un periodo de inestabilidad política, caracterizado por los esfuerzos de reconfiguración del bloque en el poder para mantenerse vigente. Muchos dan por muerta a la Concertación, pero vemos que se mantiene como bloque político y trata de engancharse con el mundo social, usando al Partido Comunista para seguir siendo alternativa.
El movimiento estudiantil y otras fuerzas sociales hemos jugado un rol desestabilizador con nuestra crítica al modelo político y económico. Seguiremos arremetiendo con fuerza en 2013 porque no queremos que vuelvan a cooptarnos los dos grandes bloques en el poder: Concertación y Alianza.
La derecha tiene conflictos internos y el empresariado no está contento con la gestión de Piñera. Ha descubierto que le conviene más la Concertación porque fue capaz de controlar a los movimientos sociales. Es posible que ahora las posturas en la derecha se polaricen. Que la UDI se muestre más dura y conservadora y RN más liberal y centrista, buscando puntos de coincidencia con la Democracia Cristiana”.
¿Cómo piensa que sería un segundo gobierno de Bachelet?
“Se ha abierto un nuevo ciclo político que puede cerrarse de distintas formas. Si los estudiantes y el movimiento popular no nos paramos bien, la Concertación puede recomponerse y seguir frenando los cambios. Para evitarlo, el movimiento estudiantil debe ser punta de lanza de un movimiento popular en ascenso, en la búsqueda de una alternativa transformadora. Con nuestra movilización procuraremos que el próximo gobierno no sea como los anteriores ni que tenga la misma capacidad de controlar la lucha social”.
ELECCION PRESIDENCIAL
En las elecciones municipales el debate político fue pobre y los temas planteados por los estudiantes no fueron considerados.
“No somos todavía una fuerza capaz de incidir en la política. Por eso debemos construir una alternativa a través de la movilización efectiva de diversos sectores, en un momento de gran despolitización que queda refrendado por la abstención electoral. Para conseguir resultados necesitamos organización, movilización y compromiso. Cuando irrumpamos con la fuerza de una sociedad movilizada y con propuestas, podremos poner nuestros temas en la palestra; no para que respondan quienes abusan del duopolio del poder, sino para que el pueblo movilizado encuentre su propio camino”.
¿Qué representa para ustedes la próxima elección presidencial?
“La presidencial es un momento en que los ojos del país estarán puestos en proyectos políticos que hasta ahora se han dado en torno a un duopolio que no resulta atractivo para la población.
No podemos eludir la tarea de generar un programa que represente una alternativa a lo existente. La base de esa propuesta está en lo que han venido planteando el movimiento estudiantil y sectores de trabajadores. Tiene que ver con educación gratuita, renacionalización de los recursos naturales, fin de las AFP, un nuevo sistema de salud y garantizar los derechos sociales básicos a la población”.
El mundo ha sido conquistado por políticas neoliberales en los últimos treinta años. Ni siquiera los Estados de bienestar europeos han resistido ese modelo.
“En Europa los Estados de bienestar fueron posibles teniendo como patio trasero a Africa, Latinoamérica o Asia. Ante la crisis global del neoliberalismo, originada por el predominio del capital financiero sobre el capital productivo, se inician los recortes y ciertas políticas de austeridad pretenden dar soporte a este sistema en perjuicio de los habitantes de esos países. El capitalismo ha mutado y se ha reinventado varias veces en la historia, y en este caso habrá también una respuesta; pero puede haber otras salidas, que son las que queremos explorar.
En Latinoamérica existen diversas experiencias que son parte de la influencia política de la Izquierda en el continente. Es lo que sucede -en distintos contextos- con Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Ecuador o Brasil, que implantan políticas que se oponen a la hegemonía del neoliberalismo.
Queremos poner al país a la altura de lo que está sucediendo en América Latina, con una propuesta en la que tengan un rol central las políticas de Estado para la administración de recursos naturales estratégicos, como el cobre, que constituyen un patrimonio común de nuestro pueblo, no solamente por los ingresos que generan, sino también porque la forma de extracción utilizada hasta ahora lleva a una catástrofe ecológica.
El uso racional de estos recursos bajo control público debe poner énfasis en una explotación sostenible que permita preservarlos como un bien común. La nacionalización por sí sola no resuelve el problema. Debe estar acompañada de nuevas formas de comerciar con nuestros vecinos y con otros continentes e insertarse en una política de desarrollo productivo que permita una industrialización diversificada.
Esta nueva concepción del desarrollo debe relacionarse también con un nuevo estado de conciencia de las mayorías sociales. No podremos fortalecer un nuevo Estado sin una conciencia equivalente, que permita cambiar las lógicas de ese Estado para que los ciudadanos se apropien de su gestión”.
CONCIENCIA ESTUDIANTIL
¿Existe en los universitarios una conciencia que vaya más allá de estudiar, sacar una carrera y ejercer una profesión?
