Punto Final, Nº818 – Desde el 28 de noviembre al 11 de diciembre de 2014.
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JORGE ELIECER GAITAN

 

En la tarde del 9 de abril de 1948 la ciudad de Bogotá ardió por los cuatro costados. Miles de personas se lanzaron a las calles a protestar por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, tribuno del pueblo colombiano.
Fueron horas de afiebrado furor que hicieron tambalear al gobierno conservador y pusieron en peligro la IX Conferencia Panamericana que se efectuaba en Bogotá. Ese día murieron más de tres mil personas. Los incendios asolaron el casco histórico de la ciudad y 142 edificios resultaron destruidos. Esta insurrección espontánea pasó a la historia como “el bogotazo”. Sólo una despiadada represión pudo contener la ira desbordada del pueblo. Ese día también marcó el inicio de una época de violencia que no ha cesado y que ha costado decenas de miles de víctimas.
Jorge Eliécer Gaitán Ayala, abogado de 45 años, era jefe del Partido Liberal. Había sido parlamentario, alcalde de Bogotá, ministro de Educación y de Trabajo, y candidato presidencial en 1946. Orador brillante y apasionado, era el líder antioligárquico que reclamaba la “restauración moral” del país.
Ese 9 de abril, a mediodía, fue atacado a balazos a la salida de su oficina por un sicario que le disparó por la espalda. De inmediato se produjo una reacción callejera al grito de “¡mataron a Gaitán!”. El centro de Bogotá se convirtió en un infierno. El presunto asesino fue linchado y su cadáver, desnudo y mutilado, arrastrado por las calles.
El asesinato de Gaitán y el bogotazo detonaron una horrenda tragedia provocada por la oligarquía colombiana. Las llamas del conflicto aún no se apagan. Las Farc y el gobierno discuten la paz en La Habana. América Latina quiere que ese esfuerzo derrote las maniobras que se empeñan en impedirlo. En Colombia la guerra se ha convertido en un negocio para traficantes de armas y estupefacientes, políticos y militares, corrompiendo las instituciones del Estado. La “restauración moral” que reclamaba Gaitán mantiene su hondo significado.

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 818, 28 de noviembre, 2014


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