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Aces vuelve a la pelea
Estudiantes secundarios reinician la batalla
Diego Arraño Muñoz, presidente del Centro de Alumnos del Internado Nacional Barros Arana y vocero de la Aces.
Luego de un largo silencio, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) ha vuelto a movilizarse para demostrar en las calles y colegios que sigue vivita y coleando. El nuevo vocero, Diego Arraño, formula un llamado a la unidad estudiantil. “Nuestras luchas son contra un mismo enemigo, por eso no debemos pelear entre nosotros por asuntos banales. Es indispensable que los que estamos movilizados por cambios de fondo, actuemos juntos”. Aunque reconoce diferencias con la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), señala que la Aces está dispuesta trabajar en un plan de acción común.
Diego Arraño Muñoz (16) es presidente del Centro del Alumnos del Internado Nacional Barros Arana y vive en Pudahuel. Forma parte del taller electivo artístico de su liceo y una vez que termine la educación media, quiere estudiar teatro y maquillaje artístico. “Si trabajamos todos juntos tras un objetivo común, vamos a avanzar. Como pueblo organizado tenemos que entender la realidad que viven otros y ponernos en su lugar. Solo la unidad nos permitirá salir del sistema capitalista neoliberal. La construcción de una fuerza propia del pueblo es un trabajo lento; hay muchos prejuicios, mucho individualismo. Profesores y otros trabajadores de la educación actúan separados de los estudiantes y es necesario derribar las barreras que nos separan”.
LA DESMUNICIPALIZACION
¿En que está la Aces?
“Hemos madurado y superamos algunas discusiones sin mayor importancia en las que nos enfrascamos el año pasado. Sin importar dónde estén los colegios donde estudiamos, si son públicos o particulares subvencionados, los estudiantes tenemos los mismos problemas. Debemos dar continuidad a nuestra propuesta sobre la educación secundaria y sobre desmunicipalización, que son los temas que importan, unidos a los precariedad de la educación. El gobierno habla de financiamiento vía voucher (bono) pero nosotros creemos en el financiamiento basal a cada centro de educación.
Las autoridades toman nuestras demandas y las utilizan. La idea de terminar la educación pública en manos de municipios no se les ocurrió a ellas, es nuestra. Han recogido las propuestas que hicimos pero las han desvirtuado. El gobierno nos teme pero no nos respeta. A diez años de la ‘revolución pingüina’ no hemos conseguido nada.
La desmunicipalización que plantea el gobierno no es la que nosotros queremos. Están montando una gran burocracia, con muchos funcionarios, pero no hay participación de la comunidad. Está hecha para quedar bien con un sector descontento, pero carece de legitimidad ante estudiantes, profesores, padres y apoderados”.
¿Cuál es la crítica que ustedes hacen al financiamiento de la educación?
“La reforma mantiene intacto el concepto asistencialista en educación, propio de la política neoliberal, fundado en el gasto individual de cada estudiante sin considerar recursos para el financiamiento basal de los colegios. Cada liceo debiera tener un monto fijo de aporte para desarrollar su proyecto educativo, más allá de la cantidad de alumnos. Hay establecimientos de regiones con cinco estudiantes por sala que por tener pocos alumnos, su financiamiento se encuentra muy precarizados. A los partidarios de este sistema poco les importa la suerte de niños y niñas que viven en zonas apartadas, su interés sigue centrado en algunos colegios de Santiago.
No puede ser que la mayor parte de los recursos se concentren en la capital, donde también se discrimina a las comunas más pobres. La derecha y el gobierno están fuera de la realidad de la educación pública, no les importa lo que sucede de Plaza Italia para abajo. Me avergüenza que existan políticos de todo el espectro y un gobierno que trabajan solo para los empresarios. La UDI, la Nueva Mayoría y el Partido Progresista están llenos de boletas falsas y coludidos para robar”.
CAMBIOS DESDE ABAJO
¿Por qué los ciudadanos siguen votando por ellos si los políticos son como son?
“Existe una disminución constante de la votación en cada elección, ya estamos en una abstención del 60%. La gente se está dando cuenta que los cambios tienen que venir desde abajo y que hay que trabajar de manera conjunta para lograrlos. Porque como decimos nosotros: solo el pueblo ayuda al pueblo. Como Aces estamos trabajando desde los liceos, aportando al mejoramiento de nuestros colegios. Para nosotros sigue siendo una experiencia fuerte llegar a un colegio y ver que no existe siquiera un centro de alumnos.
Somos autocríticos de nuestras debilidades, estamos conscientes que no podemos actuar solo desde la crítica. También debemos plantear soluciones y hacer propuestas. Por eso hemos estado teniendo discusiones para articular una propuesta para 2016. No creemos en caudillos o en grupos de iluminados. Sabemos que para lograr cambios tenemos que actuar unidos y organizados, tomando decisiones en asambleas.