“Son los alumnos de las universidades tradicionales quienes hasta ahora tienen mayor conciencia del vínculo existente entre la educación y el problema general del país. Recientemente este debate se ha extendido también por las universidades privadas, institutos profesionales y centros de formación técnica. Los dirigentes y estudiantes más avanzados de cada plantel somos los responsables de hacer que más jóvenes se sumen a un proyecto de cambio.
Hubo en 2012 un repliegue, que tuvo que ver con el desgaste producido por la intensa movilización de 2011. Paralelamente nuestra influencia se ha expandido hacia el interior de la universidad. En 2012 hubo poca presencia en la calle, pero una gran discusión, reflexión y participación interna.
En Concepción nos movilizamos en el espacio local para congelar los aranceles por dos años, pudimos reducir el costo de la matrícula en 30 por ciento para 2013 y 35% para 2014. También bajamos los gastos de egreso, relacionados con timbres y estampillas, en 80 por ciento para los títulos.
Fortalecimos el fuero para los dirigentes, que era poco respetado por los profesores y autoridades universitarias, y obtuvimos más participación en los consejos de carrera, permitiendo mayor intervención en las decisiones referidas a mallas curriculares, elecciones de jefes de carrera o transparencia en el uso de los recursos.
Logramos generar un plan alternativo de acceso social para alumnos provenientes de liceos vulnerables de la provincia de Concepción, que hará posible que 50 compañeros ingresen por esta vía con un periodo previo de nivelación de conocimientos. También acordamos con las autoridades mejorar la infraestructura para facilitar el acceso físico de personas con discapacidad.
Extendimos también nuestra presencia en el Consejo Académico de la universidad, agregando consejeros estudiantiles de las sedes de Chillán y Los Angeles. En ese marco pudimos acordar un claustro universitario, en el que se discutirá el plan estratégico de la universidad”.
LA FEC EN ACCION
¿La Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción sigue siendo un referente?
“La Universidad de Concepción tiene historia y tratamos de rescatarla. Sobre todo ahora, que renace el ideal de una reforma universitaria, anhelo que tuvieron los estudiantes de los 60. También queremos ser un referente para el movimiento social y para la Izquierda. Nuestra Federación hace todo lo posible para que sigamos marcando pautas. Nos hacemos cargo de nuestra historia y seguimos fortaleciendo las discusiones y la movilización social en el sur de Chile”.
¿Cómo ven ustedes la reivindicación mapuche?
“Durante mucho tiempo hemos mantenido contacto con las organizaciones del pueblo mapuche. Desarrollamos actividades en conjunto y solidarizamos con las comunidades que han sido intervenidas. Los medios de comunicación oficialistas hablan de terrorismo; pero ya hemos visto montajes en los procesos contra muchos comuneros que hoy están presos. Existe un manejo político del tema y los chilenos tenemos que informarnos bien para entender la perspectiva mapuche”.
¿Han cometido algunos errores?
“Muchas veces hemos tratado de levantar estrategias pensando que al planificar una acción nuestros compañeros van a responder de manera automática. Eso no es así; periódicamente hay que enfrentar situaciones nuevas y adaptarse a ellas, sin caer en la improvisación o el espontaneísmo.
Es frecuente que nos enfrasquemos en discusiones intestinas o que se nos suban los humos a la cabeza pensando que tenemos piso para hacer política formal. Algunos sectores de estudiantes apuestan a elaborar documentos y propuestas para presentar a las autoridades y avanzar a través del lobby. También hay otros que manifiestan la intención de frenar la movilización, pensando en intereses electorales. Nosotros estamos por generar hitos de movilización efectiva, para orientar este movimiento como una mayoría que actúa unida y con una vocación que le permita acumular fuerza. Las diferencias deben superarse en pos de una lucha común. El programa estudiantil ya está afinado, en la perspectiva de confluir en una alternativa del movimiento estudiantil que se exprese a través de sus propios mecanismos de toma de decisión y de sus acciones”.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) dijo que emplazará al mundo político en las elecciones de este año.
“No queremos emplazar a otros, porque cuando uno emplaza a alguien lo hace porque espera una respuesta, y nosotros sabemos que esa respuesta no va a venir de los bloques políticos que están en el poder. La solución deben darla los propios movimientos populares a través de sus luchas. No esperamos que Bachelet nos diga ‘Sí chiquillos, nosotros los vamos a apoyar’, porque sabemos que eso sería falso”.
Si un eventual gobierno de Bachelet no acoge sus demandas, ¿qué harán?
“Tal como en 2006: volveremos a la calle. No aceptaremos más dilaciones. Estamos aquí para hacer un cambio estructural”.
RUBEN ANDINO MALDONADO
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 776, 8 de marzo, 2013) revistapuntofinal@movistar.cl
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