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Chacabuco en
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Autor: PEDRO FERNANDEZ

 

MANUEL Cabieses Donoso, ex presidente del Consejo de Ancianos del campo de prisioneros de Chacabuco. En la foto con Guillermo Orrego Valdebenito, organizador del almuerzo-aniversario. Atrás aparece Tulio Galgani, ex dirigente de los camioneros.

 

En noviembre de 1973, en el desierto de Atacama, a cien kilómetros de Antofagasta, se abrió el campo de prisioneros de Chacabuco. Inicialmente fueron trasladados a esa abandonada oficina salitrera, que en 1971 había sido declarada monumento nacional por el gobierno de Allende, los casi 800 detenidos que aún  permanecían en el Estadio Nacional de Santiago. A la mayoría se les embarcó en Valparaíso, en las bodegas del buque salitrero Andalién. A otros se les llevó en avión hasta Antofagasta. Con posterioridad, fueron trasladados a Chacabuco decenas de prisioneros de Concepción, Valparaíso y Pisagua. Se calcula que unos tres mil presos políticos -que jamás fueron acusados ante un tribunal de delito alguno- pasaron por Chacabuco hasta su clausura, en 1975 cuando los prisioneros fueron trasladados a Puchuncaví y a Cuatro Alamos.
Todos los años los ex prisioneros de Chacabuco conmemoran con un almuerzo la apertura de ese campo de concentración. En la reunión se recuerda la vida en el campamento y las actividades que organizaba el Consejo de Ancianos, la suprema autoridad democrática de Chacabuco. Las antiguas viviendas de obreros salitreros, improvisadamente arregladas por el ejército, estaban agrupadas en pabellones. Cada pabellón elegía un delegado al Consejo de Ancianos y el conjunto de delegados elegía al presidente y demás autoridades. El Consejo actuaba a través de comisiones en los ámbitos de la sanidad, cultura, deportes, educación, pulpería, diario mural, universidad popular, etc.
Este año, con motivo del 37º aniversario de la apertura de Chacabuco, el tradicional almuerzo se efectuó en el Café Brazil. El grupo organizador lo dinamizó Guillermo Orrego Valdebenito -joven dibujante técnico cuando el golpe militar- que en Chacabuco fue miembro activo del grupo encargado de los shows dominicales y del conjunto musical en que participaban Marcelo Concha (posteriormente detenido desaparecido), Angel Parra, Julio Vega Pais, Ricardo Yoselevzky, Luis Corvalán Castillo y Manuel Ipinza. Asistieron al almuerzo dos ex presidentes del Consejo de Ancianos: Sergio Astudillo Castillo y Manuel Cabieses Donoso, director de Punto Final. (Otros presidentes fueron Mariano Requena, Raúl Benavides y Hernán Medina). El  poeta Jorge Montealegre  agradeció el homenaje que le rindieron sus compañeros por haber logrado su doctorado en la Universidad de Santiago. También hablaron Ciro Oyarzún y Pedro Tapia, de los antiguos chacabucanos. Tatiana Molina, hija del ex prisionero y dramaturgo Mario Molina, interpretó varias canciones. Se destacó la presencia del periodista y escritor Franklin Quevedo, de 91 años, y del artista plástico René Castro, cuyas pinturas han sido expuestas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York

 

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 725, 23 de diciembre, 2010)
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