Punto Final, Nº785 – Desde el 12 al 25 de julio de 2013.
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Espionaje electrónico de EE.UU. y las vírgenes europeas

 

 

PRESIDENTE Evo Morales: su vida fue puesta en grave riesgo por los gobiernos de Portugal, Italia, Francia y España, sumisos a EE.UU.



El servil espectáculo dado por la Unión Europea (UE) ante el desembozado espionaje planetario organizado desde hace años por EE.UU., ha tenido como corolario el ignominioso atentado de cuatro países de la misma que, en un nuevo acto de inaudita cobardía y sumisión ante el “hermano mayor” estadounidense, han agraviando al presidente de Bolivia, Evo Morales. Francia, Italia, Portugal y España han violado así diversas reglas diplomáticas en uso, relativas al tránsito de aeronaves por el espacio aéreo de otros países, máxime cuando se trata de la aeronave oficial del presidente de la República de un país soberano. La UE, que da lecciones de respeto a las normas internacionalmente aceptadas, una vez más las ha violado inclinándose ante Washington.
Vierges effarouchées, es una expresión francesa que denomina a las vírgenes aterrorizadas y próximas a ser ultrajadas, o que ya lo han sido y manifiestan, sin embargo, cierta complacencia ante dicho ultraje. Es la actitud de los países de la UE una vez que el whistleblower (lanzador de alerta) Edward Snowden informara al diario The Guardian de Londres que era él quien había entregado informaciones sobre el PRISM, el programa de vigilancia y espionaje electrónico masivo llevado a cabo por la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU.) en todo el planeta. Lo singular de estas informaciones -que también han sido difundidas por la revista alemana Der Spiegel y otros-, es que era un secreto a voces; Washington no sólo ha espiado desde hace décadas a Estados considerados como enemigos, sino que también a sus socios y aliados. Las virtuosas vírgenes europeas lo sabían, pero otra cosa es que las pruebas del ultraje hayan sido puestas en conocimiento del público por un funcionario de la máxima organización norteamericana de espionaje electrónico...

SNOWDEN SABE DEMASIADO
Edward Snowden, ex agente de la compañía privada de seguridad estadounidense Booz Allen Hamilton, una entre las miles subcontratadas por la NSA, debió trasladarse de Hawai a Hong Kong y desde allí a Moscú, donde al parecer actualmente se encuentra en la zona de tránsito internacional del aeropuerto moscovita. El “lanzador de alerta” trabajaba desde hacía diez años en el sensible departamento que protege contra ataques a las computadoras del gobierno norteamericano, y era analista de las informaciones colectadas. Snowden tenía acceso a ficheros clasificados como confidenciales y a la lista del personal de la NSA y de los equipos clandestinos de la CIA repartidos por el mundo. Washington teme que siga entregando información sobre el masivo espionaje electrónico estadounidense.
Como recuerda Julian Assange (fundador y redactor jefe de WikiLeaks, hace más de un año recluido en la embajada de Ecuador en Londres), la UE que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2012 por su “contribución a la promoción de la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos del hombre en Europa”(¡sic!),debería haber sido menos obsecuente y haber defendido la libertad de información sin tener en cuenta las presiones de Estados Unidos, brindando asilo a Snowden. En 2004, la ONU, la OEA y la OCDE llamaron a los gobiernos a proteger a los “lanzadores de alerta”, e impedir toda acción administrativa, judicial o profesional contra ellos si éstos actuaban de buena fe, esto es, no por encargo de una potencia enemiga ni con ánimo de lucro. Dichos “lanzadores” son individuos que comunican informaciones confidenciales o secretas a pesar de su obligación de confidencialidad. Es decir, personas que ponen en peligro sus vidas al revelar informaciones sobre violaciones graves a las libertades individuales y a la vida privada por parte de Estados, organizaciones gubernamentales o empresas privadas. Es lo que ha hecho Edward Snowden y es por ello que Venezuela, Bolivia y Nicaragua le han ofrecido asilo en sus territorios.
La propia ONU declaró hace poco, por boca del relator Franck La Rue, que “la protección de la vida privada es el corolario necesario a la libertad de expresión y de opinión”. Sin embargo, en EE.UU. existe una ley que data de 1917 llamada Espionnage Acty ha sido aplicada nueve veces desde entonces, seis bajo el inefable presidente Obama, cuando se trató de obligar a periodistas a delatar sus fuentes. La tartufería de los dirigentes del Big Brotherno conoce límites. En enero de 2010 la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, había afirmado que la libertad de expresión en Internet era un aspecto fundamental de la política exterior estadounidense. Afirmación desmentida en varias oportunidades, sobre todo luego de la aprobación de la ley antiterrorista Patriotic Act y de la ley de protección contra los “lanzadores de alerta”.