Las comunidades escolares tenemos que apropiarnos de espacios: vivimos en la precarización de la educación pública. Es inconcebible que las decisiones estén concentradas en los sostenedores, que poseen muchos colegios pero que no conocen en profundidad la realidad de ninguno. Los dueños de colegios particulares subvencionados se llenan el bolsillo con plata del Estado, que en última instancia es plata de nosotros. La educación debe ser realización sobre todo de profesores, funcionarios, estudiantes, rectores, padres y apoderados y también de la comunidad vecinal del colegio.
Los estudiantes que vivimos en comunas periféricas tenemos que hacer un gran esfuerzo para acceder a los llamados ‘liceos emblemáticos’. Muchos de mis compañeros deben levantarse a las cinco de la mañana y recorrer más de una hora en micro para recibir mejor educación. A muchos de nosotros nos gustaría estudiar en nuestras comunas, pero en ellas la educación pública es muy deficiente”.
¿Cuál es el centro de interés de los estudiantes secundarios?
“Hay mucha rabia porque no se resuelven nuestros problemas. La única respuesta que tenemos es represión. En la reciente marcha de la Confech varios compañeros recibieron golpizas y ésta parece ser la única respuesta de las autoridades a nuestras demandas. El gobierno no está solucionando problemas, sino más bien creándolos. Sin ir más lejos: el proyecto de ley de fortalecimiento de la educación pública se hizo para beneficiar a los sostenedores privados. Otra vez los que pagaremos los platos rotos seremos los estudiantes de la educación pública y nuestras familias.
Los dirigentes del Colegio de Profesores que militan en partidos de gobierno no representan a los afiliados. El profesor Jaime Gajardo ha dado la espalda a sus colegas para apoyar al gobierno; pero hay una nueva generación de maestros que tienen una mirada distinta. La comunidad de la educación se está dando cuenta de la falta de legitimidad de sus dirigentes. Cada vez son más los docentes que critican la inconsecuencia de dirigentes gremiales que actúan en beneficio propio o de sus partidos, sin compromiso con sus representados”.
DETENCION POR SOSPECHA
¿Qué piensa de la detención por sospecha?
“Desde 2001 mandan carabineros a la calle para acallar el descontento social. Esto se ha venido incrementado. Es la respuesta que han tenido de manera invariable los gobiernos para contener al pueblo. Como no pueden solucionar las demandas de los movimientos sociales, recurren a la violencia institucional y a lanzar más policías a las calles. Hablan de combatir a la delincuencia, pero todas estas medidas se aplican para impedir que nos movilicemos. No me imagino a un carabinero pidiéndole el carnet a un residente de La Dehesa. La medida está dirigida a los barrios populares, pretenden asustar a los vecinos, enclaustrarlos en sus casas e impedir que demanden sus derechos. Esta ley no se hace para combatir la delincuencia sino para contener el descontento social”.
¿Qué piensa del proceso constituyente que promueve el gobierno?
“Esa propuesta se parece al consejo escolar de los liceos: todo viene cortado desde arriba. No creo que haya condiciones hoy en Chile para un proceso realmente democrático, que debe ser necesariamente a través de una Asamblea Constituyente. Esto solo será posible cuando la fuerza del movimiento social sea incontenible y obligue a convocar a la Asamblea. En el contexto actual, los que terminarán tomando todas las decisiones serán los empresarios y los políticos a su servicio. El gobierno intenta validarse ante la ciudadanía con una cara progresista, pero no quiere cambiar nada de fondo. Me resulta difícil pensar que políticos que son financiados por empresarios se comprometan en un proyecto constitucional favorable al pueblo.
Chile Vamos y la DC, que también es parte de la derecha, son contrarios a una Constitución Política generada por la soberanía popular. Se sienten cómodos con la Constitución pinochetista. Solo les interesa adecuarla a las necesidades actuales de los empresarios, dejando intactos sus contenidos fundamentales. La Nueva Mayoría y Chile Vamos están financiados por empresarios como Luksic y Ponce Lerou y tienen que dar cuenta de sus actos ante quienes les ponen la plata. Mientras no cambie esa realidad, el proceso constituyente estará contaminado por la corrupción de la elite política y no habrá cambios de fondo. Una reforma a la Carta Fundamental que no exprese la voluntad del pueblo será lo mismo que la Constitución de Pinochet”.
¿Cómo la sociedad debiera enfrentar a estos poderosos empresarios?
“Tenemos que mejorar la calidad de nuestra educación, disputar la hegemonía en el campo de las ideas y generar nuestros propios medios de difusión para llegar con nuestras propuestas a la sociedad. Hay que explicar al pueblo los motivos por los cuales estamos luchando, para recuperar, entre muchas otras cosas que nos fueron arrebatadas, los recursos naturales del país que son patrimonio de Chile. En nuestro país la ciudadanía paga a los privados para usar las carreteras, el Estado le paga a esos mismos privados para educar y les regala el uso de recursos naturales como el litio, el cobre o el agua. El país está pasando por una crisis política y económica como consecuencia del neoliberalismo extremo, y hay que revertir esta corriente privatizadora, recuperando esos recursos para beneficio del pueblo”.
RUBEN ANDINO MALDONADO
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 851, 13 de mayo 2016)
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