Punto Final, Nº793 – Desde el 8 hasta el 21 de noviembre de 2013.
Documento sin título
Buscar
Ultimo Editorial

Homenaje

Carta al director
Ediciones Anteriores.
En Quioscos
Archivo Histórico
Publicidad del Estado

El fallo de la Fiscalia

Regalo

El miedo de marcar AC

 

Según la última encuesta CEP, un 45% estaría de acuerdo con la convocatoria a una Asamblea Constituyente en Chile. No es la primera vez que esta idea es sometida a un estudio. En agosto, el Cesop de la Universidad Central sondeó esta idea exclusivamente en Santiago, y descubrió que un 71% estaba de acuerdo con cambiar la Constitución, y que dentro de ese porcentaje un 83% pensaba que ese cambio debía realizarse mediante una Asamblea Constituyente. Y además, que un 65,3% estaba dispuesto a marcar el voto con la sigla AC en las próximas elecciones presidenciales, tal como lo está pidiendo una campaña independiente.
Estas cifras esperanzadoras chocan con la realidad cuando se consulta a familiares y amigos si efectivamente están dispuestos a hacer esa marca el 17 de noviembre. Y el motivo es extremadamente simple, pero difícil de superar: miedo. No se teme a la Constituyente. Simplemente es miedo a perder el voto. Hace unos días una persona a la que aprecio, de larga experiencia política, lanzaba por email este argumento: “La derecha está feliz con la campaña ‘marca AC’ porque les permitirá anular (acaso) miles de votos de Izquierda”.
Le traté de explicar que eso era imposible, porque la ley 18.700 en su artículo 71º indica textualmente que los votos nulos sólo son aquellos que marcan más de una preferencia. Le recordé que el servicio electoral ya se ha pronunciado tres veces en forma oficial, reafirmando lo que aparece muy claro en la ley. Pero la respuesta de mi contertulio fue simple: “El Servel esta constituido por momios y fachos. Yo a ellos no les creo ni lo que rezan”. Ni con todas estas observaciones, logré convencerlo y me respondió: “A la hora de almuerzo conversé con varias personas acerca del tema ‘marca tu voto AC’ y una de ellas me decía que quienes apoyan esa campaña, a menudo son personas que no tienen candidato presidencial (no les gusta ninguno) y tampoco apoyan a ningún candidato a senador ni a diputado (no les gusta el Parlamento) así es que les da lo mismo que les anulen los votos. Bueno, no es mi caso. A mí sí me importa no perder mis votos. No marcaré AC”.
Le hice ver que hay partidos como el PR, PPD, PRO, Ecologista Verde, que han hecho el llamado a marcar AC en sus franjas electorales de TV. ¿Por qué motivo arriesgarían sus votos apoyando esta campaña? ¿Por qué Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Alejandro Guillier, Francisco Figueroa arriesgarían votos llamando a marcar? No había caso. Mi compañero no cedía en su posición. Por último le hice ver que el programa de la Nueva Mayoría no incorporó la propuesta de la Asamblea Constituyente. Lo que dice textualmente el programa de Bachelet es:
“La Nueva Constitución prevé para el ejercicio del poder constituyente derivado las siguientes reglas básicas:
i) La potestad constituyente derivada reside esencialmente en el Congreso Nacional, quedando sometida al principio de doble lectura y de rol co-constituyente del gobierno;
ii) Las diferencias entre el Congreso Nacional y el presidente de la República que se traduzcan en un desacuerdo sobre el contenido de la reforma constitucional, en cualquiera de sus trámites constitucionales, deberán ser sometidas a referéndum constituyente de forma que sea el pueblo el que arbitre ante tales diferencias;
iii) La reforma constitucional despachada por las Cámaras del Congreso Nacional, sancionada por el gobierno, deberá ser sometida a ratificación del pueblo mediante referéndum, antes de su promulgación, y
 iv) El ejercicio del poder constituyente derivado admite la reforma total o parcial, debiendo someterse a las reglas procedimentales fijadas para su ejercicio en la Constitución”.
Bachelet propone una “reforma constitucional” por la vía del Parlamento. A mi juicio, si no se manifiesta una voluntad clara en estas elecciones a favor de una Asamblea Constituyente para llegar a una nueva Constitución, será más difícil que la Nueva Mayoría asuma la demanda por una AC en el nuevo periodo, aunque existan movilizaciones. No marcar el voto le hace el juego a los que no quieren cambios, como Camilo Escalona, Andrés Velasco, José de Gregorio, etc.
Agotado de tanta ida y vuelta le dije: Si tienes dudas, revisa la página www.marcatuvoto.cl/preguntas-frecuentes/ y ahí vas a encontrar hasta el detalle todo lo que quieras saber. Pero ni así logré que cediera: “Ya veremos lo que pasa. Si no se anulan los votos marcados estoy dispuesto a reconocer mi error públicamente, pero no confío en el sistema y no marcaré mis votos”. Toda esta discusión me recordó la vieja frase de Blaise Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. Y el miedo o la desconfianza están entre esas razones. Contra ellas es poco lo que se puede hacer por más que se argumente y reargumente. Lo único que puede vencer al miedo es una esperanza mucho más fuerte. ¿Podrá la esperanza vencer al miedo en esta ocasión?

Alvaro Ramis

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 793, 8 de noviembre, 2013)

revistapuntofinal@movistar.cl
www.puntofinal.la
www.pf-memoriahistorica.org
¡¡Suscríbase a PF!!

Punto Final
Translation

Google Translate

En esta edición

Chile bosteza y una minoría “corta el queque”

Nuevo bestiario político del Reyno de Chile

Marcar AC en el voto

Huelga Electoral Constituyente

Las certezas de Bachelet

En edición impresa

El miedo de marcar AC

Laura Moya

La hija del almirante enfrenta la tortura

Venezuela acosada

La impúdica defensa del duopolio

La coleta del barón de Münchhausen

Visita