¿QUE ES LA NSA?
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) es una agencia de información dependiente del Ministerio de Defensa de EE.UU., encargada del espionaje electrónico y electromagnético, y de la seguridad y protección de los sistemas informáticos del gobierno. Su labor consiste en recolectar información interceptando comunicaciones (teléfono, fax, Internet, comunicaciones satelitales, radiofónicas, submarinas, etc.) que entran y salen del país y las comunicaciones fuera de sus fronteras. La NSA tiene bajo su tuición el USCS (sistema de criptografía y descifrado) además de las operaciones encubiertas de la CIA y su colecta clandestina de información.
El espionaje y los sistemas de inteligencia existen desde la noche de los tiempos, pero en la época contemporánea adquirieron una gran importancia y experimentaron un salto cualitativo durante la segunda guerra mundial. Tanto los alemanes como los aliados rivalizaron, desarrollando complicados sistemas para descifrar las comunicaciones del enemigo. Luego, en plena guerra fría, la cooperación de las actividades de inteligencia fue institucionalizada por británicos y norteamericanos, creando el Ukusa, cuyos objetivos fueron esencialmente la URSS y China y en Europa, Italia, Francia y Grecia, países en los cuales existían poderosos partidos comunistas.
La “comunidad de inteligencia” (expresión utilizada por sus epígonos chilenos desde 1974, con la creación de la Dina) quedó conformada desde 1947 con el concurso del ejército, la marina y la fuerza aérea de EE.UU.(1) Fue en 1952 que el presidente Truman creó la NSA, al percatarse de la escasa información disponible sobre Corea antes de la guerra. A diferencia de la CIA, cuya fundación y acción fue siempre muy oficial, la NSA se mantuvo más secreta y su existencia sólo fue reconocida en 1957. Es tal vez por eso que sus integrantes la denominan con el sobrenombre de No Such Agency (Tal Agencia no Existe).
La NSA se lanzó con la colaboración de empresas privadas (IBM, RCA, ITT, Western Union) en la construcción de poderosas computadoras capaces de almacenar gran cantidad de información. Luego, las empresas Mitre Corporation, Linux, Symantec, Intel, Microsoft, Windows, Facebook y Google, también han colaborado con ella. En su inicio, las primeras proporcionaban informaciones sobre los usuarios (telegramas, teléfonos, bandas magnéticas), hoy, las mismas y otras proporcionan informaciones sobre los circuitos Internet de las comunicaciones en el resto del mundo.
Desde hace treinta años la NSA intercepta sistemáticamente las comunicaciones internacionales, las llamadas telefónicas de ciudadanos estadounidenses, o destinadas a ellos, como lo reveló la Comisión Pike en 1975 cuando fueron denunciadas esas prácticas ilegales. Hoy, ante el escándalo provocado por Snowden, los dirigentes norteamericanos se han apresurado a declarar que “ningún ciudadano estadounidense es objeto de tales prácticas”. En efecto, la legislación norteamericana impide la intercepción de mensajes de o hacia sus ciudadanos, salvo en caso de la aplicación de la ley antiterrorista, y ello con autorización judicial. En cambio, los alliens, -extranjeros europeos, africanos, asiáticos, latinomericanos o de Oceanía-, carecen de dicha protección. Así, según Snowden, millones de mensajes son interceptados cada día por la NSA.

COBARDIA EUROPEA
Las vírgenes europeas que durante algunos días clamaron al cielo por el ultraje que habían padecido durante años, callaron y volvieron al redil rápidamente. En Francia, el blandengue socialdemócrata François Hollande, que había declarado muy orondo que la UE no comenzaría las negociaciones con EE.UU. con vista a un tratado de libre comercio mientras Washington no diera explicaciones, agachó la cabeza. Igual Angela Merckel, quien había manifestado su “preocupación” al enterarse que la mayor parte del espionaje electrónico masivo de la NSA denunciado por Snowden es realizado en Alemania. Las conversaciones sobre el TLC entre la UE y EE.UU., se iniciaron como estaba previsto, el lunes 8 de julio.
En realidad, las autoridades europeas ya conocían el espionaje electrónico masivo dirigido por EE.UU. En 1998, el Parlamento Europeo había constatado la existencia de la red Escalón, formada por cinco países anglosajones: EE.UU., Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, que vigilaba a todos los ciudadanos del mundo. En el informe parlamentario se relata que basta pronunciar por teléfono o escribir en un mensaje por Internet un nombre “comprometedor” de empresas de carácter estratégico, de organizaciones o de dirigentes de países considerados enemigos, para que los sofisticados medios electrónicos de intercepción de la red Escalón se pongan en alerta e intercepten el correo o el teléfono del ciudadano, que desde entonces queda vigilado.
EE.UU. justificó dicha vigilancia en nombre de la lucha contra el terrorismo, la droga, el blanqueo de dinero y el crimen organizado. Sin embargo, como denuncia Snowden, le ha servido también para vigilar a políticos de países “aliados” y a dirigentes de grandes empresas europeas que podrían competir con sus símiles estadounidenses. Desde entonces, antenas parabólica y grandes “pelotas de golf” (captores de escucha de mensajes electromagnéticos) florecieron en el territorio de los países pertenecientes a la red Escalón. Al igual que el espionaje que hoy denuncia Snowden, los blancos predilectos fueron el correo electrónico, el fax, el télex, el teléfono, la radio, captados por los 19 satélites del consorcio Intelsat, cuya sede se encuentra en Bermudas y sus principales oficinas en Washington.
En esos años, el almirante galo Pierre Lacoste, director de la DGSE (contraespionaje francés) dijo con amargura: “Me atrevo a esperar que los dirigentes y los servicios franceses hayan tomado el peso de la envergadura de Escalón, red conocida por nosotros desde 1992”.

