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Observatorio Político
La Polar: el nuevo desafío de Saieh
Autor: MANUEL SALAZAR SALVO
U n supuesto acuerdo entre algunas AFPs y ciertos bancos que no identificó, hizo posible que el ingeniero agrónomo César Barros Montero, ex presidente de los empresarios salmoneros, llegara a la presidencia de La Polar para impedir su quiebra e intentar mantenerla a flote, según reveló el ejecutivo en una entrevista con Radio Bío Bío. Casualidad o no, lo que sorprende, una vez más, es que Barros también fue compañero de curso durante diez años en el colegio Verbo Divino del presidente Sebastián Piñera.
¿Sabían de esta cercanía quienes pidieron a Barros que se hiciera cargo de la cuestionada multitienda? ¿Conseguirá este empresario que desde La Moneda se le tienda una mano para impedir el desastre de la firma?
Esas no son las únicas dudas. César Barros se transformó en los últimos años en uno de los más cotizados columnistas de la revista Qué Pasa, propiedad del grupo Copesa, que depende a su vez del conglomerado empresarial que dirige Alvaro Saieh Bendeck. Coincidentemente, Saieh anunció -casi al mismo tiempo que Barros asumía en La Polar- que ya poseía el 10% de las acciones de la firma, dato que en el mercado de valores se interpretó como un posible aviso previo a la presentación de una oferta pública para adquirir el control de la multitienda. Saieh ha estado operando junto a Celfin Capital, que adquirió un 7% de las acciones, y otro grupo de inversionistas, hasta ahora no identificado, que compró un 8% de los papeles. Entre los tres reúnen ya el 25% de la sociedad y -al cierre de esta edición de PF- aspiraban a nombrar cuatro directores en la junta de accionistas programada para el 8 de julio.
En el intertanto, Saieh pidió a Celfin que elaborara un programa para transformar a La Polar en una empresa viable. Mientras, casi al mismo tiempo, el directorio del retailer solicitó al banco de inversiones LarraínVial que buscara un socio o un grupo de inversionistas para que asumiera el control de la firma. Celfin y LarraínVial son, junto a Moneda Asset y Bice, los bancos de inversión en los cuales el presidente Piñera depositó sus acciones en calidad de fideicomiso ciego. Nadie sabe, salvo estas administradoras de fondos, si el jefe de Estado posee acciones de La Polar.
Desde el inicio de la crisis, las acciones de la cuestionada firma han estado entre las más transadas de cada jornada. A comienzos de julio se habían movido más de 250 millones de dólares, equivalentes a 125 millones de títulos o a casi al 50% de la propiedad. Saieh compró un total de 23,8 millones de acciones de la Polar a un valor de 1.024 pesos por papel, precio bastante mayor al alcanzado por los títulos a fines de junio y en los primeros días de julio, cuando descendió a cerca de los 600 pesos.
Los tenedores de bonos
La junta de tenedores de bonos series A y B de La Polar acordó posponer en 90 días el cobro de las deudas de la tienda, hasta que se defina su situación. Esta decisión quedó condicionada a la aprobación del resto de los tenedores de bonos (series C, D y E) y a que los bancos y poseedores de efectos de comercio tampoco adelanten sus cobros. Los tenedores de bonos poseen 560 millones de dólares invertidos en La Polar, de los cuales un 67% está en manos de las AFPs, las que tienen el 24,7% de las acciones de la multitienda. Así, los tenedores de bonos, bancos, AFPs y accionistas esperarán que La Polar tenga un nuevo directorio, se conozcan los resultados de las pericias administrativas encargadas a la firma Deloitte, y se presente el proyecto de reestructuración de la compañía.
Saieh se abstuvo de comprar más acciones de La Polar. Si lo hacía y sobrepasaba el 10% de la propiedad, estaba obligado a declarar su “intención de control” y hacer una Oferta Pública de Adquisición de acciones, (OPA), donde debía comprar a todos los accionistas al mismo precio. Analistas financieros consultados por PF coincidieron en que una operación de tamaña magnitud era demasiado riesgosa y costaría una fortuna. Señalaron, en cambio, que lo más probable es que Saieh mantenga el 10% de acciones, consigan los derechos de Celfin y, si le faltan acciones o derechos, sume a BanChile, compromiso que ya se habría conversado.
