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Suplementeros denuncian

Otra amenaza a la libertad de prensa

Autor: PEDRO FERNANDEZ

Juan Martínez, Juan Placencia, Olga Reyes y Carmen Araya, miembros de la comisión especial de la Confederación Nacional de Suplementeros de Chile.

Otra grave amenaza al pluralismo informativo y a la libertad de expresión -proveniente del duopolio periodístico El Mercurio y Copesa (La Tercera)- denunció la comisión especial de suplementeros que investiga el mercado de distribución de impresos. Junto con señalar que no existe transparencia en ese mercado y que los intereses de los casi ocho mil suplementeros del país se han visto muy afectados por las políticas de distribución y suscripciones de las grandes empresas editoras, los representantes de la Confederación Nacional de Suplementeros de Chile (Conasuch) dieron a conocer sus propuestas para un nuevo marco regulatorio del mercado de distribución de impresos.
Juan Martínez, Olga Reyes Robles, Juan Placencia y Carmen Araya, dirigentes de los sindicatos de suplementeros de Maipú, La Florida y Santiago, miembros a la vez de la comisión especial de la Conasuch, dieron a conocer a Punto Final la situación creada por las empresas editoras El Mercurio, Copesa, Distribuidora de Publicaciones Alfa S.A. y Televisa, estas dos últimas de capitales mexicanos.

Integración vertical
de empresas

En los últimos años, dijeron los suplementeros, se ha generado un proceso de integración económica del mercado de edición y distribución de diarios y revistas. Participan en ese proceso las empresas editoras, las empresas distribuidoras, las agencias y canales propios de venta directa al público, excluyendo a los suplementeros. Además de crear puestos propios de venta en supermercados, gasolineras y estaciones del Metro, las empresas editoras de diarios han impulsado campañas masivas de suscripción en condiciones preferenciales, reduciendo al mínimo la participación de los suplementeros en este mercado.
La empresa El Mercurio, por ejemplo, está integrada con distribuidoras y comercializadoras a través de las empresas Distribuidora de Publicaciones CLC y Editorial Hermes, ambas empresas unidas a través de la empresa HCGroup. A su vez, el Grupo Copesa (Consorcio Periodístico de Chile S.A.), dueño de los diarios La Tercera y La Cuarta, posee una empresa distribuidora: Meta. La empresa Meta distribuye todos los productos editoriales de Copesa y, además, Diario Financiero, El Rastro, revista Cosas y otras publicaciones, entre ellas Punto Final. (PF lo distribuía la empresa Vía Directa que desapareció junto con el diario La Nación, su propietario).
Para los suplementeros el caso más evidente de integración vertical de este mercado es el de Editorial Televisa S.A. y Distribuidora de Publicaciones Alfa S.A., ambas de propiedad del grupo mexicano Televisa. Editorial Televisa S.A. es el productor más grande de revistas en Chile (Condorito y otras veinte publicaciones). Por su parte, Distribuidora Alfa S.A. cuenta con una participación de mercado cercana al 80 por ciento en el rubro de distribución de publicaciones.

Suscripciones con “gancho”

Las empresas editoras de diarios vienen desarrollando en los últimos diez años prácticas sistemáticas de comercialización y venta de sus productos a través de la modalidad de suscripciones directas a precios preferentes y con modalidades de “gancho”, tales como la incorporación en el paquete de suscripción de DVDs, CDs, tarjetas de descuento en tiendas y restaurantes, junto con poner a disposición de sus suscriptores otros productos a precios rebajados y pagaderos en cuotas, o entregar de manera adicional revistas a precios rebajados.
Las políticas de distribución y venta de diarios y revistas están empujando a la desaparición del oficio de suplementero. No todos ellos trabajan quioscos -que venden una variedad de otros productos, desde cigarrillos hasta caramelos, como ocurre en el centro de Santiago y de otras ciudades-. La mayoría sólo vende diarios y revistas y dependen para subsistir del porcentaje que les deja esa venta.
En relación al diario El Mercurio la participación de los suplementeros en su venta ha disminuido del 80 al 10 por ciento de lunes a viernes, y del 90 al 30 por ciento los sábados, y al 50 por ciento los domingos.
Peor aún es la situación con el diario La Tercera. La venta por suscripción pasó del 2 al 90 por ciento. A la inversa, los suplementeros redujeron su participación del 98 al 10 por ciento. A lo anterior hay que agregar la manipulación de las agencias distribuidoras en las cuotas de publicaciones que entregan a los suplementeros.

Libertad de opinión
en riesgo

Sin embargo, los suplementeros no sólo denuncian una situación que les afecta en lo económico y que pone en peligro una actividad que ha dado sentido a sus vidas. Además, ponen de relieve que “los mayores riesgos y peligros de la integración vertical de las empresas editoriales con empresas distribuidoras, redes de comercialización y canales de venta directa a público, se encuentran en el ámbito de la libertad de prensa y en particular de la libertad de opinión e información. En este sentido, la distribución de los impresos en el país no puede quedar entregada exclusivamente a las decisiones de las empresas editoriales, ya que en la práctica implica concentrar en tres agentes económicos los contenidos de la información pública y de la manera en que la misma es distribuida a las personas o consumidores finales de la información.
Un riesgo cierto es que las editoriales, a través de sus empresas de distribución relacionadas, pueden impedir o restringir la distribución de impresos de editoriales más pequeñas, atentando contra la pluralidad de medios y la diversidad de contenidos, elementos que son esenciales en un sistema democrático”.

La comisión especial de suplementeros de la Conasuch trabaja una propuesta de marco regulatorio para el mercado de distribución de impresos que resguarde las libertades de prensa, información y opinión y que a la vez asegure el funcionamiento de un mercado transparente, eficiente y con igualdad real entre sus agentes y que proteja el oficio de suplementero.
Al respecto plantean “prohibir que los editores puedan realizar negociaciones directas con los canales de distribución y venta directa a público, estableciendo condiciones favorables o privilegiando un canal sobre otro”. Asimismo proponen “una agencia pública responsable de la fiscalización de este mercado que asegure la libertad de competencia real entre los agentes y la no existencia de condiciones discriminatorias entre los canales de distribución y venta”. También proponen crear un Registro Nacional de Suplementeros.

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 730, 1º de abril, 2011)
punto@tutopia.com
www.puntofinal.la
www.pf-memoriahistorica.org

 

Punto Final
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