RETORNO A LA CRIPTOLOGIA
Al espionaje masivo denunciado por Snowden hay que agregar los numerosos casos en los que EE.UU. ha obtenido información con la complacencia de gobiernos y empresas europeas. Es el caso de la ficha informativa obligatoria que cada persona que viaja a EE.UU. debe entregar. Aunque la UE negoció la reducción del número de informaciones (19 por persona) exigidas por las autoridades de EE.UU. (carta de crédito, dirección, teléfono, viajes a países considerados sospechosos, religión, etc.), dichas informaciones no les son exigidas a los estadounidenses que viajan a Europa. Otro caso ejemplar es el Swift. En 2006 se descubrió que esta sociedad, radicada en Bélgica, que controla los flujos financieros del mundo entero, transfería regularmente los datos y transacciones de sus clientes a las autoridades de EE.UU.
Aunque parezca paradójico, lo única manera de hacer frente a esta gigantesca intrusión y violación masiva de la vida privada, amén del espionaje político, militar y financiero, es -como explica a PF un especialista en la cuestión- el retorno a la criptología, disciplina que se remonta a la Antigüedad y que consiste en la escritura de un mensaje con caracteres incomprensibles para quien no disponga del código o clave para leerlo. Aparecieron en el mercado programas que pueden escribir mensajes en clave, pero muchos fueron rápidamente prohibidos por las autoridades de diversos países, entre ellos Francia.
Hay que recordar que la colaboración de países europeos con las agencias de espionaje de EE.UU. no data de ayer. En 2006, el consejero de Estado suizo, Dick Marty, fue encargado por el Consejo de Europa de investigar la existencia de prisioneros en lugares secretos en Europa, trasladados por la CIA en aviones sin matrícula a diferentes países europeos. En su informe, Marty acusa a Polonia, Rumania, Kosovo, Macedonia, Bulgaria, Ucrania y Lituania de albergar a los secuestrados en cárceles secretas. Aparecen implicados también Suecia, Bosnia, Gran Bretaña, Italia, Alemania y Turquía. España, Chipre, Irlanda y Portugal son acusados en el informe Marty de haber permitido a aparatos con matrículas falsas, alquilados por la CIA y que transportaban prisioneros secuestrados, aterrizar en sus territorios. Son algunos de estos países los que han tenido el descaro de negar el espacio aéreo al avión del presidente Evo Morales.
La odisea que aún no termina para Edward Snowden nos recuerda que la imaginación de Orwell ha sido sobrepasada por la realidad. Los catones norteamericanos y europeos que pontifican y dan lecciones de respeto a las normas internacionales no trepidan en pisotearlas, pero no vacilaron en firmar, en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo artículo 12 expresa: “Nadie será objeto de intrusiones arbitrarias en su vida privada, en su familia, su domicilio o su correspondencia. Toda persona tiene derecho a la protección ante tales intrusiones o violaciones”.

PACO PEÑA
En París

(1) La CIA fue fundada en 1947 y cuenta con un presupuesto estimado de 10.000 millones de dólares y 25.000 funcionarios. La NSA, fue fundada en 1952, tiene un presupuesto estimado de 15.000 millones de dólares y 38.000 agentes. La llamada “comunidad de inteligencia” la integran además de la CIA y la NSA, otras agencias de inteligencia: DIA, FBI/NSB, NGA (inteligencia espacial), NRO, DOE (inteligencia y contrainteligencia), DHS (seguridad exterior), DEA, DOT, Us Army, USAir Force, US Navy, US Marine Corps, US Coast Guard. En total, el presupuesto estimado de la “comunidad”es de 80.000 millones de dólares y cuenta con 200.000 efectivos.

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 785, 12 de julio, 2013)


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