EL
INGENIERO
Autor: JOSE M. GALIANO H.
Esta categoría científica y profesional ha
sido seleccionada por los expertos en propaganda para destacar
la sabiduría y talento de un candidato a alcalde por
Santiago. El afiche -que infringiendo la ley empezó
a aparecer en varios lugares y que, sin duda, empapelará
la ciudad y sus alrededores- no precisa si el aspirante a
jefe comunal es ingeniero civil, de puentes, canales y puertos,
industrial, agrónomo, forestal, electrónico,
electricista, de telecomunicaciones, de minas, comercial,
de ejecución, constructor, de tránsito, geográfico,
genético, espacial, informático, militar, naval,
aeronáutico, de vuelo, calculista, o de alguna otra
especialidad menos común.
En todo caso, desde la importante perspectiva de su rentabilidad,
el acierto de los publicistas es evidente. Porque el conocido
personaje que aparece en el cartel al lado del candidato -que
es otro candidato, asaz reiterativo y nada menos que a presidente
de la República para un año y medio más-
también es ingeniero; de modo que el calificativo del
afiche mata dos pájaros de un tiro.
Para la mayoría de la gente -más ocupada en
ganarse la vida, inserta en el zoco arbitrario e implacable
del mercado, que de aprender a vivir- la condición
de ingeniero tiene un algo misterioso y espectacular. No sólo
porque el adjetivo no específica cuál es el
área del saber que exhibe su titular; sino además,
porque la expresión proviene del latín ingenium
que básicamente significa “habilidad, destreza,
facilidad y rapidez” para inventar y crear (.......)
(Lea este artículo completo en la edición impresa
de “Punto Final”.
Compre PF, suscríbase a PF)
Quincenalmente, los viernes,
encontrara la nueva edicion de PF en su quiosco, $800 el ejemplar
|