Así, Saieh superaría con largueza el 24,7% de las acciones que tienen las AFPs y podría manejar a La Polar durante el tiempo requerido para sacarla del atolladero. Para ello, además, a través de Corpbanca ya cuenta con un importante porcentaje de los bonos emitidos por la multitienda y parte de su deuda directa. También podría pedirle al resto de los tenedores y a los bancos que acepten un margen de pérdidas importantes, ante la eventualidad de una posible quiebra, donde todos perderían.
Saieh es especialista en comprar empresas con problemas, mejorarlas, revalorarlas y luego venderlas. El Banco Osorno lo compró barato y luego se lo vendió al Santander, diez veces más caro y con sucursales con morosidades sorprendentes. Con la liquidez obtenida compró el aproblemado y vetusto Banco Concepción, que potenció y transformó en Corpbanca.
El poder de los medios
Saieh pretende crear una plataforma integrada de retail, como Falabella y Cencosud, con multitiendas, supermercados, megaferreterías y bancos de crédito. Desde 2007 está presente en los supermercados, a través de la cadena Unimarc, y en el rubro de ferretería y construcción con Construmart. Por medio de SMU SA, controla la cadena de supermercados Unimarc, Deca, Rendic, El Loro, Bryc, Mayorista 10, Euromarket, Las Brujas, Covarrubias, Los Naranjos, Korlaet, Ribeiro y otros, los que poco a poco han ido ganando espacios en todo el país.
La sociedad matriz de Saieh es CorpGroup, controladora del Banco Corpbanca, el Banco Condell y las empresas de seguros CorpVida e ING. También opera en el negocio de los centros comerciales, con los malls Piedra Roja, en Chicureo; Leyan, en Melipilla y el centro comercial San Joaquín, en Machalí. Adquirió a Ripley el Mall del Centro, en Rancagua, y el Mall del Centro y el Mall Panorámico, en Santiago; y recientemente compró la Galería Imperio, en el centro de Santiago. En el rubro hotelero posee los hoteles Grand Hyatt, en Santiago; y Four Seasons, en Buenos Aires; y hace poco se deshizo del Four Seasons Carmelo, en Uruguay. También está construyendo otro Hyatt en el sector de Las Salinas, en Viña del Mar; y nuevos establecimientos en Américo Vespucio, Concepción, Iquique, Antofagasta y Calama.
En junio del año 2000, tras compartir durante varios años la propiedad del conglomerado, adquirió el control del Consorcio Periodístico de Chile (Copesa) y, paso a paso, por medio del Grupo Dial, la propiedad de las radioemisoras Duna, Zero, Carolina, Beethoven, Paula FM y Disney.
A través de Copesa maneja los diarios La Tercera, La Cuarta, La Hora, la revista Qué Pasa, la revista Paula -fundada por Roberto Edwards- y el Centro de Investigaciones Periodísticas Ciper Chile. También estuvo vinculado a los diarios La Epoca y Siete+7, y a la televisora La Red. Hoy es dueño de una frecuencia en la televisión abierta y a comienzos de 2010 adquirió el 20% que manejaba Cristalerías Chile en VTR, operación que le costó 340 millones de dólares.
Desde La Tercera y Qué Pasa, principalmente, ha conseguido ejercer enorme influencia política y económica. Para lograrlo, a través de diversos directores y editores, se ha vinculado estrechamente a los principales lobbies, entre ellos los encabezados por Enrique Correa, Eugenio Tironi, Cristina Bitar y las hermanas Pilar, Marilú y Ana María Velasco, entre otros. Paralelamente, otorga permanente tribuna en sus medios a decanos y directores de escuelas de las universidades privadas más poderosas. También ha incorporado en diversas instancias editoriales de Copesa a destacados políticos de la Concertación, a quienes frecuenta de manera muy reservada. A otros les ha dado trabajo: Jaime Estévez, por ejemplo, fue miembro del directorio de Provida y René Cortázar de Corpbanca.
Algunos amigos personales
Papel relevante en el diseño editorial de la revista Qué Pasa cumplió desde octubre de 2003 el economista Alvaro Donoso Barrios, amigo talquino, como Saieh, designado director de la revista Qué Pasa. Donoso fue director de Odeplan durante la dictadura militar y uno de los puentes más directos que utilizó Saieh para vincularse a los más influyentes economistas del régimen a partir de los inicios de la década de los 80. Otro de ellos es Jorge Selume, ex director de Presupuesto de la dictadura y mano derecha en las últimas décadas en casi todos los negocios del ahora principal accionista individual de La Polar. También se suma (...)
Se publicó completo en “Punto Final”, edición Nº 737, 8 de julio, 2011
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